Treinta y seis

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Minho es encontraba caminando sobre la banqueta mientras el aire de verano chocaba contra su rostro. La entrevista había salido bien, según él, desde su punto de vista dio buenas respuestas, ahora solo tocaba esperar a que le llamaran.

Mientras se dirigía a la casa de Bang para ir a ver a los niños que de seguro ya habrán regresado de la escuela, Minho pensaba que nunca le dirigió la palabra a Chan después de que fueron por Jeongin al río Han, ni siquiera Chan a él le habló.

Aún así, las palabras de Tzuyu, la amiga de éste, seguían en su mente. Quizá por la situación pensó que la oscuridad en sus ojos se debía también a que Jeongin había desaparecido, y que por la fiesta de su compromiso con ese tal Hongjoong pensó que la estaba pasando genial, incluso en la foto lucía bien.

Minho pensó que él era el único que estaba viviendo una pesadilla.

Era obvio que Chan estaba angustiado por la ausencia de su hijo y desesperado por encontrarlo, algo que no se debe comparar con la ausencia del que pensaste considerar la persona que amas.

Ambos son dolores diferentes, sin embargo, los dos te dejan huella.

¿Debía hablar con Bang Chan, y luego perdonarlo? No estaba seguro de eso, aunque Tzuyu le había aconsejado eso.

Pero todavía le dolía, es algo que no se puede superar de un día a otro con facilidad.

Tomó un autobus y continuó con su camino a la casa de Bang, con la esperanza de que el mayor no estuviera ahí. Al llegar tocó la puerta para después esperar a que alguien le abriera, pasaron unos segundos hasta que el cuerpo bajo de Chaeyoung se asomó detrás de la puerta sonriéndole cuando lo reconoció.

—¡Minho, hola! Ya esperábamos tu visita. —saludó con tono emocionado. Minho le sonrió como saludo. —Los niños te están esperando en la sala.

—¿Cómo has estado, Chae? —preguntó, mientras caminaban juntos a la sala.

—Estoy mucho mejor, ¿y tú?

Minho supo que Chaeyoung se sentía responsable de la desaparición de Jeongin y no quería volver a esa casa por la vergüenza, la misma Chae le contó que Jisung la convenció de que no fue así, que ella era le menos culpable de lo sucedido, además de que la animó en seguir siendo la niñera de sus hermanitos.

—Igual, estoy mejor que ayer. —sonrió Minho al igual que Chaeyoung.

—¡Minho hyung! —un grito en coro hizo que su atención se dirigiera a los dos niños, quienes corrieron a Minho para abrazarlo cuando llegaron a la sala.

—¡Por fin llegaste! —dijo Jeongin mirándolo desde abajo con una sonrisa.

—Ven hyung, tengo algo que contarte. —habló Seungmin jalando el brazo del mayor para llevarlo a uno de los sillones de la sala. —Jisung se está bañando, por si preguntas por él.

Chaeyoung sonrió siendo testigo de la felicidad de los niños con la presencia de Minho en casa, no cabía duda que ellos lo querían mucho y viceversa.

Sin querer Minho se volvió un fundamento importante en la vida de los niños.

Bang Chan manejaba su auto intranquilo, el camino a su casa se volvió muy largo para él desde que salió de la empresa para ir a buscar a Minho. Sabía que el chico iría a ver a sus hijos, ya que habían acordado las visitas días atrás, pero no sabía si ya estaba en su casa.

No perdía nada con ir primero ahí, si no estaba, lo buscaría hasta el cansancio para pedirle perdón.

¿Tenía las palabras adecuadas?

Bad Decisions | Chanho + MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora