Felices Los 4 (Licha, Otamendi, Cuti, Enzo Y Vos)

12- Pasan que cosas

Julieta Hernández

House of pepper restaurant.
Londres, Inglaterra.

Habíamos llegado hace apenas unos minutos y ya teníamos los menúes sobre la mesa.

-¿Por qué se llama así? Siento que todo va a ser picante- me reí.
-Es que tienen platos que si lo son, pero solamente tenés que elegir uno que no sea así o pedirlo sin picante- me explicó.

Sonreí y seguí leyendo la carta.

-¿Que vas a pedir vos?- le pregunté.
-Probablemente un filete ahumado con papas- me dijo.

Evité reírme al pensar que eligió la opción más argentina del menú.

-Yo pescado con papas.
-¿Pescado?
-Si, pescado.
-Buena eleccion, pero creo que acá el pescado no es muy rico, si querés pescado otro día te puedo llevar a un lugar que tiene el mejor pescado de todo Londres.

Alcé mis cejas, sabía que lo hacía para asegurarse otra salida conmigo y aunque seguía persiguiendome la culpa de que me trate así teniendo mujer sonreí y decidí seguirle el juego.

-Bueno, entonces pido lo mismo que vos.
-Joya ¿Con vinito?
-Con vinito.

El sonrió y alzó la mano para llamar al mozo.

Cuando el hombre llegó retiró las cartas con una sonrisa y nosotros pedimos lo que elegimos.

Mí celular vibró y miré la pantalla, mensaje de mí papá.

-¿Te molesta que responda? Es que es mí viejo- lo miré.
-No, tranqui, no pasa nada.

Abrí el mensaje.

Hija, los señores con los que salí el otro día me dijeron que volver a juntarnos en otro lugar de comida argentina. Quería saber si vos volves temprano o tarde para ver si voy o no.

Primero me reí, mí papá tiene en su cuerpo alma de adolescente, siempre sale con otros hombres a comer e incluso a bailar. También salía a bailar tango con mí mamá todos los fines de semana.

Después miré disimuladamente a Enzo que miraba la mesa. ¿Quería llegar temprano a casa?

Teclee una respuesta diciéndole que no estaba en mis planes llegar temprano pero no sabía lo que pasaría, que disfrute su salida.

Puse el celular en silencio y lo metí en mí cartera.

-Listo. Va a salir con unos señores argentinos que se encontró.
-Fiestero tu papá- se rió.
-Si, le gusta salir.

Trajeron la comida y el vino, el mozo nos sirvió a cada uno en su copa y nos deseó una linda cena.

-Eu se ve te rico- dije mirando el plato.
-Vos te ves re rica- murmuró.

Me hice la tonta y lo miré.

-¿Que?- claramente lo había escuchado pero quería ver si se animaba a repetirlo.
-Que vos te ves re rica, incluso más que la comida- agarró su copa de vino y me guiñó un ojo.

El aire se fue de mis pulmones y al parecer no quería volver.

Sentí mí cara calentarse un poco y sonreí sin dejar de mirarlo.