11- Acercamiento

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Julieta Hernández

27/02/23
Casa de Cristian Romero

Me desperté con la espalda adolorida por dormir en el sillón, me quejé unos segundos y después me senté y estiré mis piernas hacia el piso.

-Auch- escuché a alguien quejarse.

Miré al piso rápidamente y me reí. Lisandro estaba dormido sobre la alfombra al lado del sillón.

-Buen día dormilona- escuché una tercera voz y miré para atrás.

Sentado en la mesa con una taza y un platito frente a el estaba Cris.

Me pare con cuidado de no pisar a Licha y me acerqué para saludarlo con un beso en el cachete.

-¿Cómo estás?- preguntó.
-Me duele todo- me reí.
-Tenes pastillas para el dolor de cabeza ahí- señaló la esquina de la mesa -y sabes que te podés servir lo que quieras para tomar en la cocina.

Le sonreí y me fuí a la cocina para buscar un vaso con agua.

Escanee mi vestimenta.

La camiseta del tottenham ya no estaba metida dentro de mi pantalón así que ahora me quedaba casi a la mitad del muslo. Noté que no tenía mi jean y abrí grandes los ojos pensando algo malo. Hasta que recordé que apenas habíamos llegado ayer le pedí a Cristian un short para estar más cómoda.

Sonreí cuando me acordé de los besos con Licha y me serví el agua para volver al comedor.

-Pareces futbolista profesional culia'- se rió.

Levanté un poco la camiseta y el short también era del tottenham.

-Dame clases de defensa- también me reí y me senté a tomar la pastilla.
-Yo todavía no termino mis clases, El maestro real acá es Ota.

Casi me atraganto con la pastilla.

<Otamendi... Hace unos días no hablamos, cuando llegue a casa voy a mandarle un mensaje> pensé.

-Ya me debería ir a casa, mí papá se despierta temprano y ya son casi las diez.
-Ahora te pido un taxi.
-No es necesario, puedo irme en transporte público.

Me miró mal.

-Dale culia' dejate de joder, ahora te pido el taxi- agarró su celular.

Me reí por la constante utilización de la palabra culiada en su vocabulario.

-Dales saludos a Licha y a Sonny cuando se levanten.
-Si es que se levantan antes de que yo me vaya- se rió.
-Buen punto.

•••

Llegué a casa y mí papá ya estaba desayunado y listo para salir apenas yo llegara.

-¿A vos te parece no avisarme que no venís a dormir?
-Perdon pa, me fui de joda porque ganó el Tottenham.
-¿Con quien?

Me quedé callada.

-Unos amigos de la facu.

Asintió no muy convencido.

-Yo me voy a hacer un paseo turístico que contraté ayer.

Me causó gracia que esté haciendo tantas cosas.

•••

Estaba tirada en la cama con mí celular cuando una llamada llegó.

-¿Hola?
-Hola preciosa.
-Hola Enzo- suspiré -¿Que necesitas?
-Oli no te vio en el jardín y se quedó triste- hizo una pausa -y yo también.
-Hoy es mí franco, no trabajo.
-Te invitamos a tomar un café.

Me quedé callada. ¿Era una idea tentadora? Si, obvio, pero no sabía si era adecuado aceptar.

-Dale linda, un cafecito nomás.
-Está bien- sonreí.

Aunque sintiera que lo que aceptar está mal no voy a negar que tal vez solo estoy paranoica y simplemente vamos a tomar café como amigos o conocidos.

-Perfecto, te busco en dos horas, pasame tu dirección.
-No es necesario, puedo ir en un taxi.
-De ninguna manera, yo te busco- insistió.
-Está bien.

Le di mí dirección y cortamos la llamada unos segundos después.

Me paré de la cama y fui a buscar que ponerme. ¿Era importante vestirme bien? Supongo que sí. Iba a salir con un futbolista. Hacía frío pero no tanto. Hoy era un día en el que el clima invernal descansó un poco.

Elegí unas medias can can gruesas, unas botas con taco, una falda beige, un top manga larga negro y un tapado largo y grueso a juego con la pollera.

Sonreí al ver todo sobre la cama. Era una elección bastante buena.

Me fui a dar una ducha y cuando salí me vestí y me serví un vaso de agua.

Agarré mí celular para revisar instagram y sonreí.

@lisandromartinezzz ha comenzado a seguirte.

No necesitaba seguirlo también, ya lo hacía hace tiempo.

Me puse a ver historias y en eso me llegó un mensaje de Enzo.

Enzojfernandez

Linda ¿Ya estás lista?
16:38

Holaa, sipi, estoy lista.
16:39

Ahora paso por tu casa
entonces, nos vemos.
16:39

Le dejé el mensaje en visto y guardé mí celular en la mochilita que iba a llevar, la llevo a todos lados, nunca se sabe cuando se necesita mochila.

Me puse mí tapado y después me colgué la mochila de los hombros.

Acomodé mí pelo y me miré en el espejo para corroborar que ni maquillaje estuviera bien.

No entendía muy bien por qué me importaba tanto salir con el. Está casado, además vamos a salir también con Oli y solo a tomar un café. No es nada del otro mundo ¿Cierto?

Voy a tomarlo como un simple acercamiento amistoso entre dos adultos que se llevan bien.

Escuché una bocina afuera y salí con una sonrisa en la cara.

El salió del auto y lo rodeo para abrirme la puerta.

-Hola- dije sin dejar de sonreír.
-¿Cómo estás preciosa?- me dio un beso en el cachete.
-Bien.

Me subí al auto y cerró la puerta. Respiré y sentí el olor a su perfume invadir mis fosas nasales.

-¿Tenés alguna cafetería favorita?- me preguntó cuando subió.
-No, la que vos quieras está bien.

Miré para atrás en el momento que recordé a la niña rubia.

La sillita en la parte trasera del auto estaba vacía.

-¿Y Oli?- me giré a mirarlo nuevamente a el.
-Se quedó en casa con la abuela. Vino de sorpresa y no podía llevarmela.

Lo miré sospechando un poco.

-Okey, está bien.

El me sonrió y arrancó el auto.

Felices Los 4 (Licha, Otamendi, Cuti, Enzo Y Vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora