LO QUE LA MUERTE SE LLEVÓ

CAPÍTULO 14

Por la mañana en la oficina, safiye llega temprano como de costumbre

–Buenos días, doña Safiye –

–Buenos días, Lana–

–¿Por qué de tan buen humor? ¿Porque no viniste a trabajar ayer? ¿Y por qué anteayer te fuiste y no volviste?–

–Wow wow, cálmate por favor, una pregunta a la vez–

–Gracias a Dios, El jefe también faltó ayer–

–Lo sé–

Las puertas del elevador se abren y sale Zahir

–Buenos dias–

Se para frente a ellas

–Buenos días, señor–

Responde lana sorprendida de que por primera vez desde que ella trabaja allí su jefe de los buenos días.
Safiye permanece en silencio mirándolo, él la toma de la cintura y la besa ferozmente frente a una más sorprendida lana, el resto del personal de piso se queda atónito ante la escena.

–¿Que acaso no tiene nada que hacer?–

Pregunta él dirigiéndose a todos los espectadores, inmediatamente todos retoman sus labores incluida lana.

–A mi oficina–

Ella sonríe y lo sigue a su oficina.

–Crei que esperaríamos un poco más antes de que toda la empresa lo supiera–

Dice ella mirandolo del otro lado del escritorio.

–Y arriesgarme a que cualquier otro hombre se acerque a coquetearte, definitivamente no–

–A veces no puedo contigo–

Él se levanta y camina hasta ella, la besa apasionadamente dejándola sin aliento y le pide que vuelva a su puesto de trabajo.

Como si nada hubiera pasado, la mañana transcurrió con normalidad contratos, balances, correos etc.

–Hola–

–Lana–

–¿hoy almorzaras con nosotras o...?–

–Claro, con ustedes, como siempre–

–Ok, entonces te espero–

Se dirige a la oficina de su jefe y al entrar se sienta en sus piernas

–Saldré a almorzar, ¿Algo más que necesite, señor?–

–¿No almorzaras conmigo?–

–Mañana, Lana acaba de invitarme y le dije que sí–

Él gruñe

–No me gusta–

–No te estoy preguntando, nos vemos más tarde–

Le da un pícaro beso y se levanta de sus piernas, salí de la oficina y Lana ya la espera en las puertas del elevador junto a las demás.

–¿Cómo?–
–¿Cuando?–
–¿Dónde?–
–¿Por qué?–
–¿Qué fue lo que pasó?–

–Oigan, oigan, si no dejan de hacer preguntas no podré contestarles ninguna–

Todas la miraban atenta, esperando por lo menos una respuesta

–Hace solo unos días empezamos una relación formal–

Todas quedan asombradas

–¿Pero como?_

–Pues, un día me invitó a salir, yo acepté, lo pasamos bien, seguimos viéndonos y hace dos días me pidió que formalizáramos la relación–