EPILOGO

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–Suelte el arma lentamente y levante las manos–

Un oficial de policía entra y justo en ese momento Safiye cae al suelo inconsciente, los oficiales de abajo desataron a las mujeres y éstas corrieron arriba para llegar justo en el momento en el que safiye se desploma.

–Llamen una ambulancia –

Grita Celia para luego correr al lado de su hija, ve con horror la herida que tiene en el hombro y grita aún más fuerte, uno de los policías tiene que sacarla por la fuerza para que ellos puedan llevar a cabo el procedimiento correspondiente.

Dos ambulancias llegan para llevarse a las mujeres y darles atención médica, Tara es declarada muerta Y a ella la recoge el cuerpo forense.
El revólver y los cuchillos son tomados como evidencia y la casa se llena de policías, Celia se va en la ambulancia con su hija y le ordena a Romina llamar a Zahir.
Zahir, quien aún estaba como loco buscando a su esposa, al recibir la llamada de su cuñada se vuelve más loco y sale desesperado de la casa hacia la clínica, pero al llegar no le permiten ver a Safiye.
Él trata de pelear con los oficiales que no lo dejan pasar, cuando escucha el llamado de Celia.

–Zahir–

–Celia, Celia, por Dios necesito verla, ¿Dime qué fue lo que pasó?–

–La mató–

–¿Que?–

–Safiye la mató–

Celia llora en los brazos de su yerno que está totalmente desconcertado, Romina no le había explicado mucho, simplemente le dijo que las dos mujeres habían atacado y que Safiye estaba en la clínica.
Celia estaba en un estado de histeria, unos minutos después, Leandro Arturo y William llegan a su lado, mientras que Emma y Ariana se habían quedado en la casa con Greicy y los gemelos.

–Por Dios, hijo ¿Qué fue lo que pasó?–

–No lo sé exactamente papá, debemos esperar el informe del médico y el reporte de la policía–

Luego llega Romina a quien la policía no había dejado ir hasta tomar la declaración que necesitaban.

–Romi–

Leandro la abraza fuerte

–Fue horrible–

–No te preocupes, ya todo pasó y todo estará bien–

Le tranquiliza pasando la mano por su cabello, las manos de Celia temblaban y trata de calmarse lo más que puede ya que el oficial llega a pedir su declaración también.

–Venga conmigo–

–¿No podemos hacerlo aquí?–

–Pues, si no le importa que todos ellos escuchen su versión, no, no hay ningún problema–

Celia se siente segura con todos ellos allí, así que asiente y vuelve a sentarse en la silla.

–Cuenteme todo–

–Por la mañana mi hija Romina quiso que la acompañara al centro comercial, pero le dije que ya tenía planes pues iría a almorzar a casa de safiye, ella decidió entonces no ir al centro comercial y luego se decidió a ir a visitar a su novio a la oficina, pero justo cuando iba saliendo, esas dos mujeres irrumpieron en nuestra casa por la puerta del patio, se metieron a la cocina y tomaron los cuchillos grandes–

Hace una pausa para respirar y sonar su nariz con el pañuelo.

–Nos amarraron a las sillas y luego vaciaron casi toda la nevera, se veían bastante hambrientas porque devoraban la comida como cerdas–

LO QUE LA MUERTE SE LLEVÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora