LO QUE LA MUERTE SE LLEVÓ

CAPITULO 10

Los rayos del sol empezaban a molestar a ambos, él la abraza y ella abre sus ojos.

-Buenos días, preciosa-

-Buenos días-

Debían ser poco más de las 6 a.m cuando despertaron, él se pone de pie y la ayuda a levantarse, ella sacudió su cabello para quitarse la arena.

–¿Quieres ir a desayunar?–

–Si no se molesta quiero ir a mi casa–

–Esta bien, a tu casa entonces–

En el auto camino a casa se miraban y sonreían

–¿Puedo preguntar qué significa tu tatuaje?–

Dudó un momento pero decidió responderle.

-Serendipia, haber hallado algo hermoso cuando no lo estabas buscando–

–Es hermoso–

–Gracias–

El estacionar el auto frente a la casa y se dispone a bajarse para abrirle la puerta pero ella lo detiene.

–No es necesario–

Dice con una sonrisa poniendo la mano en su hombro y se acerca para darle un beso.

–Lo pase increíble, hace años que no me sentía como anoche–

–Lo mismo digo, gracias por aceptar salir conmigo–

La besa nuevamente y ella baja del auto para entrar a su casa.
Su madre se encontraba en la sala tejiendo.

–Cariño, no me avisaste que no llegarías a dormir–

–Lo siento mamá, no estaba planeado, pero ya ves–

–Esta bien, solo me preocupe, ni siquiera llamaste–

–Lo se mamá, de verdad discúlpame–

–Ni siquiera voy a preguntar cómo te fue–

–No paso nada mamá–

-claro-

-De verdad, Te juro que no pasó nada-

-Claro, cómo digas, supongamos que no doy tu madre –

Safiye le sonríe y sube las escaleras a su habitación.

–No paso nada pero vienes con el cabello y la ropa llenos de arena, ¿Dónde carajos te revolcó?–

Le dice Romina que había escuchado la conversación con su madre.

–Me llevo a la playa y nos quedamos dormidos en la arena, eso es todo–

Le respondió a su hermana que había entrado a su habitación.

–Por su puesto ¿Y esperas que crea que salieron a cenar, te llevó a la playa y no tuvieron sexo?–

–Romina por favor, estoy en mis dias–

–Ah ok, ahora sí te creo, Pero entonces cuéntamelo todo con lujo de detalles–

Dice lanzándose a la cama activando su modo vieja chismosa mientras su hermana se reía a carcajadas.

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Zahir llegó a casa de su madre a recoger a Greicy la niña al verlo corrió a abrazarlo.

–Buenos días, princesa–

–Buen día, papi–

–Madre buen dia–

Dijo acercándose a su madre y dándole un beso en la frente.

–¿Desde cuándo tú tan cariñoso?–