Capitulo 10

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POV's Heather

Tener que despertar a las seis de la mañana luego de pasar la noche que la típica mentira de "Solo un capitulo mas" para hacer ejercicio no es algo que me guste. Pero es lo que me toca, me obligo a levantarme de la cama, que por cierto es extremadamente cómoda.

Me adentro al baño maldiciendo a Megan Maxwell por causarme resaca literaria. La odio.

Después de una ducha muy efectiva, me coloco mi ropa deportiva y zapatillas para correr. La mansión se encuentra muy silenciosa, excepto por la cocina, ¿tan temprano es?

Me acerco a la cocina y veo a Bernardette haciendo el desayuno.

- Buenos días señorita Heather. - Se da cuenta de mi presencia

- Bueno días. - Le sonrío. - Y no me llame "señorita", dime solo Heather, o H.

- Está bien H. - Me devuelve la sonrisa. - ¿Va a desayunar?

- Solo algo de fruta, voy a correr.

Bernardette saca la fruta de la nevera y la coloca en el mesón, mientras como algo de fresa y durazno con una taza de café Bernardette me relata una historia de su niñez en Francia.

***

Llego jadeando a la casa. Joder, diez kilómetros. Lo que hago para poder comer todo lo que me da la gana.

Cuando entro a la cocina a buscar un poco de agua me encuentro con Nirvana y Shannon conversando animadamente con Bernardette mientras desayunan.

- Buenos días chicas. - Les digo.

- Hola. - Me dicen al unísono.

- ¿A qué hora despertaste? - Pregunta Shannon.

- A las seis, salí a correr antes de ir a la universidad.

- Que madrugadora nos salió la niña. - Dice Nirvana riendo. - Te admiro, de verdad, suficiente tortura es levantarse para ir a clases un lunes. - Dice pasando por mi lado. - Si me disculpan, iré a arreglarme, después se me hará tarde.

- Como siempre. - Agrego para molestarla. Shannon y Bernardette ríen.

- No me agradas Heather. - Trata de parecer molesta, pero no lo logra.

- Si, yo también debería irme ya. - Shannon por otro lado ya estaba lista para irse. - Zoey debe estar afuera ya

- Nos vemos en la noche. - Les digo para subir a darme una necesaria ducha.

***

Reviso mi vestimenta una vez más antes de salir del baño. Pantalones ajustados color negro, camisa transparentosa blanca, chaqueta negra y tacones rojos bastantes altos.

- Perfecto. - Susurro para mí misma.

Luego de un día agotador en la universidad, me llamaron para una entrevista en un colegio para el puesto de psicóloga. Sé que no necesito trabajar, pero me gusta sentir que gano mi propio dinero y que no soy una mantenida.

Camino a la oficina del director algo nerviosa.

- Buenas tardes, soy Heather Reynolds. - Saludo dándole la mano a la señora que está detrás del escritorio. - Vengo a la entrevista para el puesto de psicóloga.

- Buenas tardes señorita, espere un momento mientras le aviso al director Johnson. - Me dice amablemente, agarra el teléfono y habla en el por un momento. - Ya puede pasar.

- Gracias. - Le digo caminando a la puerta.

Después de tocar escucho un leve "pase"

- Buenas tardes. - Le digo dándole una de esas sonrisas profesionales.

- Buenas tardes señorita Reynolds, siéntese. - Dice el director mientras observa mi currículum. - Muy interesante. Todavía no se ha graduado ¿verdad?

- No señor, pero estoy por finalizar. En un mes es la graduación.

- Entiendo. -Me dice.

Después de una ronda de preguntas y del recorrido por la escuela y la oficina volvemos a su despacho para hablar del sueldo y los horarios.

- Bueno señorita ¿Qué le parece el sueldo y el horario? - Pregunta sentándose en su silla.

- El sueldo me parece fantástico y el horario se ajusta con mis horarios de la universidad.

- Pues si todo le parece bien, el puesto es suyo. - Trato de no dar un chillido de felicidad. - Honestamente, es la única que me ha dado una buena impresión de todos los aspirantes. - Le agradezco. - Empezaría el lunes ¿De acuerdo?

- Por supuesto Director.

- Bueno, gracias por venir y nos vemos el lunes señorita Reynolds. - Me informa levantándose de la silla y dándome la mano.

- Gracias a usted Director. - Agradezco mientras salgo del despacho de mi nuevo jefe.

Dios, mi nuevo jefe, que bien suena.

***

- ¡El trabajo es mío! - Llego gritando a la casa de mi madre.

- Felicidades enana. - Dice Marcus saliendo de la cocina.

- ¿Qué haces aquí? ¿Acaso no tienes casa? - Pregunto para fastidiarlo.

- Si, si tengo. - Dice. - Solo quería sabes cómo te fue en la mudanza y si todavía tienes que llevar algo mas

- ¿Cómo sabías que iba a venir? - Hago una pausa para quitarme los zapatos. - Además ¿desde cuándo eres tan amable conmigo? - Pregunto frunciendo el ceño.

- Siempre querida hermana. - Dice sonriendo con arrogancia.

- Mentira. - Hago una pausa. - ¡YA SÉ LO QUE QUIERES! - Grito asustándolo. - Quieres ver a Nirvana. Mi hermanito menor se enamoró de Nirvana. - Me burlo.

- Claro que no. - Dice nervioso.

- Claro que si. - Me río. - Solo mírate, estás sonrojado.

- Cállate. - Dice antes de lanzarme un cojín. - Junto en la cara

Efectivamente, el cojín dio justo en mi cara.

Maldito bastardo.

- El chico malo se sonrojó. - Me burlo ignorando lo sucedido.

- Niños, no peleen. - Dice mamá bajando las escaleras.

- ¡SOY LA NUEVA PSICÓLOGA! - Digo elevando un poco la voz.

- ¡¿Por qué carajos tienes que gritar?! - Exclama Marcus.

- Felicitaciones cariño. - ME da un gran abrazo. - Yo sabía que lo lograrías, y tu Marcus. - Lo señala. - No digas malas palabras.

- Lo que sea. - Dice irritado.

Luego de pasar un rato con mi madre, que me alimentó, y con Marc, que no hizo que fastidiarme diciendo que terminaría solterona y con siete gatos. Me despido y les prometo que les escribiría apenas llegue a mi nueva casa.

Antes de ir de vuelta a la mansión, hago una breve parada en el supermercado. La amenaza que nos dio Bernardette respecto a que si entramos a su cocina nos mata me obliga a comprar provisiones para tener en mi habitación

N/A: Allie.

Hola holaaaaaaaa. Aquí Allie, dejandoles otro capitulo😁. A partir de aquí la cosa se pone un poco mas interesante, se lo prometemos.

Nos vemos en la próxima ;).

An Unexpected MeetingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora