Prólogo

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Febrero de 1991 

 ¿Cómo pude llegar hasta aquí? Ser manipulado de esta manera por mi padre. Que bajo he caído.

Escuché como tocaban la puerta del despacho haciendo que vuelva a la realidad.

Musito un “adelante”. 

– ¿Señor Gallagher? – Es Alicia, mi secretaria – Ya están aquí. 

– Hazlos pasar. 

Segundos después atraviesan la puerta tres encantadoras mujeres acompañadas de un hombre, aparentemente todos de mi edad. 

– Buenas tardes – Les doy mi mejor sonrisa – Mi nombre es, como ya sabrán, Bruce Gallagher, y fui su donante. 

– Mucho gusto – Me dice el hombre de las gafas – Soy Connor Brown,  y esta es mi esposa Cassandra – Señala a la mujer a su lado. 

– Un placer – Dice dándome una media sonrisa. Wow, que ojos tan hermosos. 

– El placer es todo mío – La tomo de la mano para luego depositar un beso sobre esta, haciendo que se sonroje y que su esposo me mire con enojo. 

Me volteo hacia las dos mujeres restantes.

En eso, la rubia se me acerca y me da un apretón de mano formal. 

– Encantada de conocerlo señor Gallagher – Retira su mano rápidamente – Soy Elizabeth Hamilton. 

– Por favor, no me diga señor. Siento que está hablando de mi padre. 

Su cara permanece en estado neutral ¿Esta mujer no tiene emociones o qué?  

Giro hacia donde está la pelinegra con mi mejor sonrisa galante, que gustosamente me devuelve con un guiño. 

– ¡Hola Bruce! – Sonríe – Puedo llamarte así ¿no? – Asiento – Soy Rebecca Williams – Y me da un gran abrazo, no sé cómo reaccionar a eso. Que incómodo. 

– Mucho gusto Rebeca – Se separa de mi. – Tomen asiento mientras esperamos que llegue mi abogado. 

En ese momento se abre la puerta bruscamente dejando ver a mi impuntual amigo algo agitado. 

– ¡Ya estoy aquí! Disculpen la tardanza. Alicia cariño, tráeme un vaso con agua, gracias.– Dice mientras toma asiento junto a mí en la gran mesa color caoba. 

– Muy bien, sin mas preámbulos, el motivo de esta reunión es el siguiente. – Les indico mientras Jeremy saca unos papeles de su portafolio. – Comprendería si no aceptaran esta oferta, pero es muy importante para mi saber que cuento con su apoyo para esto. – No puede ser que esté nervioso. 

– Al grano. – Oigo decir al señor Brown algo impaciente. 

– Mejor dejo que mi abogado les explique. – Si Bruce, calladito te ves más bonito. 

– Primero que todo, buenas tardes – Todos le responden al unísono – Yo soy el abogado de Bruce, Jeremy Cooper – Muestra el contrato previamente hecho –Este papel que pueden observar aquí es un contrato el cual dice que el señor Gallagher – Hago una mueca ante la mención de la palabra “señor”, el sabe que lo odio. – Les concederá una manutención mensual a las futuras criaturas a cambio de fotos de los mismos y una que otra visita casual.

– Con todo respeto Bruce, pero ¿qué te hace creer que estaremos de acuerdo con esto? – Dice Cassandra –Nos has dicho todas las condiciones, pero, no sabemos el por qué necesitas todo esto. 

– Buena pregunta – Digo bajo la atenta mirada de todos en la mesa – Todos los motivos de esto están aclarados en el contrato, pero, créanme, será muy beneficioso para los bebés.  

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