POV Nirvana
- Debes ser el idiota más grande de todos. - Digo limpiándome las lágrimas. - ¿Eres virgen? ¿Es en serio?
- No te burles Nirvana. - Dice Damien acostándose en mi cama.
Después de contarme su maravillosa experiencia con mi hermanita Heather, no he podido parar de reír.
-Pero, en serio ¿Quién le pregunta eso a alguien que acaba de conocer? - Me acuesto a su lado. - Veo que en tu casa no te enseñaron modales.
- Pasaba más tiempo en tu casa que en la mía.
- ¿Qué insinúas? - Digo alzando una ceja.
- Nada. - Dice riendo. - Ahora dime ¿Qué estabas haciendo para tardarte tanto en llegar? Sé que eres impuntual, pero tampoco así.
- Ahora soy una mujer independiente, tenía cosas que hacer. - Me encojo de hombros.
Me da una mirada de "¿En serio?".
- Está bien, me encontré a Scott casualmente esperándome afuera de la universidad y se ofreció acompañarme a comprar las pinturas que necesitaba para el mural.
- ¿Y eso te tomó más de una hora?
- Bueno, digamos que se ofreció a llevarme a almorzar.
- ¿Y aceptaste? - Me mira sorprendido.
- Tenía hambre Damien. - Hago un puchero.
- Yo siempre supe que Scott era un chico inteligente, sabe como conquistarte. - Me da un codazo en las costillas.
- No me está conquistando, el tema con el ya fue superado hace años.
- Por tu parte, de su lado no estoy muy convencido. - Se ríe. - Bueno ¿Cómo me vas a compensar el llegar tarde? Te recuerdo que hoy es día Nirvana-Damien no Nirvana-Scott.
- No te pongas celoso. - Me paro de la cama. - Como recompensa le diré a Bernardette que prepare galletas mientras charlamos y ves como pinto mi mural.
- ¿No te puedo ayudar? - Hace un puchero
- ¿Recuerdas las últimas vez que me ayudaste a pintar algo? - Veo como hace una mueca.
- Si, mejor me quedo quieto. - Ambos nos reímos.
- Puedes ayudarme a sacar los muebles para no ensuciarlos.
- Perfecto. - Se sube las mangas de su camisa. - Manos a la obra.
***
- ¡Mierda! - Damien grita lo que hace que se riegue un poco de pintura en mis piernas descubiertas.
- ¡Damien! Hiciste que me manchara de pintura.
- Por si no te habías dado cuenta ya, tienes pintura hasta en el cabello. - Dice. - Además, mira la hora, el entrenador va a matarme si llego tarde a la práctica.
- No te puede matar, eres su jugador estrella. - Sonrío. - Solo llevas aquí como media hora, no me dejes sola, nadie está en la casa.
- ¿Y las chicas?
- Heather tiene clase a esta hora y Shannon tiene práctica. - Digo. - No me abandones aquí. - Lloriqueo.
- No tengo la culpa que hayas pasado tú tiempo con Scott. - Dice mientras se mira en el espejo.
- Ya te dije que lo siento. - Hago un puchero.
- Quedamos otro día Ana. - Se queda inspeccionando mi cara. - Iba a darte un beso en la mejilla, pero está manchada de pintura amarilla.
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An Unexpected Meeting
RomansaHeather Reynolds, la fotografía es su pasión, ser odiosa es su vocación. Nirvana Brown, sarcástica por nacimiento, artista por excelencia Shannon Hamilton, tímida normalmente pero en el escenario es otra persona. Tres chicas totalmente diferentes...