Capitulo 5

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POV's Nirvana.

- Ya Damien, paremos. - Digo tratando de recuperar el aliento.

- No aguanta nada, pareces una vieja. - Dice tendiéndome su
envase de agua.

- Cállate. - Le doy una mala mirada. - Vamos a sentarnos.

- Está bien, creo que ya es suficiente por hoy. - Nos sentamos en el banco más cercano. - Ahora sí, puedes contarme como te fue ayer con tu papá.

Tenemos la tradición de correr en silencio hasta que uno de los dos no pueda mas, y luego nos sentamos para hablar hasta que nos aburrimos y nos vamos, obviamente siempre soy la que se rinde primero.

- Bueno, no estuvo mal. - Doy un sorbo al agua. - Le pedí perdón por haber ido al funeral, y le dije que siempre iba a ser mi papá, no importan lo que digan los genes.

- Ay pero que cursi te pusiste. - Le doy un golpe. - Lo siento, continúa.

- El me dijo que no había nada que perdonar, que el sabía que eso iba a pasar y bla bla. El punto es que ahora estamos bien.

- Ves, te dije que todo iba a salir bien.

- Si, tenías razón, gracias por todo.

- Ya sabes que no tienes nada que agradecer. - Me sonríe. - ¿Qué vas a hacer más tarde?

- Hoy es la lectura del testamento. - Le recuerdo.

- Mierda, verdad. Hoy es el día en donde te vuelves rica. - Le vuelvo a dar un golpe. - Es en serio Ana, de ahora en adelante me tendrás que pagar todo, y también a Lena.

-Claro, es que eres tan pobre señor estrella del fútbol. - Ambos reímos.

- ¿Y luego de eso que harás?

- Todavía no lo sé, espero salir temprano de eso - Respondo. - ¿Por qué?

- Es que los chicos organizaron una noche de videojuegos, después del partido claro, para celebrar la victoria todavía no otorgada. - Tengan la edad que tengan, nunca madurarán. - Y sabes que ellos te aman, así me dijeron que tenías que ir si o si. - Río.

- Claro que iré, no hablo con ellos desde hace dos semanas que se fueron a Los Ángeles.

- Perfecto, ya les aviso, especialmente a Scott. - Alza sus cejas.

- Sabes que ya no tengo nada con Scott, no entiendo por qué siempre me lo recuerdas. -Ruedo los ojos.

- Aw, es que se veían tan lindos.

- Fue solo sexo Damien, supéralo.

- Sexo es lo que necesitas, estás un poco amargada.

- Lo siento. - Le digo. - Es solo que, toda esta situación con Bruce y las otras chicas me tiene un poco estresada.

- Por eso te digo, necesitas sexo querida amiga. - Dice palmeándome el hombro.

- O tal vez deba pintar un rato, eso siempre funciona.

- Nada como el sexo Ana, inténtalo.

- No tengo con quien intentarlo. - Suspiro.

- Puedes tener a quien quieras, sabes que eres hermosa.

- Gracias, pero en estos momentos no busco a nadie. Solo quiero acabar mi carrera. - Otro suspiro. - Y hablando de sexo, tú debes tener mucho, porque estás como más feliz de lo normal.

- Si supieras que yo también necesito eso. - Suspira. - Ya llevo un mes.

Damien, aunque es muy sexy, no es tan mujeriego. Pero como todo hombre, no puede mantenerse en abstinencia. Era peor cuando no estaba Lena, luego de su llegada el cambió para bien.

An Unexpected MeetingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora