Aterrizaron y por el revuelo que había, sabían que Daemon ya hizo su gran entrada dramática. Al dirigirse al interior del castillo vieron a su madre ir hacia ellos con una gran sonrisa.
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- Mi niño hermoso - beso sus cachetes y lo abrazo- te extrañe tanto.
Alysanne expreso todo su amor y angustia por la falta que le hizo todos esos años. Les contó de la entrada que hizo su padre ante todos y que el rey iba a hacer un pequeño banquete en el jardín, así que los despidió para que se prepararán.
Cuando estuvieron listos y bien vestidos se dirigieron al jardín. Los tres juntos hablaron un poco en su camino, el príncipe preguntó por sus hermanos a los cuales no vio venir a recibirlos, su madre le explicó que Daena estaba en el norte, lo cual le sorprendió y los gemelos se durmieron por jugar tanto.
Así que los iría a ver más tarde con su padre un rato, también quería pasar tiempo con Rhaenyra, al llegar captaron la sonrisa de Daemon al verlos.
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- Mi amor, preciosa como siempre -beso a Alysanne- sobrina que bueno verte tan pronto.
- Gracias tío, lo mismo digo.
El rey llegó segundos después y observo a Jaehaerys con un poco de enojo, al saber las acciones que tomo con la princesa heredera, pero sabía que no podía estar mucho tiempo enojado con el joven. Era un buen muchacho que amaba mucho a su hija y comprendía el amor a esa edad, él también lo tuvo y quería lo mismo con su hija, además de la promesa que le hizo a la querida Aemma.
- Así que aquí está la pareja fugada -Viserys palmeo la espalda del rubio.
- Mi rey -hablo un poco avergonzado Jaehaerys - se que mis acciones no fueron las mejores, pero en serio amo a la princesa y enfrentaría su misma ira por ella.
Los presentes esperaban la respuesta del rey ante la declaración del joven, después de unos segundos con su rostro serio finalmente sonrió.
- Esta bien, pueden casarse, si es lo que mi hija desea.
