La salud del señor de la casa Velrayon era de preocupar, la fiebre que no cesaba era la mayor inquietud.
- Lo siento mi reina -dijo Rhaegar arrodillado en frente del trono a Rhaenys- , trate de protegerlo, pero falle.
La regente, en ausencia de su marido, no culpaba al joven de nada. Entendía lo peligroso que fue la emboscada planeada por Corlys y mas aún que no pudiera hacer algo cuando era atacado en batalla por todos sus enemigos.
- No tienes que disculparte cielo, en realidad me alegra que estés bien, mi hija y mi nieto te necesitan -hablo Rhaenys, pidiendo que dejara de arrodillarse.
Cuando iba a contestar fue interrumpido por la entrada de Laena, quien al saber que su esposo regreso, corrió rápidamente hacia el.
- Dioses Rhaegar -decía mientras lo abrazaba muy fuerte- , nos has hecho mucha falta.
- Ustedes a mi -la beso- , los extrañe horrores, ¿Dónde están? -pregunto por refiriéndose a su hijo y hermana.
- Están esperándonos en la habitación -le respondió- , no quería que Victor te viera lastimado en caso de que lo estuvieras.
El momento fue interrumpido por Vaemond Velaryon, quien miraba la escena escéptico, nunca le cayo bien Daemon y mucho menos lo haría el hijo. Compartió su opinión sobre el destino de la casa Velaryon con la posible muerte de Corlys, dejando vacío el señorío.
- Mi madre puede hacerlo tranquilamente -dijo Laena, quien junto a su esposo subieron por la escalera, situándose uno a cada lado de Rhaenys.
- Solo gobierna en ausencia de su marido -contrataco Vaemond.
- No entiendo el conflicto, este reinado pasara a mi hija Laena y su esposo Rhaegar, ese es el deseo de mi marido -dijo con seriedad.
- No creo que dos muchachos entiendan la carga que es ser señor de los mares y ya sabemos que una heredera mujer, nunca trae nada bueno -miro con desagrado a la pareja.
- ¿Entiendes las palabras que dices Vaemond? Pueden ser tomadas como traición -pregunto la monarca temporal.
- Es muy descarado de su parte -se unió Rhaegar, mirándolo con seriedad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Tengo derecho a suceder el trono como primogénito varón y no necesito de usted para poder reclamarlo -miro esta vez a su cuñada- , la corona tiene razones para estar de mi lado.
Salió de la sala en cuanto termino de hablar, la convicción de las palabras del Velaryon, dieron una idea de quien estaba detrás de su reclamo por la casa a los tres presentes.
- No se preocupen, esto es algo que les pertenece -aseguro la mayor- , no dejare que se lo quiten.
- Gracias madre, me alivia que estés aquí para nosotros -la abrazo- , por ahora vayamos a ver a Victor.
