Dar la noticia no era fácil, prefería sufrir todo tipo de torturas antes de decirle esas palabras a Rhaenyra y Jaehaerys.
Camino hasta el final de la mesa ilumina y separo a ambos de los del consejo negro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En su cara se reflejaba la angustia y tristeza de lo que estaba por decir, preocupando así a los actuales reyes.
- Rhaena cayo en batalla -soltó de una vez- , murió junto a su dragón.
La reina casi cayó al suelo de la impresión, sino fuera por su esposo quien la sostuvo. Aunque él también por poco y se dejaba caer.
- Jae -lo llamo con un nudo en su garganta- , mi niña no puede estar muerta.
Soltó lo último sollozando en sus brazos, siendo abrazada por el rubio quien también soltaba lágrimas por la pérdida.
- ¿Quién fue? ¿Cómo fue? -le preguntó aún con lagrimas, pero con enojo en sus ojos, todavía sosteniendo a su esposa contra el.
- Aemond -declaro- , ese bastardo la ataco en el castillo de Baratheon y luego inició una pelea con Bruma y Arrax.
- Maldito niño tuerto -insulto con un odio profundo en su voz- , tendré su cabeza en mis manos.
Se llevó a su esposa fuera de la vista de todos, dejando a Daemon a cargo, llegaron a la habitación y la reina lloro a todo pulmón acompañada por Jaehaerys.
El shock y el cansancio dejaron a Rhaenyra en cama durante todo ese día, cuidada por su esposo como siempre.
Quien fue visitado en la mañana por Alysanne, trayendo consigo a Naerys quien tenía en sus brazos a la bebé Visenya.
- Mi pequeño -dijo la castaña apenas verlo con los ojos rojos por llorar, se dirigió a abrazarlo.
- Mamá, no tenia que haberla enviado -sollozo en el hombro de su madre.
- No -tomo su cara para que la vea- , no es tu culpa, cariño. Ellos son los únicos culpables, tienen que pagar y lo harán...
- Con fuego y sangre -completo asintiendo, volviendo a abrazarla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
