Un Último Deseo

El sexo es cosa seria

'Pensé que estaba contento en la mañana. ¿Le habrá pasado algo en el trabajo?' pensó Urano sin dejar de mirar a su esposo caminando hasta la cama y dejándose caer en ella. Nunca lo había visto tan... devastado.

La joven metió su mano en la bolsa de su suéter, repasando la pequeña caja que había comprado en la farmacia durante su camino de vuelta. La verdad es que los que les había regalado Shuu en el hospital se perdieron y ella se había sentido abochornada al comprarlos de nuevo.

Miró el libro que tenía en las manos. Lo había estado leyendo desde que llegó para prepararse. Una de esas novelas eróticas que su suegra le regaló cuando recién se mudó... uno de los libros que ella quitó de su biblioteca para guardarlo en otro lugar. Era el primero que había salido. Quería ideas de que hacer o como comportarse con Tetsuo.

Tal vez no tuviera experiencia en el romance o la atracción, pero sabía que las caricias podían subir de tono si se descuidaba y, si era sincera, no quería pensar en cuidar hasta donde llegaban. No eran adolescentes después de todo.

Despacio caminó hasta la cama, sentándose junto a Tetsuo antes de comenzar a peinar su cabello, notándolo tensarse un momento y relajándose al siguiente. Lo notó voltear, mirándola antes de suspirar de nuevo sin que ella dejara de acariciarle el cabello.

"Pensé que irías a cenar."

"No sin ti. Creo que... ya no puedo volver a cenar sola luego de el mes que llevamos casados."

Le sonrió lo mejor que pudo y luego lo observó enderezarse. Tetsuo se sentó al otro lado de la cama, dándole la espalda antes de cubrir su rostro con ambas manos. No sabía que hacer al verlo así. ¿Debería acercarse o era mejor dejarlo tranquilo? ¿Qué haría su madre?

Su padre había muerto cuando ella era muy pequeña todavía, lo poco que recordaba de él eran sus manos sosteniendo un libro y su voz leyendo desde atrás. Su padre siempre la cargaba para leer... su madre... se habría acercado para saber que le pasaba, así que eso hizo. Urano bajó de la cama, la rodeó y se paró frente a él, atrayéndolo lo suficiente para sobar sus hombros y peinar su cabello.

"No sé porque estás así, pero si puedo ayudarte a qué te sientas mejor..."

Tetsuo levantó el rostro. Estaba sonrojado y confundido. Lo vio tocar su frente sin dejar de mirar al suéter de ella. Urano metió la mano y sacó la cajita de preservativos sintiéndose avergonzada.

"Ahm, yo... dijiste que querías tocarme esta noche y... no... no sé en qué pueda terminar... no quiero arrepentirme de no tener de estos... a la mano."

Tetsuo miraba la caja con fijeza cómo si hubiera tenido un error de procesamiento otra vez, se habría burlado si no fuera porque el objeto que él miraba con insistencia estaba en su mano y era, en cierto modo, vergonzoso. Cuándo Tetsuo al fin la miró parecía confundido. Ella volvió a guardar la caja en su suéter justo a tiempo. Tetsuo la tomó de la mano, atrayéndola de nuevo sin dejar de mirarla.

"¿No estás molesta por... eso?"

Ahora la confundida era ella. Solo negó, incapaz de hablar.

"Pensé que... tal vez... te había ofendido cuando no me respondiste nada."

El aire se le atoró en el pecho y casi se ahoga con su propia saliva. Comenzó a pensar con rapidez tratando de recordar. Sintió su cara ardiendo de vergüenza antes de mirar a Tetsuo con una disculpa en el rostro.

"¡Lo lamento, Tetsuo! No esperaba que tú... estaba tan sorprendida que, y luego, no sabía que hacer, y los preservativos y, ahm... olvidé responder." Finalizó con una sonrisa torpe y nerviosa cuando lo que quería era esconderse por su descuido, siendo sacada de su pequeño festival de autocompasión cuando su cuerpo fue lanzado contra la cama, siendo el cuerpo de Tetsuo el que aterrizó sobre de ella, enjaulándola entre sus brazos pero manteniendo cierta distancia entre ambos.