Un Último Deseo

En otro tejido

En realidad, ya teniamos listo esto... solo quisimos esperar un poco para publicarlo, lamento la broma cruel, que disfruten el final alternativo

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Sus madres habían hecho todo lo posible para que ninguno faltara a la cita, aunque no era muy relevante que asistieran en realidad, ya que las mujeres habían comenzado a planear la boda. La cita sólo era una formalidad, sin embargo, ninguno de ellos llegó.

Miyamoto Tetsuo había colapsado en su trabajo. Fue hasta muchos días después, el día de la cita, que lo encontraron. Por su parte Motosu Urano fue aplastada por sus valiosos y amados libros.

Ninguno llegó a la cita

"¡Oh, mi dios! ¡Tetsuo, Despertaste!" gritó su madre aferrándose a su hijo. Había pasado los últimos dos días en cuidados intensivos "Estaba tan asustada... creí, creí que te perdería" sollozó.

"Es..." el pelinegro intentó hablar, notando entonces como no era capaz de pronunciar ninguna palabra.

"Estas deshidratado y famélico, hijo" explicó su madre, dándole un lapicero y una libreta "ten, tendrás que escribir."

Tetsuo garabateó con rapidez su respuesta, devolviéndola a su madre

"Bien, no sabemos cuánto tiempo estuviste inconsciente, pero fue en algún momento después de que te marqué para avisarte de tu cita y los detalles de la misma y el día de tu cita. Los doctores dicen que es un milagro que sigas vivo."

Asintió con la cabeza antes de volver a escribir

"¿Te preocupas por Urano?" su madre era toda sonrisas, aunque no entendía por qué. Revisó su nota.

'¿Urano san fue avisada del motivo de mi ausencia?' odiaba llegar tarde o faltar a un compromiso, aun si era uno obligado. Golpeó la nota dos veces para que su madre le respondiera.

"No, no le avisamos" se sintió mal. Necesitaría conseguir el numero de la chica y explicarle todo "Tranquilo hijo, no le avisamos, pero eso se debe a que ella tuvo un accidente ese día."

Eso lo relajo. Asintió un poco antes de volver a escribir, pero se detuvo, inseguro de sus siguientes palabras.

"Hijo, sé que debes tener muchas preguntas, pero lo mejor será que descanses y te concentres en recuperarte. Estarás hospitalizado dos semanas más. A Urano le darán el alta en un mes, así que esperamos que puedan conocerse mientras ambos estén internados. O puedes esperar a que les den el alta para no espantar a tu futura esposa."

"¿Sig..." se frustró, garabateando una nueva pregunta.

"¡Por supuesto que sigo con eso! Tetsuo, la única razón por la que estás vivo fue por tu cita. Llegué a tu laboratorio para ayudarte a prepararte, así que sí, sigo con eso" lo miró, tomando sus grandes manos entre las suyas, al menos tanto como pudo. "Hijo mío, ahora más que nunca estoy convencida de que esto no hubiera pasado si tuvieras a alguien esperándote en casa. Si alguien hubiera notado tu ausencia con más rapidez..."

Se tensó.

Su madre tenía un punto.

Observó el rostro de la mujer que lo había criado. Se veía demacrada. Había envejecido bastante desde la última vez que la vio, no había rastros de la mujer fuerte y segura que ella era y eso le dolió. Sabía que su madre estaba en tal estado por su culpa.

"... en fin, te moverán a una habitación tan pronto como esté lista. Yo tengo cosas que hacer, volveré mañana para ver cómo te sientes. ¿Hay algo que quieras para que te sientas más cómodo?" preguntó "¿tu almohada? ¿una manta?"