cap 17

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── Muchas gracias, señora Yang. ── dijo el pelinaranja con cierta timidez al ver cómo la omega mayor servía el delicioso almuerzo en cada plato.

── Oh, no te preocupes, cariño. Y quiero pedirte algo. ── el omega lo miró con atención. ── No me digas señora. ── fingió una mueca se asco. Haciendo sonreír al menor. ── Suena muy
anticuado y tal vez parezca vieja, pero aún no quiero hacerme esa idea. Simplemente dime .

── Yo, uhm... ── la omega lo observó con cierta ternura maternal y negó levemente.

── Vamos, no hay problema. Dime como tú mejor prefieras. ── sonrió con compresión. ── Es solo que mi hijo me ha hablado mucho de ti.

Y como si fuera parte de las coincidencias, Jungwon llegó con una bandeja que tenía encima tres vasos y una gran jarra de jugo de naranja natural que él mismo había insistido en prepararlo.

── ¿En serio? ── Sunoo no pudo evitar el comprobarlo mientras sentía como sus mejillas ardían levemente.

── Sí. ── soltó leves risitas bajas. ── No hay día en el que Jungwon no me cuente de ti.

── ¡Mamá! ── se quejó el único alfa del lugar.

Sintió como su pulso se aceleraba, el rojizo estaba seguro que estaba totalmente ruborizado.

── Pero solo digo la verdad, cariño. ── fingió inocencia. Hyde realmente maldecía no tener una cámara para tomarle fotos a su hijo totalmente rojo y avergonzado. Sería un gran recuerdo
familiar para sus futuros nietos.

── Mejor almorcemos. ¿Si? ── le suplicó con la mirada a su progenitora.

Jungwon tomó asiento al lado del omega mientras que su mamá se sentó frente a ellos. Sinceramente Sunoo pensaba que todo aquello resultaría incómodo, ya que después de todo no era bueno relacionándose con los demás y a duras penas le otorgaba su confianza a muy pocos.

Sin embargo, justamente en ese momento sentía todo menos extrañeza. Se sentía cálido y en una conversación muy amena, con sonrisas y comentarios de por medio que no hacían más que
sobrellevar el almuerzo como un momento agradable. Su lobo se había conectado completamente con él, se sentía realizado y de cierta manera podía presenciar que todo era sumamente acogedor.

¿Será que la familia Yang era siempre así?  Sunoo realmente no lo sabía. Pero es como si la confianza saldría genuinamente. Sin forzar nada.

Todo siguió fluyendo con normalidad. La señora Yang empezó a tomar más interés y fue preguntando sobre ciertas cosas al futuro omega de su hijo. Lo que más le sorprendió fue que detrás de ese dulce y gentil aura, Sunoo escondía una parte muy madura de sí mismo, una parte que relució frente a ella al contarle sobre sus más anhelados sueños, sus objetivos y las metas que quería lograr para ayudar a su mamá.

Para demostrarles a los demás que era capaz de muchas cosas y que con su propio esfuerzo podía cumplirlas.

El brillo en sus orbes color miel y las ansias en la que cada palabra salía de los labios de Sunoo, fue suficiente para conmover a Hyde. Detrás de todo ese lindo omega, cubría a un joven seguro y risueño de obtener éxito y felicidad.

Jungwon era otro caso, sin duda su pecho se llenó de completo amor y orgullo, el omega que estaba a su lado demostraba sus puntos de vista con total confianza, con una que el alfa ansiaba ver en todos los aspectos de su vida.

Para cuando el almuerzo concluyó, Sunoo insistió con cordialidad de al menos ayudar a lavar los trastes usados. Hyde sin poder poner más excusas terminó aceptando mientras Jungwon se quedaba limpiando la mesa.

── Realmente agradezco que hayas venido, Sunoo-ssi. ── comentó la omega mientras restregaba los platos con una esponja.

── No, no, señora Hyde, yo debería agradecerle a usted. Siendo sincero, fue muy amable de su parte el haberme aceptado. — respondió mientras enjuagaba los utensilios recibidos.

"Y no solo te aceptaré de esa forma." ── pensó la mayor con una pequeña sonrisa. No iba negar que iba a ansiar mucho el momento en el que su hijo venga trayendo a Sunoo formalmente como su omega.

── No iba a desaprovechar en absoluto, esperaba conocerte de alguna manera. ── habló con suavidad. ── Jungwon me habla constantemente de ti. Y no se equivocó cuando me dijo que eres un omega muy lindo.

El pelinaranja detuvo todas sus acciones y miró fijamente a Hyde, sus mejillas no tardaron en ruborizarse.

── Y tu belleza no solo es exterior, cariño. Tu belleza traspasa hasta lo más noble y puro que es tu corazón... Resalta en tu inteligencia y madurez al pensar en tus sueños y en tu futuro... Y brilla en tu actitud, en tu esfuerzo de salir adelante y apoyar a tu mamá. ── lo miró de manera cálida, relajando al pequeño.

Ella volvió a sonreírle brevemente y prosiguió. ── Muy pocos verán lo que verdaderamente eres, Sunoo. Y por favor, sé muy cuidadoso con ello porque allá en el mundo exterior hay personas de todo tipo y muchas veces son malas y ciegas, gente que no aprecia lo que uno es. Así que solo te pido eso, te lo pido por tu propio bien. Mantén contigo a las personas que tú crees que son importantes, las que verdaderamente te merecen y valoran.

Las palabras calaron muy profundo en su pecho, la sinceridad y el cariño con la que Hyde se lo dijo, habían hecho que realmente sintiera que eran las palabras exactas para lo que estaba viviendo, para algo que hasta él mismo cree que no sabe cómo lidiar.

Sus ojos empezaron a aguarse y trataba inútilmente de calmar cualquier sollozo. La omega mayor sintió su corazón encogerse y no esperó nada para tomar a Sunoo entre sus brazos. Tratando de transmitirle su calor maternal y todo el afecto que estaba haciendo por él. Por su nuevo hijo, por el omega que vendría a formar parte de su familia.

Porque así se maneja todo, con acciones sinceras y que nacen realmente del corazón. Las que uno puedan sentirlo a flor de piel y tocando en lo más profundo de su corazón. Como ahora lo estaba sintiendo el omega. Una bruma, una mezcla de muchas sensaciones cálidas.

𝘁𝗿𝗲𝗮𝘁 𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝘁𝘁𝗲𝗿! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora