cap 24

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Después de que Jungwon dejara la pequeña caja de regalo en una especie de contenedor donde más obsequios se acumulaban, trató de convencer a Sunoo para que saludaran a Jaekyung.

── No lo sé, Won. Mejor esperemos a que aparezca cerca de nosotros. ── decidió desviar aquella idea, no quería que el alfa se encontrara con Cheol. De seguro le provocaría una pelea y lo último que deseaba era ver lastimado a su alfa.

── Uhm, está bien. ── Jungwon sostuvo al omega de la cintura y lo miró con adoración. ── ¿Tienes sed o hambre? No sacaste nada de la mesa de snacks. ── llevó una mano a la mejilla de Sunoo y no pudo evitar acariciar su nívea mejilla.

── Sí, quiero algo dulce.

── ¿Como tú? ── rápidamente besó aquella nariz de botoncito y sonrió cuando vio que el color de las mejillas de Sunoo fue más intenso.

El alfa tomó la mano del pelinaranja y se dirigieron hacia el dichoso lugar.

                       

                                                                                                          
                   
                      
                                             
                     
                       

                     

Los minutos corrieron, canción tras canción pasaba y todos en la gran sala bailaban o al menos
intentaban seguir el ritmo; otros hacían bullicio o tomaban alguna bebida, pero claramente la
euforia y la diversión caracterizaban el momento.

A Sunoo le pareció extraño no ver por ningún lado a Jaekyung, pero toda paronia se fue de su
cabeza cuando supo que estaba ahí para disfrutar y sonreír al lado de Jungwon. Sus gestos le daban
tanta risa como ternura, en ningún instante se sintió incómodo o avergonzado de mostrar aquella faceta vivaz y jovial que guardaba muy dentro de él.

Movían sus brazos y piernas al compás del ritmo, a ellos no le importaba lucirse con extravagantes coreografías o hacer el ridículo frente a los demás. Solo les bastaba sonreírse mutuamente mientras intentaban tontamente ser coordinados con los pasos; soltando risas amplias y burlas el uno al otro.

Todo marchaba de maravilla, hasta que Sunoo sintió un leve hincón en la parte baja de su
abdomen, reprimió una mueca de dolor y a los pocos segundos sintió como si comenzara a subirle la presión.

El omega pensó que solo era un simple bochorno por estar tanto tiempo en movimiento y mucho más en un lugar cerrado y lleno de gente por doquier. Tuvo que detenerse y la mirada atenta de Jungwon no se hizo de esperar.

── ¿Pasa algo? ── inquirió rápidamente, deteniéndose también.

── Uh, no, no, creo que es un simple efecto de estar tanto tiempo aquí. Tengo algo de calor. ── otra punzada hizo que arrugara su nariz, escondiendo su verdadero gesto para no preocupar al alfa "por cualquier cosa". ──  Iré al baño, ahora vuelvo.

── ¿Quieres que te acompañe?

── No, no. Ve y busca algo de beber, no te preocupes.

── ¿Seguro?

── Claro que sí, no demoro mucho.

El omega dejó a Jungwon con las palabras en la boca y corrió rápidamente en una búsqueda
desesperada de algún baño cerca. Las punzadas hacían que se retorciera levemente y que
pequeñas gotas de sudor se deslizaran por su siempre. Empezó a preocuparse cuando sintió su
pulso más acelerado.

Se detuvo al notar que el lugar más ansiado estaba frente suyo, pero antes de siquiera dar un paso sintió como era fuertemente jalado de la muñeca. Su lobo empezó a temblar de miedo, y cuando pudo ver al tipo que lo detuvo, sintió como un
horrible escalofrío recorría su espina de dorsal.

Sunghoon.

── ¿Me extrañaste, bebé? ── habló con ironía en cada palabra mientras sonreía de lado.

── Su-suéltame.

── Me parece que llegué en un buen momento. ── lo ignoró por completo y llevó a Sunoo a casi arrastras a una de las habitaciones del segundos piso.

── No me hagas daño, por favor. — suplicó cuando vio que el alfa lo tiró adentro. — Yo no te
hice n-nada, Sunghoon, podemos hablar.

El alfa sonrió con burla y tomó a Sunoo de la mandíbula, la fuerza ejercida era tanta que el omega empezó a quejarse por el dolor. El alfa se acercó más a él y sintió que el fuerte olor que emanaba Sunoo, no era solo suyo.

── ¡Hueles a ese imbécil! ── gruñó fuertemente y sin ápice de cuidado le arrebató la chalina del cuello. ── Estás sucio, pedazo de omega cualquiera.

Sunoo quiso responder, pero fue lanzado con una fuerza abismal en la cama, intentó
reincorporarse. Quería la bufanda de su alfa de vuelta, su olor le aliviaba la incomodidad en su abdomen.

── Dame eso. ── Sunoo ni siquiera fue consciente cuando fue exactamente que empezó
a llorar.

Lágrimas y más lágrimas embarraban su delicado rostro, el dolor y calor indescriptible en su
cuerpo, sumado al miedo que solo Sunghoon podía causarle iba por terminar volviéndolo loco y
exhausto. Quería escapar, quería ir con Jungwon. Quería estar tranquilo.

── Ese estúpido sigue acercándose a ti. — murmuró con repudio.

── Sunghoon, por favor...

──¡Cállate! — fuerte y tajante, intentó que el omega se doblegara. Pero vaya fue su sorpresa al verlo igual, sin esa reacción de doblegada y sumisa a la que estaba acostumbrado.

Sunoo apretaba fuertemente sus manos en puños, luchando con su naturaleza para no obedecer al alfa frente a él.

── Ya no más, Sunghoon. ── murmuró, sintiendo su cuerpo doler. Sus hombros temblaron, el sudor le empapaba, necesitaba aire.

El mentado rió descaradamente. ── Así que el debilucho omega se cree tan valiente como una puta. Ni siquiera soporto que apestes a ese mísero alfa. ── hizo una mueca de asco mientras se acercaba al más bajo.

El omega enmudeció, no quería verse más aterrorizado de lo que ya estaba.

── Pero yo puedo quitarte eso. ── le habló con firmeza mientras intentaba acomodarse encima de Sunoo. ── Tu dulce aroma a vainilla se está haciendo más fuerte. ── sonrió con cinismo. Sunoo no podía sentir nada más que asco y temor. ¿Cómo pudo fijarse en un alfa como él? ── ¿Ya has entrado en celo, pequeño omega?

Soltando un último entrecortado suspiro, Sunoo intentó darle un rodillazo en el abdomen y lo empujó. Todavía con el dolor intentó trotar hasta la puerta, pero antes de siquiera tocar la perilla fue nuevamente jalado, recibiendo una sonora cachetada.

Sunoo cerró los ojos, permitiendo que más lágrimas cayeran por todo su rostro. Sus muñecas dolían al ser fuertemente presionadas.

── Déja-me ir, por f-favor.

Sunghoon pasó su nariz por la curvatura del cuello del omega y aspiró el aroma dulzón que emanaba cada vez con más intensidad.

── He esperado tanto por esto, bebé. ── le susurró con la voz sumamente ronca. ── Quiero que seas un buen omega para mí.

𝘁𝗿𝗲𝗮𝘁 𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝘁𝘁𝗲𝗿! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora