Hibernar

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Extraño y de alguna manera adorable, eso pensaba wukong cada vez que veía como aquella teoría tenía cada vez más y más sentido, macaque seguía exigiendo más comida y si no se la daba la robaba para esconderla debajo de la cama, era un poco extraño ya que habían momentos donde notaba que el demonio quería forzarlo a comer a él también, pero trataba de no prestarle mucha atención en ese aspecto, luego estaba el hecho de que había esta reuniendo (robando) más almohadas y sábanas para hacer un nido más cómodo, o eso pensó wukong pues no tenía sentido que se llevara dos almohadas de las suaves y una sabana gruesa por gusto cuando nunca antes lo había hecho.

En fin, no le iba a exigir mucho, sabía que terminaría perdiendo la pelea, como siempre era incapaz de ser exigente con macaque.

Tal vez el hecho de nisiquiera recordará como sonaba su voz hacía qué no pudiese enfadarse realmente con el, era conciente de que no poseía culpas sobre lo que paso, pero tampoco sentía que hubiese hecho lo suficiente, así que intentaría dejarlo en paz todo lo posible, si es que eso lo recompensaba de alguna manera.

En los últimos días solo notó como este casi se acababa los duraznos de su árbol en el afán de comer más y como casi le quita la ropa en dos ocasiones cuando estaba distraído, simplemente no se lo permitió porque ya tenía mucha ropa suya y ya estaba un poco cansado de ver que no tenía nada para ponerse, porque encima tenía que ponerle a macaque ropa diferente a la que este había robado.

Las veces que hacía intentado recuperar su ropa no habían salido tan bien como pensó al principio.







Supuso que el día había llegado cuando este se levantó extrañamente inquieto, no sabía cómo funcionaba el proceso o si podía ayudar a macaque de alguna manera, solo sabía que este se había despertado más atento y cansado qué los días anteriores, lo único que le hizo saber que realmente estaba despierto era que seguía comiendo lo que sea que le ofreciera y que de vez en cuando le lanzaba para atacarlo, no entendía porque lo hacía, pero tampoco sabia como evitarlo. si bien en esos dias el demonio no había engordado si lo notaba un poco más relleno, sería extraño qué no con todo lo que había estado comiendo y robando las últimas semanas.

Al final temprano por la noche tuvo la intención de "despedirse" se él de algúna manera, suponía que sería como en la pelis, iba a dormir hasta que pasara el invierno o algo así, realmente no sabía nada del tema, no es que importara o hubiese sabido que algo así sucedería.

Sin embargo se extraño al ver como macaque le tomaba del ante brazo y se dirigía hacía la cama.

No entendió muy bien que pasaba hasta que decidió dejarse llevar notando como hasta cierto momento el demonio prácticamente lo estaba jalando para que fuese a la fuerza con el debajo de la cama.

Y aunque al principio se resistió, bastante de hecho, pero no se encontraba capaz de ser brusco con el otro para quitárselo de encima y aun menos de gritarle por lo que estaba haciendo, se sentía como un Montruo de solo considerar la idea de hacerlo ya que era conciente de la situación de su contraparte.

Como era de esperarse termino perdiendo la batalla cuando el de cinco orejas y media solto un chillido fuerte mientras casi le clavaba las garras en el pecho, eso le hizo bajar la guardia un instante pensando que algo le había dolido al demonio.

Sin embargo solo fue una trampa, en cuanto se distrajo termino debajo de la cama.

Por su parte la luna aun se aferraba muy fuerte al sol, para este sería complicado salir de ahí sin que su compañero se diera cuenta.

Aprender a vivir de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora