Cap 11: La cita.

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Me gusta las cenas con postre, pero no ese postre.

Erika.

Hoy es el día de la gran "Cita" al menos así la llamada Henry, ya me imagino lo que me dirá, y es horrible.

Su forma de tratarme es tierno, pero no estoy acostumbrada a ese tipo de afectos. Henry se entusiasmó demasiado cuando le dije que si.

¿Y si Aaron lo hubiera echo?

¿Dirías que si?

No. Hay por favor, el en su vida haría eso.

Tal vez. Ya me estoy volviendo loca.

Mientras me arreglaba, de mi mente no salía esa escena tan salvaje, Aaron y yo besándonos en pleno bañó. ¿Por qué hizo eso? Se supone que nos odiamos mutuamente.

Pensar en esto hace que mi cerebro se deshabilite. Si Henry se enterará no se por quien iría primero si con Aaron o por mí.

Cómo no me gusta exagerar con la ropa y el make up, me puse algo sencillo, un pantalón alto y ajustado y una blusa negra con los hombros descubiertos. Mi make up es sencillo, no necesito mucho.

No pasa mucho desde que me arregle y tocan mi puerta.

Es Henry.

Cuando la abro, Henry me mira de arriba a bajo y sonríe.

—Soy afortunado de tener a un ángel como novia. —Me da una sonrisa perversa.

Lucia un traje morado claro con una corbata negras, sus ojos grises se veían poderosos. Me toma de sorpresa y me abraza con fuerza.

Dato curioso de Henry: es el chico romántico y carismático que te da la cita perfecta.

Lo cual es lindo.

Nos subimos a su lujoso auto, mientras íbamos en el camino observo lo hermosa que es nueva York en las noches. Las luces iluminaban la ciudad.

Llegamos a un restaurant que de lejos se ve lujoso, Henry hablá con la recepcionista y nos lleva a una mesa, la gente, el lugar enteró, me siento ajena a esto.

Pensé que sería más casual o diferente no esto.

Miro a Henry con mal cara. —Henry ¿Por qué no me dijiste que me llevarías aquí, me siento rara entre este montón de gente elegante.

—Por que es una sorpresa. —Lo Dice como si fuera obvio.

—No lo sé, yo pensaba que me llevarías a McDonald's, o tal vez en una pizzería o a comer tacos.

Eso son mis gustos en la vida.

—Pues acostumbrate, por qué cada que salgas conmigo estos serán nuestros lugares. —La idea me aburre.

El mesero llega y nos da el menú, queda un momento parado para pedir nuestras órdenes.
Henry hablo primero, en realidad no se lo que pidió por qué lo dijo en chino. El mesero se dirige a mi.

—¿Y usted qué quiere? —Me dice el mesero.

—Una ensalada. —Me corta Henry.

¿Por qué me enamore de tí? (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora