Cap 21: Deseos Encontrados

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Los perversos siempre se deleitan cuando encuentran un alma parecido a la suya.

Marqués de Sade.

Aaron.

Ok. Lo admito si me dió celos ver cómo otro le tocaba el culo a Erika. No debí decir eso.

El infierno que estaría dispuesto a resistir por sentir tus latidos y tus besos con sabor a Fuego.

No me juzguen. Me ha estado provocando desde que fuimos a Hawai. Es fustrante. Trato de ser indiferente pero no me deja. Erika me había provocado desde que nos conocimos, desde que decidió declararme la gerra. Y ya no puedo resistirme.

La arrastró hacia un rincón oscuro del club. ¿Querías jugar? Vas a jugar.

La mirada de Erika gritaba "vamos" —¿Que hacés? —¿En serio? Creo que es obvio.

Juego con la camisura de sus labios y eso parece molestarle. Tomo su mentón para que esos hermosos ojos fieros me miren, Su mirada muestra miedo y eso me sorprende ya que es muy segura de lo que hace —Aparentemente —Me acerco poco a poco hasta sentir nuestras respiraciones mesclarse. Y la besó. Pero esta vez la besó con suavidad dandole la seguridad de que está todo estará bien.

La tomó de la cintura y la acerco aún más a mí, mis manos viajan por su vestido, y llegó hasta su muslo, lo acaricio con delicadeza. Subo lentamente hasta llegar a su zona íntima, hago sirculos en su zona y eso parece gustarle. Erika me toma del cabello con fuerza. Me separó a unos centímetros de ella para respirar un poco, ambos estamos agitados. Así te quería ver rendida. Tener dominio en ti. Llegar al punto de hacerte perder el control con solo un movimiento.

Sin avisarle hundo mis dedos en su zona mojada. Al principio lento y suave y poco a poco boy cada vez más rápido quiero hacerla tener un orgasmo. Erika suelta un gemido de dolor, y tapó su boca para que no haga ruido no quiero que nos vean aunque con ese vestido cualquiera nos ve. Cada vez hago los movimientos más y más rápido.

—Aaron...

—Shhh. Te quiero así.... A vos bajita y a latidos altos.

Pero ahora que lo pienso la quiero dejar con las ganas que sufra un poco. Me separó bruscamente de ella. Ambos estamos muy agitados nuestros labios inchados. Aún no me creo que la persona que ha estado haciendo lo imposible para alejarme de su vida ahora la a escasos centímetros de mi.

Su karma.

Le debió una al karma.

¿Que sucede? —Pregunta confundida.

—Vamonos.

—¿A dónde?

La pregunta me ofende.

Si ya lo sé.

—Vamonos.

—¿Pero y los chicos?

—Si los secuestran, para mí sería un milagro.

—Eres un.... Está bien vámonos.

Nos fuimos por la parte de atrás del Club y pedimos un taxi que nos llevará al hotel. Los demás se irían en el bus. Mientras íbamos de camino al hotel la tensión que había era entre pesada, agitada e incómoda. En ocasiones cuando observa ví que Erika se perdía viendo la ciudad, las luces, la música y las personas. Cuando llegamos al hotel, fuimos rápido hasta la suite.

Nos dirigimos a mi habitación con urgencia tras besos y caricias la lleve a mi cama en dónde le quite el vestido como si fuese la vida en ello. Yo procedo a quitarme la camisa y el pantalón y quedó en bóxer. Cuando estábamos en el baño aquella noche no detalle muy bien su cuerpo. —Ademas del tatuaje — Los perfectos detalles de su cara, su cuerpo tan delicado. Entre besos bajo poco a poco desde la clavícula hacía sus pechos y muerdo uno de ellos sigo hacia su ombligo, le quito las bragas de un tirón pero me sorprende lo que veo. Tiene cicatrices Serca de su zona ¿Que diablos?. Erika se sienta frente a mi cerrado sus piernas.

¿Que escondes. Bestia?

—¿Que sucede? —Pregunto.

—El condón imbécil.

¿En serio?

Sabemos el concepto de follar con protección.

Sonrió ligeramente y busco un condón entre mis cosas. Tomo uno y rompo el emboltorio. Me lo coloco.

La tomó de la nuca y la atraigo a mi. Nos recostamos en la cama. Me meto entre sus piernas y antes de poder hacer algo:

—¿Estás segura?

—Si.

Eso fue suficiente para mí. Cada empujón que daba era más y más rápido. Cada roze de sus labios son deleite para mí. Sus gemidos son como música para mis oídos. Erika se estremecía debajo de mi. La tomó de las piernas y la siento en mi regazo para tenerla frente a frente. Ella hace los movimientos de arriba a bajo rápido ¿Te gusta rudo eh? Ya siento que estamos llegando al orgasmo. Cuando estoy dentro de ella miró sus ojos y en ellos hay un brillo que envuelve mi corazón. Nuestros movimientos son rápidos y no nos molestamos en seguir así nos falte el aire. Cuando llegamos al organismo Erika acuesta su cabeza en mi hombro y va dejando besos mojados en el. Cuando ya no podemos más . Se acuesta a mi lado. Me paro frente a ella de rodillas y acaricio sus muslos. Beso sus muslos y subo hasta su intimidad y con mi lengua hago que se exite y que pida más toma mi cabello con fuerza. Arquea su espalda y pongo mis manos entre sus pechos. Estábamos tan cansados que me acuesto con ella y la abrazo nunca me sentí tan bien en mi vida con una persona. Ni menos alguien como ella que a jurado la Guerra conmigo. Pero ahora la tenía aquí conmigo vulnerable. Solo para mí.

La ironía es que después de tantas peleas y momentos raros terminaron en la cama.

Me valen tus ironías.

Es mejor que el karma.

Claro.

El deseo de tenerla Serca era inevitable y ahora que lo tengo no pienso soltarlo por nada del mundo.

***
Gracias por leer.

Will Villamil.

¿Por qué me enamore de tí? (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora