Cap 16: El Viajé.

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¡Nos vamos a HAWÁI!
Sol, arena, playa y alcohol.
Las combinaciones perfectas para el desmadre.

Erika

Llegó el día del viaje y Henry no me dejaba ir, me tiene pegada a el, estábamos en el aeropuerto, mientras Greta, daba instrucciones a los demás, yo estaba bajo las garras de Henry.

—Nos mandaremos mensajes todos los días.—Dice Henry.

—Siii, pero en caso de que no responda es por qué tengo una resaca insoportable. —Bromee.

Henry me estampa un beso en los labios, fue un beso tierno y lindo. ¿Que estoy haciendo? Ni siquiera me gusta, si es lindo y todo, pero por más que intento no lo logro.

Me despido de Henry, al entrar al avión veo a mi alrededor, Connor se había sentado con Lucero, mientras el se hacía bromas ella cada cinco minutos le daba un manotazo. Griff estaba medio dormido al lado de Greta, los nuevos estaban sentados en diferentes puestos y unos que otros estaban juntos. Y Aaron estaba sentado solo escuchando música. Yo por mi parte me siento con Ha Kyung que esta muy entretenida con su móvil, acomodo mis cosas y me siento a su lado. Cuando veo de reojo con quién está hablando, veo que está registrado como ¿Mi Kookie? ¿Quién diablos es su Kookie?

—¿Quien es tu Kookie? —Pregunto sonriente.

Ella entre cierra los ojos, —Eso no te importa, además yo soy como tú hermana mayor, soy yo la que te debe de preguntar eso.

—Me da igual, quiero saber quién es él.

—Ya supones que es un hombre, ¿Y si es mujer? —Se estaba alterando.

—¡Bien! Pero me lo tendrás que contar. —Le advertí.

—Bien, pero por ahora tendrás que esperar. —Asegura.

—Detesto cuando no me dan un chismesito de buenos días.

#

Fue un viaje largo, no recuerdo cuántas horas pasaron, por qué a cada rato me quedaba dormida.
Un bus nos recogió y nos llevó directo al hotel, al llegar mis neuronas empezaron a trabajar, las palmeras, el lujo, la shampame que servían a los turistas y clientes, ¿No puedo creer que esté aquí? Y que Greta esté pagando esto solo para probarnos es aún más sorprendente. Esto tiene que ser perfecto.

Nos registramos, Greta dijo algo sobre las habitaciones. Que en el momento en que entramos todos nos quedamos pasmados. Es una suite park. Griff se lanza en un enorme mueble, mientras los demás tiran sus cosas en cualquier parte de la suite, yo pruebo unas botanas que hay en la mesa. Estaba tan asombrada, de verdad tenemos que dar lo mejor de nosotros.

—¡¿Quien quiere alcoholizarce?! —Grita Lucero.

Todos gritan ¡YOOOOO! Excepto Aaron el estaba en su mundo, en menos de una hora ya estábamos listos para ir a la playa, me había puesto un bikini rojo, las chicas también andaban en trajes de baños y ni hablar de los chicos. Los chicos se adelantan, mientras yo busco una toalla.

Me detengo un momento, ¿Esto es en serio? Aaron estaba sentado en el mueble leyendo un libro. Me acerco a el, y pongo mi mano en su libro para atraer su atención. Sus ojos grises se encuentran con los míos. Y yo le sonrió.

—¿No vas a venir con nosotros? —Le preguntó.

—No

Vale, está de mal humor.

—¿Por qué?

—Quiero tranquilidad. ¿Quieres déjame solo?

—¿Por qué?

—¡Que irritante eres! —Me dice levantándose del mueble. —Me voy a ir a mi habitación, a ahogarme en una almohada.

—¡Imbécil, aguafiestas!

Se pierde en el pasillo, estamos todos en la playa, bebiendo cervezas y bailando, Connor dando sus anécdotas de sus amores pasados.

—¡Hay Connor tu vida amorosa es deprimente! Dinos algo que valga la pena. —Comenta Ha Kyung.

—¡No es mi culpa qué las mujeres de mi vida sean celosas!

—¿Y eso a quien le importa? —Pregunto yo.

—¡Erika! No estás ayudando. —Dice Griff.

—¡Pero!¿Que coño hace hablando de eso? Eso quiere decir que como hombre no tiene voz de líder. —Digo yo.

—Es que yo no soy un hombre compren.....

—¡Cállate! —Le ordenó.

—Vale, ya se que no les importo. —Finge dolor.

—Llora, llora, para que podamos burlarnos de ti. —Opina Ha Kyung.

—Estas mujeres son malas, yo les digo algo bonito y me salen con patadas.

—No digas eso, yo te quiero. —Lucero lo abraza con fuerza.

Duramos mucho tiempo en la playa, nos bañamos, jugamos fútbol en la arena. Fue muy divertido, a eso como las ocho fuimos a la suite. Estábamos muy cansados, mi cuerpo se había enrojecido por los golpes de las olas, fui a mi habitación, —Lo bueno es que cada uno tiene la suya, odiaria compartir. — Me duche y me cambié.

Fui a la sala de la suite. Dure unos minutos ahí, y luego fui a la cocina, tenía una pequeña fatiga que tenía que acabar, seque una manzana de la nevera último modelo, cuando cierro la puerta y Aaron hablá.

—Valla, la bestia tiene habré. —Comenta Aaron.

—Eres un imbécil, ¿Lo sabías?

Rodeó la isla, mordiendo mi manzana, mientras Aaron me mira atentamente, como analizando mis expresiones.
Vuelvo a la sala y me acuesto en el mueble. Aaron vuelve a aparecer.

—¿Necesitas algo? —Pregunto frunciendo el ceño.

—No.

—¿Puedes irte?.

—No.

¡Quieres pelear!

—¡¿Entonces que quieres?!

Me siento, y dejo mi manzana en la mesita, Aaron se sienta conmigo, trato de poner distancia, pero no lo logro. Me toma de las caderas y me sienta en su regazo. Trato de no mostrarme nerviosa. No puedo respirar bien. Aaron pasa sus manos por mi espalda, prosiguen por mis nalgas, y me pega aún más a él.

Si quieres.

No quiero.

No te resistas.

Vale, si quiero, beso a Aaron de manera brusca, lo tomo de la nuca con fuerza, no quiero despegarme. El intensifica el beso, queda claro que nuestros besos no son ni tiernos, ni suaves, son llenos de furia, de necesidad y de pasión. Es un momento demasiado provocador pero Aaron se despega de mi. Mi respiración estaba algo agitada y Me susurra algo al oído.

—¿En serio crees que voy a caer en tu juego? —¿Espera que? Me levanto rápido, ¿Cómo es que esto está pasando? Aaron se levanta, y porta una actitud fría. —No voy a participar en tu cliché , dónde día hermanos pelean por la misma chica. Eso déjaselo a Henry, el es más superficial.

¿Cómo se respira?

Estoy en shock. Quiero golpearlo, lanzarle lo primero que vea, pero ninguna me sale. Solo me voy a mi cuarto y me encierro. Trato de no llorar. ¿Que me pasa? Se supone que tienes control.

Lo perdiste. Ya valimos madres.

Voy a despedir está conciencia, me juega demasiado sucio, y no me dice lo que quiero.

Pues te jodes, no voy a irme.










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Gracias por leer.



 

¿Por qué me enamore de tí? (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora