Cap 25: El tío Erik

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La sangre es más pesada que es agua.

Aaron.

En mi vida me eh alejado de aquellos que me hacen daño, excluyendo me de mi padre y mi hermano. Cuando me fui de esa casa solo recibí vibras de lastima.

Sólo me sentía seguro con mi mamá pero desde que la vi aquel día, con la mirada perdida no volví hacer el mismo niño que soñaba.

Mis gritos se escuchaban por toda la casa, pidiendo ayuda. Le pedí a Henry que llamara a papá o a una ambulancia pero no sé movía. Tuve que dejar sola a mi madre para ir a buscar el teléfono de la casa. Ese día papá estaba de viaje, algo que ver con negocios. La relación entre mis padres se había vuelto un verdadero infierno. Cada vez discutían, aveces por cosas que yo veía tontas, como ¿por que duraba mucho tiempo fuera de la casa?, o ¿Por que no pasamos tiempo en familia? O simplemente por Henry. Que hacía cualquier estupidez y sólo por que mamá le decía que no lo hiciera, hacía berrinche y le decía a papá cosas que no son.

A la media hora llego papá junto con la ambulancia, la llevamos al hospital pero no resistió y murió antes de llegar al hospital. No me quería separar de mamá, sólo quería estar con ella. Pero eso nunca iba a pasar por que ella se había ido.

El funeral fue más deprimente, señoras que parecían brujas le daban el pésame a papá. Henry se reía a carcajadas con no se que y no le importaba que yo estuviese ahí. Y en cuanto a mi me encere en mi cuarto. No quería tener que ver eso. No entendí por qué mi mamá había echo eso. No tenía razones para vivir. ¿Y yo? ¿En donde estaba yo? Cuando mamá no encontro salida.

Por suerte mi tiempo en esa casa no fue mucho. Cumplí mi mayoría de edad y me fui de ahí sin decir nada. Nadie se dió de cuenta que me fui y eso sólo me dio motivos para no volver, papá de vez en cuando me llamaba y me pedía que lo ayudará con algo de la empresa. Ahí fue donde conocí a Erika. No quería quitarle el negocio pero fueron órdenes de mi papá. Ahora veo que Erika sufre de problemas familiares como también tiene algo más, algo que la atormenta.

El reflejo del Sol hace que me despierta, examinó el lugar y todo sigue tal cual. Erika aún dormía. ¿Que sueñas mi pequeña bestia?, Me levanto y voy por un vaso de agua, levantó la botella y los vasos que usamos, veo que hay en la cocina para ver si puedo preparar algo. Hay mermelada y crema de maní. Un poco de pan, al menos tiene tosimo y huevos.

Esta chica debe ir de compras más seguido.

Le hago un desayuno con lo que tiene en la despensa junto con un gran tarro de café que lo necesitará cuando se levante. Y como si la estuviese invocando sale vosteseando. Se queda paralizada como si estuviese procesando lo que ve. Y frunce el ceño. Que bien le queda esa camiseta carajo, a pesar de estar medio dormida se ve sexy.

—¿Hiciste el desayuno? —Pregunta señalado la mesa.

—Claro, no soy un imbécil como lo dices todo el tiempo.

—Si lo eres.

—Claro.

—Voy a ducharme y vuelvo.

—Vale.

Erika va a la ducha, mientras yo termino de servir el café. Alguien toca la puerta. Erika me grita desde el baño.

—¡Abre por favor! De seguro es Lucero.

Aunque no me gusta la idea de que me vean aquí, ni modo la abro. No era ni Lucero, ni Griff o el tonto de Connor. Era el hombre que tanto quería conocer, a simple vista marcaba poder, seguridad, un enigma en los negocios según Luke y pariente más cercano de mi enemigo.

Erik Casters.

El hombre tiene el mismo perfil de Erika, fuerte con las posibilidades de pisotear a quien quisiera. El hombre me mira de arriba a abajo y me da una sonrisa arrogante.

Ahora entiendo por qué Erika es tan Presumida.

—Esta Erika. —Valla va directo al punto.

—Si. Está duchándose, puede esper..... —No me dejó terminar la oración cuando ya estaba dentro.

—Que bueno, necesito hablar con ella.

El hombre examina toda la casa y hace una mueca de Ascó.

—Con todo el dinero del mundo y vive en una posilga. —Murmura.

Erika sale acomodándose el cabello. —Aaron ¿Quién e..... —Se paraliza al ver al arrogante Erik en frente de ella.

—¡Sobrina!

—Tío. Pero que gusto —Erika fingue una sonrisa. Juraría que fue irónica.

Odio las reuniones familiares. Pero esto es interesante.

Su tío la abraza con fuerza, luego de que las asfixia con su abrazo su atención reacae sobre mi que sigo en la sala parado como un idiota.

—Erika, que mal educada no presentas a tus invitados.

Levantó mi mano para estrecharla —Aaron, un gusto conocerlo.

El Sr. Casters me estrecha la mano con fuerza sin quetar esa sonrisa. —Erik Casters... Tu cara se me es familiar. ¿De donde te eh visto?

Aunque me da vergüenza el apellido debo decirlo. —Aaron Urrietta.

—Oh. Ya veo el parecido.

—¡Bien! Tío ya que estás aquí quieres algo. ¿Agua, café? —Pregunta Erika.

Veneno...

—No Linda, estoy bien. ¿Tu amigo de queda con nosotros?

Antes de que pueda decir algo Erika me interrumpe —No. El ya se iba.

¡¿Que?!

¿Que?

Erika me mira y entiendo el mensaje y un "Vete". Erika va de vuelta a la habitación y de regreso trae mi sudadera.

Antes de irme echó un vistazo para verlos, ambos son de veían tan imponentes. No podía negarse que los dos son iguales. Como quisiera que fuese asi con papá y no cabe dudas de que la sangre pesa y para ellos es así.

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Gracias por leer.










¿Por qué me enamore de tí? (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora