—¡Dante, Therese!—. Los hijos de Aja y Steve se acercaron a abrazar a los antes mencionados.
Se veía a 7 pequeños Akiridianos de 10 años sobre los mellizos a penas un año menores que ellos, la escena era tan tierna puesto que habían sido criados como primos y amaban juntarse cuando los adultos tenían sus reuniones.
—Vayan a jugar al jardín mientras nosotros hablamos—. Strickler les pidió con una sonrisa, ellos rodaron los ojos y accedieron de mala gana marchandose con las cabezas bajas.
—Estoy harto de esto, jamás nos dejan escuchar nada—. Maja se cruzó de brazos. —Es injusto que nos traten como niños—.
—Bueno, somos niños—. Su hermano Baja contestó.
—El tío Eli nos lo dijo, nuestros padres pasaron por mucho cuando aún eran adolescentes y quieren que nosotros tengamos una infancia normal—. Faja agregó elevando los hombros.
—Siempre nos cuentan historias de los guardianes de Arcadia y suenan como grandes héroes, pero nosotros solo los hemos visto como nuestros padres que nos cantan en la noche, es decir, he visto a mi madre enojada y entrenando con el tío Toby pero...—.
—Yo daría lo que sea por ver a tus padres luchar, ¿no pudieron grabar la ves que enfrentaron a Morgana?—. Eli Jr. preguntó.
—Tú madre y tú tío armaron una revolución para liberar a tu reino, mis padres salvaron el futuro y todos sus amigos lucharon con semidioses que hoy en día se sientan a almorzar con ellos—. Therese se puso de pie cruzándose de brazos. —¿No es algo irónico que nuestros propios padres sean leyendas y jamás los hemos visto en acción?—.
—Bueno no sé ustedes, pero yo creo que observar un poco lo que hacen no nos hará daño o nos traumará... bueno no tanto como ellos lo están—. Waja los miró con unos ojos que no indicaban más que picardía y unas buenas ganas de hacer travesuras.
Entre todos se dieron cuenta que lo que iban a hacer estaba mal, que estaban desobedeciendo y abusando de la confianza de sus padres... pero una mirada no estaría mal.
Después de unas risas culpables se colocaron pegados a la puerta y la abrieron levemente para observar a todos alrededor de la mesa redonda del icónico castillo de Camelot.—No, no es normal que ellos estén desparecidos y mi papá también—. Teagan parecía desesperada, de hecho los niños jamás la habían visto así.
Era como si tuviera un ataque de pánico en su interior, en los ojos tenía miedo y a pesar de tener los brazos cruzados se podía notar que estaba temblando, aún así parecía estar luchando para mantener la calma.
Douxie se acercó para tomarla de la mano, pero Dante y Therese parecían notar que su madre no había tenido ese miedo en años.
Ese miedo de volver a perder a alguien.—¿No estaba aquí ayer?—. Jim preguntó.
—Merlin se la pasa aquí arriba siempre, jamás sale a menos que vaya a ver a sus nietos, pero yo también siempre estoy aquí y no lo he visto desde ayer—. Morgana respondió, parecía sentirse culpable.
—¿Y no escuchaste algo raro?—.
—No Toby... de hecho anoche dormí profundamente y no recuerdo mucho hasta hoy en la mañana—. Morgana abrió los ojos asustada. —Oh no puede ser, alguien me hechizó—.
—Entonces alguien se infiltró en Camelot y logró pasar todas las barreras mágicas y de tecnología Akiridiana que solo nosotros podemos pasar. ¡Es como si hubieran conseguido un Horngazel en Mercadotrol!—. Krel habló sin poder creerlo.
—¿Creen que la orden lo hizo?—. Draal preguntó.
—No, la orden ha estado muy tranquila y conforme con su nueva vida, es un enemigo diferente que busca algo—. Vendel agregó su teoría.
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Los protegidos
FanfictionDespués de creer que lo más difícil ya había terminado, Douxie y Teagan Casperan tendrán que enfrentarse a alguien que tiene en la mira a las personas que más aman. La protectora se aventurará en una etapa diferente en su vida: un hogar, una familia...