—Será divertido, Vale.
Será divertido. Dijo que sería divertido. ¡No era divertido que todas las mujeres de su maldito estudio tengan sus ojos en ella! Y no estaba celosa.
Me había emocionado por la idea de conocer el estudio fotográfico de Yuri. El lugar me encantaba, era enorme, elegante al estilo Yuri. Tenía muchos pisos, la mayoría eran estudios, donde se hacían las sesiones de fotos, en otros se trabajaban las fotografías y el último
de todos era la oficina de Yuri, eso me había dicho ella.
Yuri me llevó con Harry, él era uno de sus fotógrafos, antes me había dicho
que era en quien más confiaba, que era su mejor amigo allí dentro.
Al entrar al estudio donde él estaba trabajando ahora, más de diez pares de ojos se posaron en Yuri y luego en mi. Había un solo hombre allí dentro, el que supuse que era Harry, las demás personas eran... modelos. Y estaban en ropa interior. No me tenía que molestar, claro que no, este era el trabajo de Yuri, yo debía respetarlo. Ella parecía tan tranquila y por
supuesto, no se de que me sorprendía, estaba acostumbrada a ver mujeres en ropa interior. Por el trabajo digo.
—Harry.—Lo llamó e hizo un saludo a las modelos con la cabeza. Ella pasó una
mano por mi cintura acercándome más contra su cuerpo, lo que me relajó.
—Hola, jefa.—Él era gay. Lo acababa de confirmar. Su tono tan afeminado puede que lo haya delatado.
—¿Todo bien?—Él asintió dándole dos besos a Yuri.—Ésta es Valeria.—El
chico abrió los ojos, sorprendido de verme. Me mostró una sonrisa enorme y luego me abrazó.
Me quedé congelada y Yuri se rió en voz baja.
—Oh, Dios. Por fin te conozco. Cierta persona habla mucho de ti, siempre nos
dice que... ¡Auch!—Yuri lo golpeó en el brazo y casi lo mató con la mirada y yo simplemente reí.—Está bien. Está bien. ¿Que haces hoy aquí? Nunca vienes los sábados.
—Lo sé. Quería mostrarle a Valeria un poco de esto.—Se encogió de
hombros.—¿Cómo va por aquí?—Hizo un movimiento con su cabeza señalando a las modelos que estaban reunidas hablando entre ellas.
—Bien, muy bien. Todo va a estar listo en unos dos o tres días.—Yuri asintió.
—Perfecto. Entonces...
—Espera, ¿por qué no está la mini Ojeda aquí?—Supuse que hablaba de
Mich y sonreí mirando a Yuri.
Me hacía feliz saber que ella hablaba de nuestra hija siempre, lo sabía porque a
cada lugar que me llevaba todos preguntaban por ella, cómo estaba y le pedían conocerla. Mas de una vez escuché las mismas palabras que dijo Harry “Por fin te conozco” Yuri le hablaba de mi a las personas y eso me hacia sentir seguridad, me hacía quererla más, porque me demostraba que realmente le importaba y que yo ahora era alguien importante para ella, otra vez.
Me hacía feliz porque Yuri era importante para mi también.
—Está en casa con Margaret y Samilú. Estaba durmiendo y no queríamos
molestarla. La próxima vez la traigo, no te preocupes.—Le dijo Yuri y el asintió con una sonrisa. Luego se fijó en mi y me recorrió el cuerpo con la mirada.
Me hizo sentir incómoda, no sabía que le pasaba y me sorprendía que Yuri no lo detuviera, ella era tan celosa y posesiva. Entendí el porqué cuando Yuri soltó una risa y negó apretando el hombro de Harry.
—Ni lo sueñes, Styles. Mi chica no.—Miré a Yuri con el ceño fruncido,
confundida por su extraña conversación.
—Pero mira el cuerpo de diosa que tiene. ¿No pensaste en ser modelo,
Valeria?—Abrí los ojos como platos y Yuri pasó su brazo por mi hombro mientras soltaba una risita, dejó un beso en mi cabeza y me sonrió. Quería besarla ahí mismo, era tan linda.
—No. No lo pensó ni lo va a pensar.—Le dijo Yuri. Odiaba que decida por mi y sea tan mandona, pero esta vez no me quejé.
—Oh. Vamos. ¿En serio? Tienes un cuerpo increíble. ¡Y acabas de ser madre! Deberías pensarlo.
—Uhm... No, no lo sé.—Yuri me miró.
—Es un no, definitivamente.—Asentí y Harry le dio una mirada serio.
—Sigues siendo la misma idiota de siempre, Ojeda. Déjala decidir, es mayor y...
—Nos vamos. Tenemos cosas que hacer.—El tono de Yuri había cambiado
completamente.
Miré sobre el hombro de Harry y vi al grupo de modelos hablando en voz baja
tenía algunas miradas sobre mi, recorriéndome de pies a cabeza y recibiendo malas caras de otras. Lo ignoré completamente y volví mi mirada a Yuri, no me había dado cuenta de que Harry seguía diciéndole cosas y regañándola por haber hablado de esa manera, tan celosa y posesiva. Yo estaba realmente sorprendida de como Yuri parecía lamentarse haber dicho
aquello. Luego de que Yuri terminara enojada por todo lo que Harry le había dicho salimos del estudio. Sin embargo, Yuri a pesar de estar enojada no le dijo nada en forma de protesta. Se quedó callada en todo momento y cuando Harry terminó de hablar ella se despidió y me sacó de allí.
Caminamos hasta su oficina que quedaba algunos metros alejados del estudio de Harry, Yuri saludando a todos al pasar, más de una vez recibiendo sonrisas de parte de... de
modelos supongo, ellas eran muy bonitas. Cerró la puerta detrás de ella y se mordió el labio mientras suspiraba caminando hasta su escritorio.
Observé su oficina, era enorme, tan... tan Yuri, había fotografías de algunos paisajes enmarcadas y sonreí cuando en su escritorio vi una foto de Daniela, nunca supe que le había sacado aquella fotografía. Me acerqué para mirarla mejor y pude ver a mi bebé mostrando una de sus sonrisas encantadoras. En ese momento sentí ganas de tenerla conmigo y comerla a besos.
—¿Que opinas de esto?—La voz de Yuri me quitó de mis pensamientos sobre
mi bebé. Ella estaba sentada al borde del escritorio. Me volvía a sorprender cuando me preguntó que opinaba. ¿En serio todo estaba siendo realmente importante para ella, tanto que le importaba lo que piense? Wow.
—Me gusta el lugar...
—¿Pero?—Estiró su mano para que la tomara. Me situó entre sus piernas y me
abrazó la cintura.
—Nada.
—Te conozco, mi amor.—Mi corazón latía rápidamente cuando la escuché
llamarme “mi amor”. Sin darme cuenta sonreí.
—Es incómodo que estés caminando tomada de mi mano y tengas miles de ojos sobre ti, que recibas sonrisas... nada inocentes y...
—¿Estás celosa?—Se rió. Mis mejillas de repente ardían y ella me pegó más a
su cuerpo. Estaba a centímetros de su rostro y por alguna extraña razón quería salir corriendo de allí.—Mira... yo sabía que esto iba a pasar, pero no tienes de qué preocuparte. Ellas no me
importan, ni siquiera las miro.—Punto para Yuri . En ningún momento vi que mirara a alguien.
Por Dios, me sentía una idiota.—Te tengo a ti, no necesito a nadie más. Y para que te quedes más tranquila todo el edificio saber que Yurielkys tiene una hermosa hija con la señorita Valeriá Ramírez.—Sonreí otra vez. Ella lograba tan fácilmente tranquilizarme.
¿Que todo el edificio sabía sobre nuestra hija? Era increíble. Ella estaba
haciendo todo bien. Ella valía la pena y no me arrepentía de haberla elegido otra vez. No me arrepentía de haberla permitido regresar a mi.
Subí un brazo para rodear su cuello mientras que con la otra mano tomé su mejilla antes de besarla. Yuri introdujo su lengua al instante y apretó su abrazo haciendo que nuestros cuerpos
no tengan nada de distancia. Sus labios eran tan suaves y su sabor tan adictivo. Podría estar besándola todo el tiempo y nunca cansarme.
Terminó el beso dejando varios besos pequeños en mis labios antes de alejarse, dejándome con una sonrisa estúpida en mi rostro.
La puerta se abrió de golpe. Una chica rubia, delgada y... como todas aquí,
hermosa, entró sin siquiera haber golpeado antes o haber pedido permiso. Miré a Yuri de inmediato y ella se veía nerviosa. ¿Debía preocuparme? Ella se rascó la nuca y me miró antes de
caminar hacia la chica.
—Yuri, tenemos que hablar.
—No. No puedo. Luego hablamos, ahora estoy con mi mujer.
La cara de la chica se volvió roja. Pero no me importaba ¡Porque Yuri me
había llamado su mujer!
—Yuri.—Insistió.
—Sarah, te dije que luego.—Por algunos segundos ambas se miraron, no supe si
Yuri dijo algo o no porque estaba dándome la espalda. La chica salió demasiado enojada de la oficina y Yuri se quedó mirando la puerta que había sido cerrada de un fuerte golpe.
Ella me conocía perfectamente. Todo estaba bien, hasta que le dio esa mirada y ella se fue. ¿Acaso se creía que yo era una estúpida? Está claro que ninguna simple empleada iba a entrar a la oficina de su jefa de la manera en la que entró, tampoco le hubiese hablado de esa forma y luego se fuera azotando todo.
Yo no quería estar celosa, quería hacer bien las cosas, la niña que fui antes, esa
que celaba a Yuri por todo ya no estaba, pero... me sentí una idiota parada ahí, acabábamos de besarnos luego de sus palabras tan lindas y después entraba alguien exigiéndole hablar.
¿Cómo se supone que debía sentirme?
Ella se giró a mi, nerviosa, estaba nerviosa, yo la conocía y se había delatado.
Esa tipa no era solamente su empleada, quizás antes había pasado algo, pero algo pasaba y ella iba a decirme la verdad.
—Yo... Ella... No... no se que le pasa.—Negó. Se rascó la comisura de sus labios.
Era tanto lo que la conocía. Me estaba mintiendo. Me quedé parada en mi lugar viéndola mientras se acercaba a mi.—No es lo que piensas.
—¿No? ¿Qué fue eso? Y dime la verdad. No juegues conmigo.
—No se que fue. No se, Valeria. Seguro tenía algún problema y quería hablar
conmigo. Las modelos son... son tan histéricas, siempre quieren todo ahora y ya. Me hartan. Es por eso que no estoy seguido acá si no es por algo importante. Te lo juro. No te estoy
mintiendo.—Intentó tomar mi mano, pero la alejé de ella.—Amor... no hagas esto. Me sentía una completa estúpida. Quería llorar, pero no lo hice. No iba a llorar más. Y no lo hice. Sin embargo, me quedé observando su rostro, sus ojos estaban mostrando lo desesperada que estaba, la manera en la que se pasaba la mano por el cabello una y otra vez me demostraban lo nerviosa que se encontraba.
—Confía en mi.—Me pidió mientras se acercaba, me abrazó de la cintura y dejó que me escondiera de todo por un momento hundiendo mi rostro en su pecho. Respiré su olor, era tan adictivo su aroma.
—Quiero irme de aquí.—Le dije y asintió.
No salimos de su oficina sin antes ella asegurarse de que le iba a permitir que me besara. Y me besó. La dejé. Me besó hasta cansarse, lo hizo suave, lento, con ternura como ella siempre lo hacía cada vez que quería lograr algo. Ahora no sé qué quería realmente, pero me
tenía otra vez.
Al salir de su oficina tuvimos varias miradas sobre nosotras, sólo hasta que Yuri puso su rostro serio mientras me tomaba la mano. Todas las personas se volvieron a hacer lo que estaban
haciendo. Quería estar tranquila, pero no. Estaba haciendo el ridículo frente a todos sus empleados. Era obvio que ellos sabían lo que sea que pasaba entre la chica esa y Yuri. Y que
luego yo, “su chica” “la madre de su hija” como me conocían, saliera tomada de la mano luego de aquella estúpida escena que probablemente hayan visto todos porque la puerta había estado
abierta, me hacía sentir una maldita estúpida.
Confía en ella. Me dije. Debía confiar. Yo quería hacerlo. Pero tenía un mal
presentimiento.
El camino al departamento de Yuri, nuestro departamento, fue silencioso. Ella no intentó hacerme hablar, ni molestarme, lo que agradecía. Yo necesitaba estar en silencio un
poco. Quería estar sola. Pero iba a ser imposible viviendo con Yuri. Ella no iba a dejarme sola, menos después de la maldita escena que tuve que ver, ella sabía que algo iba mal ahora. Pero
como siempre se las iba a arreglar para que todo esté bien otra vez y yo la iba a perdonar, iba a hacer de cuenta que nada pasaba, como siempre, porque la quería tanto y ella sabía cómo
tenerme. Al entrar al departamento Sami sonrió y le dediqué una mirada rápida a mi pequeña antes de devolverle la sonrisa a la castaña.
—Voy a llevarla a la habitación.—Le dije y Sami asintió dejándola en mis brazos con cuidado.
Ella me susurró un “¿todo bien?” Y asentí, sin convencerla, porque se fijó en Yuri de inmediato, quien al girarme estaba frente a mi. Bajó la vista a nuestra hija y le acarició la mejilla con su dedos antes de clavar sus ojos en mi. No me dijo nada, simplemente me miró
antes de hacerse a un lado para que yo pudiera pasar. Entendía que no quería hablar ahora y lo agradecí.
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Regresar a ti (YULERIA)💜🖤
FanfictionAdaptación YULERIA Todos los derechos de autor a quien corresponda .