Regresar a ti (YULERIA)💜🖤

Capítulo 16

Preparen sus corazones 😁

*Lauren pov*
-¡Yurielkys! ¡Llegamos tarde!-Solté una risa cuando Mich comenzó a patalear para que la cargara. Lo hice, por supuesto, y pasé una manta sobre ella mientras salía de la habitación.-Que mujer. Dios. ¿Te puedes apurar?-Rodé los ojos entrando a la sala.
-¿Ti pidis ipirir? Ya estaba viniendo,Vale.-Ella sonrió divertida y se dirigió hasta mi para
cargar a Michell.-¿Y si te quedas?
-No puedo faltar al trabajo, amor.-Suspiré.
-Pero...-Negué.-Nada.-Me sentía nerviosa, ansiosa, no sé que demonios me pasaba.-¿Ya te vas?-Asintió tomando su bolso.
-Si. Te quedas aquí en el estudio, ¿no?-Asentí pasándome una mano por el cabello.-Bueno, te veo en unas horas, mi amor.
-Tan cuidado, ¿bien?-Me acerqué a ella y subí mi mano a su mejilla acercándola a mi para poder besarla.

La sentí sonreír contra mis labios y cada segundo que pasaba quería que se quedara más, no quería que se vaya, me había levantado con una sensación horrible en mi pecho. Quizás solo
eran nervios por una exposición que tendría en algunas semanas, pero... no lo sé. Me alejé de sus labios dejando algunos besos pequeños causando esa sonrisa que tanto amo.
-Te quiero.-Murmuré para mi chica. Michell comenzó a balbucear cosas de repente.-Y a ti, princesa.-Besé mejilla mientras respiraba ese aroma tan delicioso que dejaba su colonia en
ella.-Llámame cuando llegues.
-Lo haré.-Me dio un último beso antes de irse.

-
Recibí la llamada, pero no era de Valeria. Era Soffy.
Fue de un momento a otro que me encontré saliendo de mi departamento de una manera realmente rápida, sentía tanto pánico, miedo, me sentía ahogada, pero no era el momento de
sentir todo aquello. No me importó cruzar tantos semáforos en rojo, no me importó casi haberme estrellado con otro auto, solamente seguí, necesitaba llegar al maldito hospital donde Valeria
estaba.
No escuchaba, no veía nada nada más que mi camino. No recuerdo haber estacionado mi auto en algún lugar, solamente recordé entrar a la sala y encontrarme con Megan y Soffy. Mi primer instinto fue ir por Michell, al escuchar "Está bien" y luego de asegurarme que eso fuera cierto
desbloqueé mi teléfono y se lo di a Soffy diciéndole que llamara a mis padres.
Estaba desesperada y nadie me decía nada aún. Soffy me sentó en la silla y me pidió que me calmara. Yo no podía estar tranquila cuando la mujer que amaba a estaba a punto de morir por un maldito accidente de tránsito.
-Aún no puede entrar nadie, debes esperar, Yuri. Tienes que estar tranquila.-Negué dejando caer mis lágrimas. Tenía que ser todo una puta y jodida broma.
-¿Qué... qué pasó?-Logré decir. Soffy tragó saliva y se sentó a mi lado abrazándome.
-Sentí el ruido de las ruedas del auto fuera y luego el impacto. Alguien la chocó desde atrás, venía realmente rápido. Su... Lo siento, Yuri.-Negó.
-¿Qué? ¿Qué sucede?-Limpié mis lágrimas y fruncí el ceño.-Soffy dime que mierda pasa.
-Su cabeza, estaba... Ella sangraba mucho yo pude ver que...
-Cállate.-Murmuré rompiéndome por dentro. Hundí mi rostro entre mis manos y lloré.

Levanté mi rostro al sentir pasos rápidos por el pasillo, eran enfermeras y algunos doctores, intenté detenerlos para que me explicaran qué pasaba, pero era como si yo no estuviera ahí,
porque ellos siguieron su paso desesperado, desesperándome aún más a mi.
Todavía nadie me daba una explicación de qué demonios pasaba y comenzaba a estar fuera de control. Megan ya no estaba, por lo tanto Mich tampoco y agradecí demasiado que no
estuviera aquí porque yo no podría hacerme cargo de ella en este estado, de ninguna manera.
Media hora más tarde me encontraba entre los brazos de Sami y mis padres que me decían cosas intentando que me calmara, ¿Cómo mierda iba a estar bien con toda esta puta situación?
Cuando veía entrar y salir a médicos y enfermeros desesperados de todos lados.
Ella tenía que estar bien. Debía estarlo porque yo la necesitaba y no estaba lista para estar sola sin ella.
-¿Dónde está Michell?-Negué aferrándome a la camisa de mi padre.
-Megan... Ella... No lo sé.-Negué. Mis manos temblaban, mi cuerpo entero temblaba y me sentía cada vez más ahogada ahí dentro. Pero no iba a salir hasta saber que mi amor estaba
bien. Ella tenía que estarlo, por dios.
-Está bien, yo me ocupo. Iré por ella y me quedaré en tu departamento.-Asentí a Samilú y le di las llaves que tenía en la mano, no me encargué de buscarlas yo porque no tenía ganas de nada, ni siquiera de buscar la jodida llave.
-Mamá. Dime que está bien.-Lloré aún más. Entre mi vista borrosa por las lágrimas vi a Soffy tomar su cabeza entre las manos. Ella sabía qué pasaba y no me lo decía.
-Te lo prometo, cariño. Tranquilízate, intenta estar más calmada para cuando el médico venga.-Asentí.
Me dolía demasiado la cabeza y mis ojos estaban ardiendo de tanto llorar. Necesitaba demasiado que alguien me diera una explicación urgente y una hora después, casi tres desde que llegué allí, un médico salió de una de las salas.
-Familiares de la señorita Ramírez.-No dudé ni tardé un segundo en estar frente a él exigiéndole que me dijera algo.-Primero, necesito calma. Los informes nos indicaron un
accidente grande. Lo confirmamos.-Asintió.-Tiene un golpe en su cabeza, no es grave, pero perdió mucha sangre por los cortes, la nariz, la boca, se ha roto una costilla y está inconsciente.