Regresar a ti (YULERIA)💜🖤

Capítulo 10

Me puse a su lado con un codo apoyado en la baranda de cemento del balcón. Yuri frente a mi de la misma manera, sus ojos me miraban fijamente, más de una vez tuve que desviar mi mirada
de ella. Era tan fácil perderme en sus ojos. El hecho de que fuera una de las pocas personas que conocía a Yurielkys realmente, su forma interna de ser y no esa chica ruda y seria que siempre
mostraba, no me ayudaban a mantenerme tranquila. Cada vez que la miraba, veía a la chica dulce, la chica tierna que siempre fue conmigo, todas mis ganas de intentar mantenerme lejos de ella para poder calmar mis sentimientos eran en vano cada vez que la miraba a los ojos.
Y allí estaba, una vez más con su mirada diciéndome mil cosas a la vez, haciéndome querer nada más que abrazarla y besarla.
—Antes que nada, lo siento.—Su voz me hizo volver a la realidad.—Lo siento por todo, Vale. Sé que fui una idiota, intenté hacerte feliz pensando en mi y no en ti. Si yo hubiese sabido quépasaba jamás te habría dejado sola, nunca, y lo sabes. Entiendo que... que es difícil para ti,
porque tu fuiste quien la pasó peor, entiendo que muchas veces me odies por ser tan inútil...—Me permití mirarla a los ojos y pude ver el brillo que tenía en ellos, otra vez notaba el arrepentimiento y el dolor en su voz.—Tu más que nadie en el mundo me conoce realmente y debes saber...
debes sentir que estoy arrepentida... Valeria, por favor, tienes que perdonarme. Tienes que dejarme intentarlo una vez más. Si decides que tu... Si crees que realmente no me lo merezco dímelo. Mírame a los ojos y dime que ya no voy a lograr nada, que no me quieres ni vas a sentir lo mismo nunca...
Dio un paso hacia mi. Estaba peligrosamente cerca. Pasé saliva e intentaba controlar mi respiración, los latidos de mi corazón y el nerviosismo que recorría mi cuerpo.
—Dime que tu corazón no está latiendo rápidamente ahora.—Su brazo que antes estaba apoyado en el cemento, ahora estaba casi abrazándome mientras acariciaba mi mejilla.—Dime que no sientes nada y entonces voy a saber que estos cinco días pensando en ti, pensando en que te sigo amando y quiero hacerte feliz y cuidarte, fueron en vano y es tarde... Mírame, Valeria.
Si antes me sentía nerviosa, ahora estaba a punto de desmayarme. Yo tenía claro que todo el rencor, todo el dolor y la decepción que sentí por ella alguna vez había desaparecido, me había dado cuenta de que aún tenía parte de mi corazón con ella, que todavía tenía control sobre mi,
que con sólo mirarme como lo hacía en ese momento me tenía completamente enamorada. Y era mi realidad, sin darme cuenta, sin siquiera intentarlo, ella me había enamorado y con cosas pequeñas, cada vez que me sonreía, cada vez que me miraba, cada vez que me cuidaba o me demostraba cariño, cada vez que la veía con Michell, cada segundo que pasaba junto a ella
hacían que me enamorara otra vez.
Ella me dejó pensar, ella me dio mi tiempo y simplemente se quedó allí mirándome y acariciando mi mejilla con sus dedos. Tenía un debate interno en si estaba haciendo bien o mal en dejar que todo esto pasara. Pero mi debilidad por ella seguía intacta, supongo.
—Siento todo lo que pasó... Pero sé que no es bueno atarse al pasado.—Vi una sonrisa asomarse a sus labios.—Sólo quiero estar segura de que estoy haciendo bien en dejarte entrar
en mi corazón otra vez. Ya no somos dos chicas que hacen lo que quieren, ya no somos esas, ahora tenemos una hija y para mi... Michell siempre va a estar antes que cualquier cosa en el
mundo.
—¿Confías en mi? Ahora. Desde que regresé.—Asentí dos veces lentamente.—¿Crees que no es suficiente todo lo que te demostré este tiempo?
—Es suficiente. Quizás estábamos...
—Tenías razón.—Me interrumpió.—Necesitábamos tiempo. Yo necesité tiempo para ordenar mi mente y saber que realmente te necesito en mi vida, que quiero cuidarte como te mereces.—Asentí una vez más.—¿Qué sientes ahora? Sentía tantas cosas que pensé que no podría explicárselo con palabras, pensé que ni siquiera me saldrían palabras por lo difícil y emocionante del momento. Entonces la besé.

Y esperaba que ella entendiera, sintiera y se diera cuenta de todo lo que quería decirle en esebeso.

Lentamente me tomó de la cintura juntándome más con su cuerpo. Una de mis manos se apoyó en su pecho mientras que la otra se encargaba de acariciar su mejilla. Cuando pensé que el momento no podía ser más emotivo para mi, ella sonrió mientras me besaba y el nudo en mi estómago se esfumó cuando mis lágrimas cayeron, suspiré dejando su mejilla y moviendo mi mano a su cuello para besarla más profundamente.
Podía sentir los latidos descontrolados de su corazón bajo mi mano, me daba tranquilidad saber que se sentía de la misma manera que yo. Su mano dejó mi cintura y subió a mi mejilla para
limpiar con su pulgar el rastro de lágrimas, deslizó su mano de mi cintura hasta mi espalda y con sólo ese brazo me abrazó.
Terminó el beso alejándose lentamente de mis labios, como si no quisiera hacerlo, pero ambas necesitábamos recuperar un poco de aire. Dejé caer mis brazos a mis lados, pero ella mantuvo su brazo alrededor de mi y su mano aún en mi mejilla mientras dejaba un pequeño beso en mis
labios.
—Gracias.—Susurró y abrí los ojos, levantando mi mirada hacia ella.
Sonrió mostrando sus dientes y besó mi frente antes de abrazarme nuevamente.
Me permití levantar un poco mi cabeza y dejar mi rostro entre su cuello y su hombro. Suspiré sintiéndome en paz. Era eso, ella me daba paz.