Conociendo Al Amor (Azulín x Cabo Pompón)

¿Pequeña perra? haha, no, gracias

Hola queridos, queridas y querides lectores!~ ¿como va su mañana, día, noche o tarde? Bueno, no pude actualizar porque he estado super enferma, me estoy muriendo, lol (no cierto, soy una exagerada de mierda) siento que no hayan podido tener su dosis de historia roda culera por mis mariconadas de exagerar x estar enferma :'v

Después del mal trato que Azulín le dio a Pompón, este se arrepintió de hacerlo, después de todo, estaba empezando a formar un vínculo con Pompón. Por otro lado, Pompón estaba enojado, lleno de ira, impotencia, miedo, tristeza y dolor.

Como todos los días, el entrenamiento comenzó, Pompón empezó a ver como entrenaban y al ver a Azulín, se acercó a el podetras y le susurró en el oído.

Pompón — Segundo lugar, ¿Eh?...es el primer lugar de los perdedores.

Dijo para luego caminar para ver a los otros soldados, Azulín abrió los ojos como platos y soltó un jadeo de sorpresa e irá al escuchar a Pompón

Azulín — ¡Pompón, espera!

Grito Azulín con el ceño fruncido, Pompón volteo un poco la cabeza para ver a Azulín, una mueca se dibujo en la cara de Pompón.

Pompón — Cabo Pompón para ti.

Cuando Pompón dijo esto, lo dijo con un tono de indiferencia, desvío la mirada y siguió caminando. Azulín se quedó boquiabierto, al igual que Pompón, Pompón se sorprendió por tratar así a Azulín.

Achuchones — ¡Uhhh!

Se burlo Achuchones, a lo que Azulín lo miro con el ceño fruncido.

Azulín — ¡Tu cállate, puto vanidoso!

Achuchones gruñó y giro los ojos.

Caricias — ¡Eh, callense y sigan en el entrenamiento! ¡¿quieren ser alguien en la vida?! ¡PUES NO SE NOTA! ¡EN EL BOSQUE YA ESTARIAN MUERTOS!

Los demás miraron a Caricias y siguieron entrenando, mientras que Pompón solo los veía.

Después del entrenamiento, Azulín se acercó a la cabaña de Pompón en la que ahí mismo se ubicaba su oficina, el entró sin tocar y miro a Pompón con el ceño fruncido y una mueca.

Pompón — ¿Que quieres?

Pregunto Pompón desde su escritorio, mientras que redactaba unos informes.

Azulín — ¿No sabes que quiero, pequeña perra?

Pompón levantó la vista y miró a Azulín con el ceño fruncido.

Pompón — ¿Pequeña perra? Tío, cállate y calma tus malditas hormonas ¿no? ¿Acaso eres imbécil para hablarle así a tu superior?

Azulín se acercó a Pompón con un ramo de flores, el se lo dio y Pompón sonrió unos segundos, pero luego volvió a la mirada dura y el ceño fruncido.

Pompón — ¿Eso que?

Azulín — Me disculpo por perder la calma contigo, pecoso, estoy arrepentido por tratarte mal.

Dijo Azulín con un tono neutral, Pompón no creyó ni una sola palabra.

Pompón — Tu tono no muestra arrepentimiento.

Azulín — Bueno, pero lo estoy, ahora quítate tus moñitos ¿no?

Pompón — No estas arrepentido.

Azulín — ¿Eh?

Pompón — Quiero que te disculpes, ahora.

Azulín — Ya lo hize.

Pompón — No, yo quiero una disculpa verdadera, yo quiero que te disculpes de verdad y muestres tu arrepentimiento.

Azulín — No soy bueno para las disculpas.

Pompón — Entonces yo no soy bueno para disculparte.

Dijo Pompón en un tono de indiferencia.