Capítulo 22: "Intentando encontrar un camino"

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CAPÍTULO 22

"Intentando encontrar un camino"


Durante una parte del trayecto, Michelle condujo manteniendo a Kurt en la línea, pero en el momento en el que la llamada se cortó, casi entró en pánico y tuvo que recordarse que mantener el control siempre es lo mejor en ese tipo de situaciones.

No sabía con lo que se encontraría al llegar. Era evidente que Kurt estaba alterado y confundido, y desconocía la razón. Lo único que podía suponer era que tal vez haber salido de casa le había provocado una crisis, aunque eso no tenía relación con las cosas que le dijo. Sin embargo, sin importar lo que estuviera ocurriendo, agradecía que la hubiese llamado.

Un par de cuadras era todo lo que faltaba. Con angustia miró el semáforo que parecía no querer cambiar de color. Cuando finalmente la luz verde apareció, giró y avanzó despacio para poder identificar el auto. Kurt le había dicho que se encontraba frente a la escuela, pero eso no significaba que podía tomarlo literal.

Terminó el recorrido sin encontrar nada, y su corazón latió con más fuerza acompañado de la sensación de vacío asentándose en su estómago. Sacó el celular y marcó el número de Hummel, mas nadie respondió. ¿A dónde se había ido?

Volvió a circular por toda la cuadra de la escuela y el vehículo que buscaba definitivamente no se encontraba ahí, por lo tanto, decidió recorrer otras calles pues no se podía dar por vencida y avanzó en línea recta mirando en ambas direcciones.

Unos cuantos metros más adelante divisó con esperanza un auto similar al de Kurt y se acercó para comprobar si se trataba de él.

Le costó un poco reconocer al esposo de su sobrino por lo cambiado que este lucía, pero al hacerlo, dio las gracias y se estacionó.

—Kurt —golpeó con suavidad el vidrio varias veces—. Abre, por favor, soy Michelle —dio otros golpecitos.

El de ojos claros volteó hacia la ventana y parpadeó un par de veces.

La mujer respiró profundamente y se contuvo al verlo con el rostro surcado por las lágrimas y notoriamente temblando.

Cuando la puerta del copiloto se abrió, se acercó presurosa e ingresó al vehículo.

»¿Qué pasó, cariño? —observó cómo Kurt se sostenía con fuerza del volante y colocó su mano sobre la de él.

—Michelle...

—Sí, amor, aquí estoy. Toma, bebe un poco de agua —le ofreció una botella que había llevado.

—Gracias por venir —dijo después de varios tragos cortos.

—Sabes que siempre voy a estar para ti. Dime qué necesitas.

—No lo sé. Ya no sé nada.

—Tal vez podrías empezar contándome qué estás haciendo aquí.

—Vine a buscar a Steph para llevármela —dijo en medio de sollozos.

—¿Llevarla a dónde?

—Lejos.

—¿Lejos? ¿Por qué?

—Para comenzar una nueva vida... Sólo ella y yo.

La mujer exhaló preocupada.

—¿Y qué hay de Blaine?

—No quiero lastimarlo. Le prometí que nunca le haría lo mismo... —rompió en llanto.

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