• FINAL •

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Eso explica muchas cosas.

La insistencia en que firmara ese acuerdo entre los dos, esas cláusulas extrañas que en mi cabeza no hacían lógica y encontraba un tanto ridículas. A eso debo sumarle sus amenazas, sus extrañas acciones con esos banquetes exagerados que me servía, la mayoría con mis platillos favoritos.

Él conocía todo de mí; absolutamente todo.

¿Él hizo todo esto por mí?

Si hubiéramos hablado y arreglado este malentendido antes, él habría sido partícipe en esta etapa desde el principio.

—¿Estás enojada?

Se supone que lo esté, ¿cierto? Pero ¿por qué no me siento así? ¿Cómo puedo sentirme tan conmovida por su modo de haber hecho todo en silencio?

No era la manera, lo sé, estoy consciente de eso, pero no todo ha sido malo.

Gracias a él recuperé la confianza que había perdido en mí misma y en mi cuerpo. Pude darme cuenta de que la vida que llevaba al lado de mi exmarido, no era vida.

Conocí lo que era el privilegio de ser mujer, lo que era el placer y la satisfacción. Lo que era sentirme deseada, apreciada y querida. Ajeno a eso, lo último, pero no menos importante, me regaló el privilegio de ser madre de una hermosa y maravillosa niña.

Para mí no existe mejor o mayor demostración de amor que todo lo que ha hecho él por mí. En eso debo incluir el que esté aquí, que no se haya rendido en buscarnos por cielo, mar y tierra.

—Gracias.

—¿Eso es todo lo que vas a decirme, luego de haber estado callada tanto rato? Esperaba que me pidieras que te hiciera un segundo bebé. Verás, nuestra princesa necesitará un hermanito, tal vez, hermanita, con quien jugar. Debemos ponernos manos a la obra—me besó, acomodándose mejor entre mis piernas, haciéndome notar su inminente erección—. Llevo mucho acumulado. ¿Me crees si te digo que desde el día que desapareciste no he podido extraerle el veneno?

En mis labios se dibujó una sonrisa.

—Has sido una niña muy mala. Debería castigarte duro por eso, es solo que me gusta que seas mala conmigo—dejó una juguetona mordida en mi mentón.

—Espera… Hay una pregunta que quiero hacerte. Tal vez ni viene al caso, pero me tiene inquieta. Si sabías que el problema era mi esposo y que él no puede tener hijos, ¿por qué estuviste de acuerdo en que lo demandara con ayuda de Rebecca? Ese bebé no puede ser de él, ¿cierto? Eso explica mucho el hecho de que ella desapareció sin dejar rastros también. 

—Rebecca no estaba segura si ese bebé era o no del inservible de tu exmarido. Ella quiso renunciar de último momento a testificar por miedo a que descubrieran que ese bebé no era suyo, pues la enfrenté y le dije la verdad, pero mi hermana logró convencerla a que lo hiciera. Era la mejor manera de hundirlo y, al mismo tiempo, de que el proceso del divorcio fuese más rápido y sencillo para ti. Ella era un testigo clave en todo esto.

—Sí, pero ¿no te parece extraño que todos hayan desaparecido, así como así?

—Rebecca está en Europa con Liam. Si eso es lo que tanto te preocupa.

—Pero ¿por qué se fue sin decir nada?

—Ella sabía que a la larga o a la corta iba a salir a relucir la verdad. Además, mi hermana la sacó ilegalmente del país.

—¿Ilegalmente?

—Sí, no se supone que ella haya abandonado el país mientras el caso siguiera su curso. 

—Ya veo. ¿Y qué hay de Martín? Él también desapareció. ¿Realmente no sabes nada?

—¿Por qué te preocupa tanto lo que suceda con ese inservible?

—No me preocupa, pero sí siento curiosidad. Ni siquiera se apareció para quejarse o negarse a cumplir con la división de los bienes, cuando el caso, en aquel entonces, seguía en curso.

—Se murió…

—¿Qué?

Sonrió ladeado.

—Tal vez le dio un ataque al corazón al ver todas las deudas que tenía. Pero ¿qué más da lo que haya pasado con ese inútil? Si él y su familia no aparecen a fastidiarte, mejor, ¿no lo crees? Ahora no hablemos de esa gentuza, enfoquemonos en nosotros y en darnos cariñito—robó mis labios por segunda vez y mi corazón latió desbocado.

Él tiene razón.

—Espera, mi amor…

—¿Qué dijiste? —sus ojos verdes me enfocaron como dos faroles—. Repítelo.

—Que esperes un momento.

—Lo otro que dijiste.

—¿Mi amor? ¿Te molesta que te llame así?

—Es la primera vez que me llamas así de bonito. No puedo esperar para cuando te toque llamarme “esposito”. Será muy pronto.

Lo miré sorprendida.

—¿Qué estás insinuando?

—¿Tú qué crees? Una vez dijiste que no querías repetir la misma historia que con tu exmarido y, según tú, se estaba repitiendo conmigo. Pues no, mi reina. El “hasta que la muerte nos separe" me lo tomo muy en serio. Vamos a regresar a lo que será nuestra casa y será contigo como mi única y legítima esposa, y por supuesto, como la madre de Joyce y de todos los hijos que voy a hacerte. Formaremos un gran equipo de béisbol. Esa es mi meta. Me esforzaré de aquí en adelante y espero de tu colaboración, mi diosa preciosa.

No sabía qué tanto lo había extrañado hasta ahora.

Este tipo está loco… y creo me ha contagiado su locura, porque estoy ansiosa de llevar a cabo cada una de sus locuras.

NOTA:

El epílogo lo estaré subiendo en el libro de “Al borde de un hilo” pronto. Es ahí donde cerraré con esta bilogía que se ha hecho más extensa de lo que imaginé.

Aquí los separé por apartados o “historias”, pero realmente son dos libros. «Preludio 1 y Al borde de un hilo 2». Como bien saben, esta historia es la segunda parte que tendrá el libro de «Al borde de un hilo», en pocas palabras, no es un libro por separado. En el libro en físico, estará divido por cada personaje con sus respectivas parejas, su propia historia y final, dando por terminado en el epílogo, donde hablaré en general del final que tuvieron todos.

El orden de lectura recomendado en la plataforma sería:

1. Preludio (Terminada)
2. Al borde de un hilo (En proceso) (A punto de finalizar)
3. El acuerdo (Terminada)
4. Obsesión enfermiza (En proceso)
*5. Probablemente haga un corto relato de Rebecca y Liam. Si lo hago, seguramente lo divida también en otro apartado. Les estaré avisando.*

Todo este desorden porque no tenía pensado hacer historias alternas. 😂 Aun así, espero la hayan disfrutado. Gracias por acompañarme hasta aquí. ☺️♥️

El acuerdo (Tercer Libro: PRELUDIO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora