01: Inevitablemente familia.

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"Siempre hay una opción, y si no la hay, entonces la estás jodiendo."

Se repite Jungkook y, sin dejar de patear la botella de plástico vacía, camina hacia su casa. La camioneta destartalada de su padre está en el patio aplastando el césped moribundo, lo que significa que el alfa ya está en casa. Jungkook se detiene en el auto. Se sabe de memoria cada rasguño y procede a contar los agujeros de bala, y se asegura de que no hayan nuevos. Una vez está seguro, exhala y camina hacia la entrada. Ya llega tarde, y lo que menos quiere es recibir un regaño, pero antes de que Jungkook tenga tiempo de entrar a la casa, Do, el padre del niño, sale al porche.

—Finalmente —exclama el hombre—. Ya estaba pensando en mandar a los muchachos a por ti.

—No tenía muchas ganas de conocer a tu nueva familia. —se queja el niño de once años, apoyado en el borde de la puerta.

—No es solo mi familia, sino nuestra —el alfa frunce el ceño—. Deja de ser egoísta. Deja de pensar solo en ti. Entrarás a casa, saludarás a Ilan y no me avergonzarás con tus malos modales.

—¿Pienso solo en mí? —el chico hace una mueca— ¡No te preocupas por mí, crees que es normal traer otro omega a la casa y exigir que lo llame papá!

—Jungkook —la voz del hombre se suaviza—, nunca te pedí esto, pero te niegas a entenderme, a entender y aceptar que la vida continua, a comprender el hecho de que me enamoré de alguien que no sea tu papá.

—¡Esto no es amor! —el niño cierra sus manos, formando puños debido a su frustración— El amor lo sientes una vez, y ya lo experimentaste con mi papá. Aunque estoy empezando a cuestionar si realmente fue amor lo que sentiste considerando que tan solo tres años después de su muerte trajiste a otro omega a nuestra casa.

—Todavía eres muy joven —Do se pone de cuclillas frente a él—, el amor puede experimentarse más de una vez. Estás enojado conmigo y lo comprendo, pero no es mi culpa que tu papá nos haya dejado tan pronto. Daría mi vida a cambio de la suya, pero no puedo, Jungkook, además Ilan es una persona maravillosa, tiene un corazón enorme y cálido...

—¡Basta! Lo saludaré, pero no esperes más de mí —gruñe el pequeño y entra por fin a la casa, cerrando detrás de sí la puerta que había pintado recientemente con sus propias manos.

No hay un solo árbol en esta calle, que consiste enteramente en casas antiguas que tienen un solo piso. El viejo asfalto, cubierto con enormes agujeros en algunos lugares, se funde con las paredes de las casas, creando una impresión de una imagen gris sólida. Jungkook llama a su calle "desánimo", y vuelve a pensar en las latas de pintura. Junto a Hoseok, suele pintar ese gris de vivos colores, y por la mañana, tras escándalos de los vecinos y una bofetada de su padre, él mismo lo vuelve a pintar de gris.

La casa de cuatro habitaciones es tan desagradable desde el interior como el exterior: un piso de madera viejo y desgastado, puertas que crujen y un papel tapiz amarillento. Los alfas no viven en la pobreza, pero no cuidan la casa. El padre de Jungkook es el asistente y mano derecha de Hugo, el jefe del cartel de drogas más grande de Amaho. Su casa está protegida, nunca han habido problemas de dinero, pero se hace sentir la ausencia de un omega en la casa. Parece que no ha pasado mucho tiempo después de la muerte del papá del niño, pero con su fallecimiento toda la casa pareció desmoronarse instantáneamente. Todo lo que les quedó a ambos alfas del que fue papá y esposo fueron imágenes de flores que el omega sacaba, más de veinte bolas de nieve que recolectaba en cada feria navideña en la ciudad, y su olor, que había desaparecido de la casa hace muchos meses pero quedó atrapado en sus pulmones. El papá de Jungkook falleció hace tres años atrás de un infarto y se llevó consigo la comodidad y felicidad de los alfas. Dentro de estas paredes, nadie puede escuchar risas, alegría, ni siquiera alguna conversación.

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