05: Sin alas.

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Jungkook no fue abiertamente en contra de su padre, y la razón principal de esto es Yoongi, quien, a diferencia de él, no puede escapar de la presión constante al irse de casa por un par de días.
El alfa trata de no agravar la situación en casa para que el menor no se ponga nervioso, llega temprano a casa, antes de que Yoongi se vaya a dormir, y pasa más tiempo con él. Aparte de eso, Jungkook todavía lo lleva a la escuela, aunque el trabajo no siempre lo permite. Juegan Jenga juntos, cenan y, a pesar de la presencia constante de Ilan en el salón de estar, disfrutan de la compañía del otro.

El ambiente en casa sigue siendo opresivo, Do no vuelve a hablar acerca de la intimidad de los hermanos, y Yoongi intenta no poner histérico a sus padres manteniendo su distancia con Jungkook. Esto continúa hasta el año nuevo cuando Hugo decide darle a Jungkook un par de sus hombres para envíarlos en un trabajo a Raccoon. Jungkook nunca le dice nada a Yoongi sobre su trabajo, pero el omega, que sabe lo que hace su hermano, está muy preocupado por su larga ausencia. Luego de esta tarea, Jungkook y Hoseok comienzan a desaparecer en el cartel y muy pocas veces aparecen en casa. Los muchachos hacen su trabajo en silencio y por el resultado impecable y sus métodos reciben elogios constantes y bonificaciones adicionales de Hugo.

Jungkook ahora es conocido en el cartel como El Diablo. El alfa pronunció este nombre por primera vez durante una de las tareas en el territorio vecino, cuando antes como apretar el gatillo, anunció a su oponente con una sonrisa que él era El Diablo.

Jungkook y Hoseok han estado trabajando fuera de Amaho durante tres meses. Los alfas se distinguen por la terquedad y por no entender la palabra "no". Es este rasgo en ellos que Hugo considera una maravilla, y los envía donde fallan sus hombres más experimentados. Es imposible llegar a un acuerdo con los muchachos, incluso el soborno no funciona con ellos, y Hugo, a quien le informan sobre cada paso y cada palabra, lo sabe muy bien. Jungkook y Hoseok son las manos castigadoras de Hugo, y no hay posibilidad de escapar de ellos.

Mientras tanto, Namjoon pasa cada vez más tiempo con el jefe y realiza sus mandados personales. Y Mo trabaja como guardia de seguridad en un pub donde a Hugo le gusta pasar las tardes y donde recibe invitados. Ya está acostumbrado a su cara y ya no se ofende por las palabras de los hombres del cartel de que el pub del jefe está custodiado por un monstruo, incluso le gusta ser llamado así.

De vuelta a casa después de otro gran encargo en donde se produjeron algunos problemas, Jungkook primero va con Yoongi, a quien, como siempre, le compró regalos, pero su padre lo intercepta en el pasillo y exige hablar.

—¿Qué pasó en Vares? —pregunta Do.

—Lo sabes muy bien, no es necesario que preguntes —Jungkook mira nerviosamente hacia la puerta, ansioso por ver a su hermano.

—Sé que trajiste lo que te enviaron, pero ¿no crees que tú y tu amigo psicópata están completamente fuera de control?

—Terminamos el trabajo, nada más importa. —Jungkook dice con calma, tratando de evitar el tema mientras avanza en el pasillo.

—¡Mataste a todos en el bar! —le grita el alfa mayor— ¡Se vengarán! ¡En esta tierra, la sangre de un traficante de drogas rara vez queda sin vengar!

—Que se venguen, que vengan si pueden, no tengo miedo —responde tranquilamente el alfa—. Es hora de que las ratas salgan de sus madrigueras y empiecen a contar con nuevas fuerzas. ¿Crees que me gusta matar? Les advertí que no dispararíamos si nos devolvían los bienes. No se dieron por vencidos. De ahora en adelante, será así con todos. No hay otra manera para mí de ganar esta guerra.

—No tienes ninguna guerra, tú mismo no eres nadie —Do lo agarra por el cuello—. Eres la máquina de matar de Hugo ahora, y él te está manejando a su antojo. Te parece que tienes decisión alguna y tienes poder, pero no es así en absoluto. ¡Estás completamente cubierto con la sangre de otra persona! ¡No seas su perro! Mírame, yo estaba igual y ¿qué obtuve?

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