09 | Aura de vibras grises

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CAPITULO 9

"AURA DE VIBRAS GRISES"

NATHAN.

—¿Tú qué harás por Halloween?— me pregunta cuando se ha cansado de burlase de mí por saberme los diálogos de la gran parte de películas infantiles.

Y eso que no le dije que me sé las canciones de Enredados completamente.

Y que canto Sueño Ideal simulando una voz diferente acorde avanza.

—Cleo y Valentine tienen pensado ir a pedir dulces, quizás me obligan a ir con ellas.

—Si no hubiera visto como actúas con ellas, creería que es un martirio para tí— dice, sonriendo.

—De hecho, lo es... No es por su compañía—aclaro ante la mirada escéptica que me da—. Sino que en cada casa a la que nos abren por «dulce o truco» les dicen «eh, él es mí hermano. Se llama Nathan y es su cumpleaños»

—¿Eres escorpio?— pregunta cómo si fuera la información más importante del mundo.

Ay, no. Otra loca de los signos.

—Sí. ¿Por qué?

—Ya decía que tenías un aura que me daba malas vibras pero no sabía que era en sí—dice con tono bromista—. Un aura un poco gris.

Suelto una risita burlona y mi teléfono suena anunciando un nuevo mensaje.

Lía: Nath, te espero en la entrada... Ya he conseguido la información que necesitaba.

—Tengo que irme, Naisha— le digo levantadome y sacudiéndome el pantalón—. Espero verte por ahí, rubia.

—Lo mismo te digo, Nathan.

• ♡ •

Papá siempre decía que las gemelas no habían heredado sus genes. Y vaya, que era cierto. Ellas eran la viva imagen de mamá, a diferencia de Lía y de mí, que teníamos muchos rasgos como los de él. Bueno, Lía un poco más ya que había heredado el color caramelo de tenía el abuelo por sus raíces brasileñas y los rasgos asiáticos de la abuela.

Uno de los apodos cariñosos de mamá para mí hermana era «Chinita» y bueno, tenía ciencia.

—¿Alguna vez te he dicho que tienes cara de mono con problemas gástricos?—pregunta mi mejor amigo.

Nunca entenderé como puedo seguir llamándolo así, si sé de primera mano que clase de persona es. Irrumpe en mi habitación como es costumbre. No entiendo cómo es capaz de mostrar una cara tan diferente ante mi madre y no sé cómo no he tenido agallas para descenmascarlo frente a ella.
Suelto un suspiro y aparto la mirada de mi teléfono donde me encontraba observando la última foto familiar que teníamos con papá.

—¿Alguna vez te he presentado el mínimo de atención?—repongo, molestó con él por muchas cosas.

La principal, que le ha dado una mala mirada a su novia cuando está se ha reído ante mi respuesta.

—Rubia, ¿Qué tal estás?— le pregunto, y señalo la silla frente a la mesa del escritorio—. Toma asiento, por favor.

Ella se suelta del agarre de su novio haciendo una mueca de alivio y toma asiento directamente en la cama.

—Espero que no te importe— dice ruborizada. Por su tono tan pálido de piel, puedo apreciar una gran marca roja en su brazo, y le sonrío con tristeza.

Ella debe ver en mis ojos lo que no expreso con palabras pero sí pienso: ¿Qué te impide dejarle?

Ella me da leve movimiento de la cabeza por respuesta.

—Voy por un vaso de agua— escuchamos la tosca voz de Jason, quién se aleja por el pasillo.

—¿Por qué...?— empiezo a formular la pregunta que ronda en mi cabeza desde siempre, sin embargo ella me interrumpe.

—Mis padres, ellos trabajan en la compañía de los suyos. Su trabajo puede estar en juego si yo llego a terminar con él.

El tono que utiliza es de resignación pura, me acerco a ella y coloco mi mano en su hombro.

—Tienes personas en las que apoyarte, no te aferres a algo que te hace daño.

—¿Y mis padres?

Parece una niña pequeña, tanto así que me da ternura.

—Hablaré con mamá, seguro pueden hacer una excepción por los papás de una amiga de su hijo.

Su mirada se ilumina ante la posibilidad de que eso pase. Esta chica de verdad es adorable...¿Como es Jason capaz de tratarla mal?

—¿Estás hablando en serio?—asiento y un chillido bajo sale de sus labios —. Gracias, gracias, gracias.

—No creo que haya nada que agradecer aún. ¿Alguien más lo sabe?— pregunto, porque no me gustaría ser el primero en saber un secreto de tal magnitud.

Aún no somos amigos tan cercanos como me gustaría.

—Tonterias— dice removiendose en la cama, pasando saliva—. Naisha también lo sabe. Aunque ahora gracias a ambos, creo que sí me han entrado ganas de ir al parque.

—¿Van al parque?— Jason entra de nuevo a la habitación, portando un vaso con agua.

Ambos asienten, casi al mismo tiempo, sin embargo Jason se adelanta a hablar.

—Y tú vas a levantar tu culo y vendrás.

Cruzo los brazos y los señalo con la cabeza.

—¿No es algo de pareja?— pregunto al tiempo que Jason suelta una risa nasal. Como si le pareciera divertida mi suposición.

Algo así como cuando, los alcohólicos hacen daño a sus parejas y intentan remediarlo con flores y regalos.
Sin embargo, Sasha niega con la cabeza.

—No, es una salida del grupo.

Creo que queda más que claro que en mis pensamientos está el acceder a esa propuesta. Seguramente cierta rubia estará en esa salida.

Y aunque la haya visto en la mañana, nunca parece ser suficiente.

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Vale, hola. Espero que las poquitas personas que estaban leyendo esto vuelvan a recibir las notificaciones de la historia. ¡Estoy editando el libro! Y aquí están los 9 capitulos que tengo escritos. Dentro de poco subiré los demás, solo que tengo que ultimar los detalles del capítulo 10 para continuar.

My Pink World (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora