10 | Creer

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• N A I S H A •

Durante toda mi vida me he visto envuelta en un sinfín de momentos, algunos de los cuales ahora digo «¿Por qué no lo valoré en su momento?»

Y uno de esos momentos, siempre estará encabezado por mí educación en secundaria... Debí haberme tomado las cosas con calma, debí haber disfrutado más.

Hago una mueca con los labios, intentando cambiar el rumbo de mis pensamientos para ver si así logro responder a las preguntas que aparecen en mi examen.

Estuve estudiando hasta tarde ya que los chicos decidieron por arte de magia aparecerse por casa yéndose a las tantas de la noche. Observo el reloj de aguja color ocre sobre el pizarrón acrílico y gimo muy bajito al ver que solo tengo diez minutos para concretar con mi examen.

Misión Imposible.

Era inquietante la manera en la que mis compañeros iban y entregaban sus pruebas uno tras otro y salían del aula, la cual se iba vaciando poco a poco.

Suspiro resignada a poder tener una buena calificación está vez, releo mi intento de examen y poco conforme con mis respuestas, decido que es mejor entregarlo así para luego quizás entrar en un posible examen recuperatorio.

El profesor no me observa al momento que dejo en su escritorio la dichosa hoja, y en parte agradezco que sea así. Un alivio para mí de cierta forma.

Tomo mi morral y salgo del aula con los ojos cerrados, no sé porqué lo hago, simplemente, sucede. A raíz de eso, me llegan algunos pensamientos que no son tan positivos como quisiera.

Había suspendido tres materias ya.

No había podido enviar mi trabajo final de pintura ya que había quedado en bloqueo por alguna razón.

No tenía inspiración para nada. Ni ánimo. Sentía que mi vida estaba en pausa.

Ni siquiera había sido capaz de hacer la llamada semanal a mis papás. Sin embargo, ahí estaba, camino a la cafetería de la universidad con una sonrisa que mostraba mis dientes, perfectos en su mayoría ya que había utilizado frenillos desde muy temprana edad.

Sentía que mi vida era una farsa y me gustaba creer en mí utopía llena de fantasía que las cosas iban a cambiar algún día.

Coloque los auriculares en mis orejas y un sentimiento de culpa me inundó cuando entré a su chat y le di play a uno de los últimos audio que me había enviado.

Lo siguiente en la lista era... Debí haber pasado más tiempo con él.

Tal vez necesitaba ayuda para aprender a soltar.

Tal vez después de que haya pasado un año, debería pasar página.

Tal vez.

Me coloqué tras un chico en la fila para la cafetería y pasé mi mano izquierda por la cara.

Sabía que no tenía buena pinta, no había usado ni siquiera una gota de maquillaje está mañana ya que, me había quedado dormida y había despertado sobre la hora para venir aquí.

Mi vestimenta consistía en un sweter enorme y unas mallas negras.

Me sentía como Regina George en sus días de destierro.

Ordené un sándwich de jamón y un jugo de naranja, para luego pasar de largo las redondas mesas y salir hasta el patio.

Quiero estar sola.

Quiero ahogarme en mis propias penas.

Si me mantenía en la cafetería, sentía que Tiffany y Dominick llegarían y comenzarían a discutir también sobre que haríamos para Halloween, o peor, saldrían con alguna estupidez de pareja.

My Pink World (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora