Capitulo 4. Cuesta abajo

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Ya habían pasado 2 semanas desde aquel horrible suceso, no podida decir que su profesor no había hecho nada porque si lo hizo, pequeños toques 'accidentales' en sus piernas y espalda, pero nada como aquel día.

Claramente su vida no seria la misma, cualquiera que viviera algo así no podría borrarlo tan rápido de su memoria, por lo que todos notaron cuando la chica dejo de bromear en los momentos inoportunos, no entraba a sus clases o bueno, no lo hacía cuando no tenía ánimos, sin duda alguna, Eda no era de vestirse con faldas o vestidos pero lo hacía ocasionalmente y eso la hacia ver linda, pero no volvió a hacerlo, ahora la mayoría de tiempo estaba vestida con aquellas sudaderas y pantaloneras holgadas.

Cuando estaba en su casa, se la pasaba encerrada en su habitación, a pesar de que Lilith trato de entrar no lo logro, simplemente obtenía un 'Estoy bien, déjame sola' por lo que se cansó de intentar hablar con ella.

Estaba en la Casa Búho, había decidido no entrar a clases otra vez y nunca podían encontrarla cuando se metía a aquel salón.

Eda observo en salón un instrumento peculiar, supuso que era nuevo ya que días anteriores no lo había visto, era similar a una guitarra, tenía seis cuerdas, pero la caja de resonancia era abombada, con forma de media pera; Se acerco a el con curiosidad y presionó algunas cuerdas oyendo los sonidos que salían del instrumento.

- ¿Te gusta el Laúd? -. Pregunto alguien entrando al salón.

- Así que así se llama -. Dijo la chica dejándolo en su lugar. - Solo me dio un poco de curiosidad, ¿Saliste ya de clases, Rainstorn? -.

-Si, a partir de ahora estoy disponible para ti -. Y se sentó al lado de la chica. - ¿Quisieras aprender a tocar el Laúd?, no soy muy bueno, pero se me lo básico -.

-Me gustaría, se ve divertido -.

Y así ambos jóvenes pasaron alrededor de 20 minutos en los que tocaba ciertos acordes, de repente, unas nauseas la invadieron, lo que ocasiono que hiciera una mueca.

- ¿Estas bien? ¿Qué sucede? -. Pregunto el joven al oír que los acordes se detenían.

-Me dieron ganas de vomitar, creo que me enfermare -. Dijo la chica aun con el malestar de las náuseas. – Continuemos, me gusto este instrumento -. Dijo mientras ponía un acorde.

El acorde solo estaba mal puesto por el traste, por lo que el chico lo acomodo.

-Serias un desastre sin mi -. Soltó aquel comentario

La chica se sonrojo y el chico al notarlo también se sonrojo, sin embargo, los buenos momentos se arruinan por interrupciones y esta vez, los pensamientos de Eda lo arruinaron, las palabras de su profesor llegaron a su mente 'Él se alejará de ti cuando sepa que estas sucia, que estás marcada' y su semblante cambio a uno triste. El peli verde al notar la cara de la chica quiso darle un pequeño obsequio, le dijo algo que la sorprendió un poco.

❝  Cuando Las Luces se Apagan  ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora