Los espectadores en el Valhalla quedaron atónitos por el extraño pedido de Rea, mientras que Brunhilde afilaba su semblante examinando la situación.
—Eso no es bueno, algo anda muy mal.
—¿También lo notas, Valquiria? —preguntó Zeus con tono de burla. —Eso que está ahí, no es mi madre. O al menos, no la que yo recuerdo.
Brunhilde recibió aquella noticia como balde de agua fría, puesto que ahora se estaban enfrentando a un enemigo desconocido, y había permitido que su hermana fuera la que saliera a enfrentarlo.
—Hermana, ¡Rea se está rindiendo! ¡Juana ganó! —grito Göll con entusiasmo.
—Me temo que no será tan fácil—respondió Artemisa, la diosa de la caza con tono serio—Conozco de primera mano el carácter de Rea. Estamos hablando de una titánide que plantó cara durante eones al titán más poderoso de la existencia. Ella jamás pediría que la asesinaran tan cobardemente. Es obvio que está siendo manipulada por alguien o "algo", y eso debería ser causa de preocupación para todos.
—¿Qué estas insinuando? —preguntó Zeus con una ceja arqueada,
—No hay nadie entre nosotros que tenga el poder necesario para controlar a un titán, así que definitivamente estamos ante una gran amenaza incluso para nosotros.
Algunos dioses comenzaron a burlarse de las palabras alarmistas de la diosa, pero Zeus mantuvo la serenidad porque sabía que el argumento de Artemisa tenía sentido.
—Bueno, si lo que dices es cierto. Tú comprobaras directamente a que nos enfrentamos, ya que esa chica está muerta—dijo Zeus con un brillo malicioso en sus ojos provocando una gran angustia al par de valquirias.
Mientras tanto, en el monte Kilimanjaro, Juana observaba profundamente a su contrincante y finalmente tomó una decisión. Extendió su brazo hacia su espalda retirando un cilindro plateado que estaba incrustado en la parte trasera de su armadura. El artefacto tenía en el centro, un icono de un arco con una flecha a punto de ser disparada: el símbolo de la diosa Artemisa.
—Finalmente la usara—exclamó la deidad femenina en el Valhalla —Hasta ahora, ha utilizado mi Rustung como una batería para potenciar sus habilidades de Valquiria, pero supongo que ahora intentara un camino más...directo.
Juana accionó el cilindro y un alargado palo metálico con una filosa punta salió desde la parte superior e inferior del artefacto convirtiéndose en una lanza contraíble.
—Tú lo has pedido—respondió la francesa, y a continuación, lanzó su arma con todas las fuerzas que le permitieron sus runas de valquiria, convirtiéndola en un destructivo proyectil de velocidad extrema, mismo que Rea detuvo con una maraña de espinas que salieron del suelo, pero Juana hizo un último esfuerzo extendiendo su palma para inyectar más fuerza a la lanza causando que rompiera la muralla y logrando enterrarse en la frente oscura de Rea.
Las valquirias se fundieron en un abrazo de emoción tras haber presenciado aquel ataque de su hermana, pero en ese instante, la titánide sonrió macabramente, causando alarma en Juana.
—Veo que los humanos han progresado de una forma que no esperaba—dijo con voz gutural—Hiciste que interviniera para salvarla...admito que eres buena, mocosa, pero tu suerte ya termino. Desde ahora seré yo contra ti.
Juana entornó su vista y pudo contemplar con claridad que una especie de agujero negro espacio temporal se había materializado en la frente de la titánide para engullir la mitad de la lanza.
La francesa salto rápidamente para recuperar su arma, pero esta, estaba siendo absorbida lentamente por el agujero, así que Juana hizo brillar las runas de su brazo y con renovadas fuerzas logró recuperar su lanza partiéndola a la mitad y transformándola en una improvisada espada.
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Record of Ragnarok : TITANOMAQUIA
ActionCien años después del torneo del Ragnarok, los titanes escapan del Tártaro. Ahora Brunhilde es convocada nuevamente para que reúna un equipo de nueve humanos para que se enfrenten a una amenaza mayor que los dioses.