Atlas dedicó al humano una mirada altiva sin siquiera agachar su cabeza, mientras que Sansón, miraba al gigante de manera despreocupada al mismo tiempo que rascaba su tupida barba.
—Así que mi hermano, Prometeo, no estaba loco después de todo—dijo el titan con una voz grave casi gutural—Los dioses enviaron humanos a ocupar su lugar en la batalla.
Este comentario, causó sorpresa en el Valhalla, pues no habían visto que Prometeo se comunicara con ningún otro titan, y por lo tanto Brunhilde aventuró la hipótesis de una posible conexión psíquica entre los titanes, al menos entre los hermanos.
—A diferencia del blandengue de mi hermano, yo no te tendré piedad "humano"
—No recuerdo haberla pedido—replicó Sansón encogiéndose de hombros, lo que provocó un brillo de furia en los ojos de su contrincante. —Desde que nací, he soñado con ver el límite de mi fuerza, y tú te ves cómo alguien que podría hacerme llegar hasta ese punto.
Atlas soltó una sonora carcajada que provocó una pequeña avalancha.
—¿No te parece que te estas sobreestimando, "humano"? —preguntó Atlas con un tono burlesco.
—Mas bien creo, que me estas subestimando, "Titan"—replicó Sansón imitando el mismo tono de burla, lo que desencadenó que Atlas, soltará un potente puñetazo en dirección al israelita, el cual, detuvo aquel ataque con un puñetazo propio haciendo que ambas potencias chocaran, provocando un estruendo que se escuchó incluso hasta las lejanías.
—¡Impresionante! ¡El choque de puños ha sacudido el Everest! —rugió Heimdall emocionado. — ¡Sansón está igualando la fuerza del Titán!
El choque de poderes había ocasionado docenas de avalanchas por todo el gigantesco monte, e incluso corrientes de vientos se habían arremolinado en la cima producto del intercambio de puños.
Atlas observó a su contrincante con un ligero gesto de sorpresa.
—En todos mis eones de vida, es la primera vez que alguien, aparte de Cronos, logra detener mi puño demoledor.
Sansón sonrió.
—Lo mismo digo de ti. Eres el primero que no se hace pedazos después de haber recibido mi golpe.
El titán soltó una sonora carcajada espantosa que retumbo sobre la cima del Everest.
—La creación de mi hermano es más divertida de lo que pensé.
— ¿Tu hermano dices?—preguntó Sansón con un ligero tono de ira en su voz— ¿de verdad crees que esta, es la fuerza de un simple titán?
Acto seguido y en una inesperada muestra de velocidad, Sansón saltó hasta la altura del estómago del titán, y asestó un devastador golpe que mando a volar al gigantesco Atlas hasta estrellarse con una columna de piedras congeladas.
Aquel ataque había provocado que la maciza armadura negra de Atlas, se resquebrajara por completo, mostrando el musculado y cicatrizado dorso desnudo del Titán.
El gigantesco ser, se levantó con dificultad, escupió algo de sangre purpura, y se desprendió de su casco para revelar su rostro arrugado y de mirada gélida.
— ¿Disfrutaste mucho de haberme dado ese golpe?—preguntó Atlas de manera retorica mientras se acomodaba su cuello con un espantoso gesto. —Espero lo hayas hecho, porque no volverás a tener uno igual.
A continuación, el Titán realizó un poderoso aplauso que generó una onda de choque brutalmente destructiva. Sansón se vio obligado a enterrar sus piernas en el congelado suelo para evitar salir volando. No obstante, el Titán había previsto esto, y se apostó rápidamente frente al inmovilizado cuerpo del humano.
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Record of Ragnarok : TITANOMAQUIA
AcciónCien años después del torneo del Ragnarok, los titanes escapan del Tártaro. Ahora Brunhilde es convocada nuevamente para que reúna un equipo de nueve humanos para que se enfrenten a una amenaza mayor que los dioses.