03: Secretos y verdades

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Capítulo tres:

«Secretos y verdades»






Al día siguiente Louis se despierta con la idea de salir de la casa para cortar leña. No está acostumbrado a pasar tanto tiempo encerrado, por lo que quizá tomar un poco de aire en el patio y además hacer actividad física lo ayudará a liberar algo de tensión. 

Harry no está haciendo fácil la situación en la que se encuentran, aunque tampoco se encarga de complicarlo demasiado. Ni siquiera le habla, sólo cuando es muy necesario, y lo hace con un tono neutro. El resto del tiempo se mantiene callado y alejado, a veces pensativo y en otras ocasiones hablando en voz baja consigo mismo. Debería ser algo bueno y Louis piensa que es así, sin embargo no está muy cercano a la idea que Richard tiene de su estancia con Harry en ese lugar. Así que tarde o temprano tendrá que lidiar con esa falta de comunicación. 

Pero ahora necesita relajarse. Salir un poco de la casa, tomar aire sin importar que afuera ha comenzado a nevar y aprovechar para juntar leña antes de que se arruine con el frío y el rocío. El plan puede esperar por el momento.

Cuando está poniéndose una chaqueta, ignora la presencia de Harry en la sala de estar y camina hacia la puerta usando la llave que siempre tiene guardada en su bolsillo. Antes de poner un pie fuera de la casa escucha la voz del omega llamándolo. 

—¿A dónde vas? —le pregunta Harry.

Es la primera oración larga que le ha dado en horas, lejos de los cortos «sí», «no» y «gracias» que ha utilizado en los momentos que comieron juntos. Lo sorprende un poco, pero ignora el sentimiento y mantiene sobre el omega una mirada seria y firme. 

—Iré por algo de leña —responde con tranquilidad, dándole un rápido vistazo a la ligera ropa que lleva puesta. Un pantalón de franela color gris y una camiseta blanca con mangas largas. Se pregunta si tiene frío. 

—Voy contigo. Quiero salir de esta casa por al menos algunos minutos antes de volverme loco por completo.

Louis no puede negarse porque Harry enseguida pasa a su lado caminando hacia la habitación. Eso le da la oportunidad de sentir un poco su aroma, el cual nota que es más suave de lo intenso que estaba el día anterior. Quizá es porque se encuentra menos enojado y a la defensiva, al menos por el momento, y espera que así continúe durante un tiempo, pues duda poder soportar mucho sin ser desagradable si Harry le hace compañía fuera donde buscará algo de paz. 

Lo espera controlando su temperamento para evitar que su aroma delate lo irritado que está. Lo irritado que se levantó ese día y lo tenso que toda la situación lo pone. Cuando Harry aparece con una chaqueta igual de gruesa que la suya, abre la puerta y lo escucha seguir sus pasos de camino al exterior. 

Con un suspiro exasperado, Louis trata de ignorar los sonidos de Harry quejándose del frío mientras se dirige al sitio donde se encuentra la leña. Primero se encarga de apilar lo que está cortado y luego agarra el hacha que el día anterior vio por el lugar y comienza a cortar intentando que quede más pequeña ya que por el tamaño calcula que no entrará en la chimenea. 

Todo lo hace bajo la atenta mirada de Harry, puede notar, que a veces se dedica a jadear ligeramente cuando deja caer con demasiada fuerza el hacha sobre los pedazos de tronco. Lo termina por irritar un poco, ciertamente, porque no está teniendo la paz y tranquilidad que tanto buscaba en un principio. Que tanto quería su alfa antes de salir de la casa. 

—¿Dónde aprendiste a usar esa cosa? —Harry pregunta con suavidad luego de algunos minutos en los que Louis se encarga de apilar la leña cortada. 

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