Tiny Sun

Capitulo 8

18 semanas...

Habían pasado recientemente una semana llena de exámenes, la cual había dejado a la pareja completamente estresada y ansiosa por saber sus calificaciones.

Harry decidió pasar ese fin de semana en la casa del ojiazul para poder recompensar el tiempo que no pasaron juntos gracias a los exámenes. Además, Louis había comentado repetidas veces que estaba seguro que el cachorrito se había movido, y Harry no pensaba perderse eso.

Habían decidido descansar un poco más, así que seguían acostados en la cama. Harry estaba un poco más adentro de las sábanas porque quería estar al lado de la pancita.

—Se siente raro— murmuró el omega —Son como… ¿aleteos de una mariposa? Es extraño de explicar.

El rizado volvió a acercar sus labios al vientre abultado de su omega y dejó un pequeño beso allí antes de volver a hablar.

—No es justo— se quejó el mayor —También quiero sentir si se mueve— intentó nuevamente presionar con la punta de su nariz de manera delicada el costado del vientre de su omega, pero nada. Ni un solo movimiento.

—Perdón, alfa— habló con una mueca.

—No es tu culpa, es de cachorrito porque no quiere que papá lo sienta moverse— bromeó con su ceño fruncido —De todas formas papá te ama.

Louis sonrió, estaba seguro de que Harry sería un buen padre.

—Y a mí también me amas, ¿verdad?

Harry se removió entre las sábanas para salir de entre ellas y así estar cerca del rostro de su omega.

—A tí también te amo, Lou— murmuró besando a su pareja —Los amo a ambos como no tienen idea— habló pasando su brazo sobre el vientre abultado.

Ambos estaban fascinados con el crecimiento de la pancita. Louis adoraba hacerla notar usando ropa pegada a su cuerpo, mientras que Harry presumía con orgullo la pancita de su omega.

Harry revisó de forma rápida la hora en el reloj que llevaba puesto en su muñeca; iban a ser las doce del medio día.

—¿Qué tal si salimos a comer algún sandwich o algo así, Lou?. Ya casi es hora de almuerzo.

—Cachorrito no tiene ganas de salir hoy— dijo apoyando su cabecita en el hombro del alfa luego de que este se acomodara mejor —Perdón, alfa— murmuró dejando su brazo sobre el pecho del mayor—Podrías coordinar con alguno de tus amigos para salir a comer hoy, y cachorrito y yo podemos llamar a Niall para que nos venga a hacer compañía— sugirió.

—Nop, este fin de semana pienso estar todo el día con ustedes, siempre y cuando no tengas otros planes— afirmó pasando su otro brazo por detrás del cuello de su omega para que pudiera apoyar su cabeza sobre su pecho, sin necesidad de pasar a llevar la pancita.

Louis sonrió, ya que en verdad no quería que el rizado se alejara de ellos durante el fin de semana.

—Cachorrito quiere estar contigo— murmuró llevando una mano hacia su pancita —Ya quiero que cachorrito esté aquí. Será tan chiquito y olerá a bebé.

—Ya falta menos, omega.

Ambos se quedaron en silencio, completamente sumergidos en sus pensamientos.

—¿Qué tan diferente crees que sería todo si no tuviéramos a cachorrito?— preguntó el ojiazul rompiendo el silencio —¿Crees que sería mejor?

Harry se quedó en silencio.

—Probablemente estaríamos fantaseando sobre cachorrito y como sería verte con una pancita— respondió entrelazando su mano con la del ojiazul —Es mucho mejor vivirlo que imaginarlo la verdad.

El ojiazul sonrió con ternura. Aún recordaba cómo había sido el día en que se enteró de la existencia de cachorrito…

Louis estaba al borde de las lágrimas. El test había marcado positivo.

—¿Qué mierda voy a hacer?— murmuró mientras se sentaba en el suelo del baño con la prueba entre manos.

En su mente rondaban tantas preguntas ¿Cómo iba a tener un cachorro a esta edad? ¿Siquiera tendría el apoyo de su familia? ¿Tendría que dejar la escuela?, pero la más importante de todas: ¿Harry querría tener un cachorro con él?

Intentando asimilar la realidad se paró del suelo lentamente y levantó su suéter dejando expuesta su pequeña pancita que se notaba más al estar de costado frente al espejo. Luego abrió uno de los muebles y guardó dentro de un estuche el test de embarazo, dejándolo por debajo de todo.

Louis nunca fue una persona delgada, por lo que no le costaría demasiado esconderlo unas semanas, el problema real era que Harry lo conocía bien, lo conocía demasiado bien y sobre todo a su aroma.

Dejó unas pequeñas lágrimas caer y aún sin asimilarlo por completo salió del baño simulando calma para caminar hacia su cama, en donde dormía su gran rizado.

—¿Qué hacías afuera de la cama, dulce? Son las 6am— habló adormilado mientras volvía a rodear con sus brazos a su omega. Insertando su nariz en la fuente de aroma —Me gusta el perfume que has estado usando. ¿Cuál es?

Louis intentó sonreír mientras se tensaba al sentir una mano del mayor pasar por debajo de su cuello y la otra sobre su vientre.

—Mi madre se había comprado uno, pero era demasiado dulce para ella.

—Okay— murmuró —Ahora mi dulce huele más dulce— sonrió adormilado acurrucandose hacia su omega —Te amo mucho, Lou.

—Te amo más, alfa— respondió sintiendo al rizado depositar un besito en su cuello.

Louis estaba en silencio mientras sentía los dedos del rizado jugar sobre su vientre.

—¿Piensas en tener un cachorrito conmigo? Digo en un futuro— preguntó con curiosidad entrelazando su mano con la del rizado.

—Mmm, si— respondió en voz baja —Sería lindo tener un cachorrito juntos, claro que luego de que tengamos nuestras carreras y una linda casa o departamento— añadió con una tonta sonrisa al imaginar un futuro junto a su omega.

—Si, claro…— murmuró mordiendo sus mejillas por dentro.

Lo único de lo que el ojiazul estaba completamente seguro era que, sin importar la decisión del mayor, él iba a tener y a querer a su cachorrito.

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N/A: waaaaaaooo... hace demasiado tiempo no escribía y publicaba algo.

Qué tal les pareció el cap? Me extrañaron?

Con amor, Whoss.