*Aclaración: en este cap continua el flashback del cap anterior.
Louis tenía un nudo en el estómago mientras intentaba comer los panqueques que su bonito alfa le había preparado para cenar.
—¿Lou?— preguntó el rizado al ver como el ojiazul no hacía más que jugar con el tenedor en la comida.
—¿Si?— respondió saliendo de su trance.
—¿Qué pasa, dulce?— preguntó rodeando la isla de la cocina para acercarse a su omega y abrazarlo por la espalda, entrelazando sus manos sobre su estómago.
El ojiazul sintió el calor corporal de su alfa al estar casi piel con piel.
—Nada, alfa. Solo estoy pensando en el regreso a clases— sonrió poniendo sus manos sobre las de su pareja.
—Aún quedan algunas semanas para regresar de vacaciones de verano. Disfruta estas últimas semanas, dulce— comentó dejando un besito sobre su cabeza —Además en dos días debemos volver a nuestras casas.
—Lo sé— suspiró.
Harry había arrendado una cabaña a orillas de la playa para que él y su omega pudieran quedarse allí durante gran parte de las vacaciones.
—¿Qué tal si preparo unos tequila margarita como despedida a la cabaña?— preguntó sonriente separándose del ojiazul para acercarse a uno de los muebles en busca del alcohol.
Era uno de los tragos favoritos de Louis, por lo que negarse a uno sería demasiado raro, pero aún así tuvo que hacerlo.
—Esta vez paso, alfa— comentó cortando un pedazo de panqueque con ayuda del tenedor.
El rizado no podía creer lo que su omega le había respondido. Inmediatamente se acercó al omega.
—Oh no, eso es una alerta de tristeza abundante— afirmó Harry alzando a su omega y posicionándolo sobre la isla de la cocina, quedando él entre sus piernas —Yo receto muchos besitos y abracitos— añadió sonriendo antes de acunar el rostro del menor con sus manos y comenzar a llenarlo de besitos para luego apretujarlo entre sus brazos.
Louis solo pudo pensar en lo feliz que era junto a su alfa, y en cómo lo extrañaría si es que algún día ya no estuvieran juntos. Sin siquiera notarlo, sus ojitos azules se convirtieron en océanos turbulentos.
—¿Qué pasa, dulce? ¿Te lastimé?— preguntó con preocupación al sentir una gota salada chocar contra sus labios —Hey— murmuró limpiando las lágrimas que caían de esos bonitos ojos.
—No te preocupes, Hazza— intentó sonreír, pero ésta de inmediato se rompió formando un puchero —Solo estoy muy feliz de tenerte y tengo miedo a perderte— añadió desviando su mirada al suelo.
—Dulce, mírame— pidió alzando con delicadeza la barbilla del menor —No estás ni cerca de perderme. Somos tú y yo contra todo, ¿está bien?— habló con firmeza y ternura.
El ojiazul solo pudo tirarse a los brazos de su alfa en busca de consuelo y seguridad. Se aferró a él como si su vida dependiera de ello.
—Todo estará bien, dulce. ¿Qué te atormenta? Quizás te puedo ayudar— sonrió con ternura acariciando la espalda del menor.
Louis tomó aire y se separó lentamente del alfa, quedando tan solo unidos por sus manos entrelazadas.
—Puedes contar conmigo, omega. No lo dudes por favor.
Louis contó hasta tres y se quitó todo ese peso de encima con tan solo unas palabras, y es que no podía seguir ocultándoselo a su alfa.
—Hay un cachorro creciendo en mi vientre. Uno nuestro.
Sus manos se separaron.
Se formó un silencio que del punto de vista del ojiazul fue eterno. Harry no asimilaba lo que acababa de decir su omega.
—Tus padres van a asesinarme— fue lo único que el rizado logró modular —Pero nosotros sí nos… Apenas tenemos… ¿Cómo…?— habló sin siquiera terminar una idea para comenzar con otra.
Volvieron a caer en el silencio. Luego de unos eternos minutos Harry logró calmarse y pensar con algo más de claridad.
—¿Quieres continuar con el embarazo?— preguntó el mayor volviendo a tomar las manos de su omega.
Al sentir nuevamente el tacto de su alfa sintió que volvía a respirar.
—Independiente de lo que tú desees, yo si quiero continuar y tener a mi cachorro— dijo con firmeza, pero en realidad tenía tantas dudas.
—Nuestro cachorro querrás decir— corrigió acariciando las manos de su omega, quien asintió —Tendremos un cachorrito— murmuró sin asimilarlo por completo.
—Si, pero de todas formas no te sientas obligado a participar en su crianza. Entiendo que quizás es demasiada responsabilidad a una corta edad. Solo te pediré dinero— dijo sintiendo como su pecho se apretaba lenta y dolorosamente.
Harry lo miró con confusión y cierto recelo. Era su cachorro también, ¿cómo siquiera puede insinuar que no participará en su crianza?
—Tendremos un cachorrito— volvió a repetir en un tono moderado.
—Si, pero de todas…— sus palabras se cortaron al sentir como repentinamente unos brazos lo rodearon por completo.
—¡Tendremos un cachorrito!— gritó con emoción mientras alzaba al ojiazul para que éste pudiera rodearle el torso con sus piernas —¡Uno nuestro!— Louis asintió.
El rizado sujetaba con firmeza el cuerpo del menor contra el suyo, apretujándolo entre sus brazos.
Luego de unos segundos, el agarre del rizado se hizo más débil y pudieron quedar frente a frente.
El ojiazul pudo observar como los ojitos verdes brillaban con ilusión mirándolo mientras sonreía bobamente. Las manos del menor ahora se dirigieron hacia las mejillas del alfa para acunar su rostro.
—Te amo, dulce— sonrió antes de besar lentamente los labios de su omega.
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N/A: Waaaaawww
Hace mucho no escribía, pero de la nada me llegó la inspiración para continuar algunas historias
¿Qué opinan del cap? ¿Les gustaría ver más flashbacks?
¿Qué fic les gustaría que actualizara ahora? 👀
Con amor, Whoss.
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Tiny Sun
FanfictionEn donde Harry y Louis esperan con ansias a su cachorrito. El único inconveniente es que quizás su cachorrito no llegaba en el momento indicado. Quizás debió llegar cuando por lo menos salieran de la escuela. . . Aclaraciones: •Embarazo adolescente...