Capitulo 14

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Semana 30...

Los días pasaban y a la pareja le emocionaba cada vez más la idea de tener a cachorrito entre sus brazos

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Los días pasaban y a la pareja le emocionaba cada vez más la idea de tener a cachorrito entre sus brazos.

Louis seguía bajo los cuidados del alfa, que consistían en no realizar caminatas largas, no sobreesfuerzo físico y no exceso de azúcares. Al omega no le agradaban demasiado estas nuevas normas.

Últimamente se ahogaba en cierta nostalgia. En parte quería volver a tener una vida normal de adolescente, pero ya era bastante tarde para eso. De todas formas, adoraba cargar a cachorrito y saber que en un par de meses iba a llegar una nueva lucecita a la vida de él y de su alfa.

—Hazz…— murmuró antes de dejar un besito en la mejilla de su alfa adormilado —Te estás quedando dormido— rió bajito.

Ya era viernes a la noche por lo que el rizado se había quedado a dormir en la casa de su omega. Ambos habían decidido ver una película de Disney cualquiera, mientras estaban acurrucados debajo de las sábanas en la cama del menor.

—Mentira— balbuceó realizando un intento en vano de abrir sus ojos.

Harry estiró su mano hacía la pancita de su omega, asomando una pequeña sonrisa al notar su tamaño.

El cachorrito había crecido bastante demostrando que todo iba en orden, cosa que tenía más que fascinado al rizado, y a pesar de que a Louis también le emocionaba, era él quien sufría las consecuencias de tal crecimiento.

Cuando Harry despertó notó que ya eran más de las ocho de la noche y que su bonito omega se había dormido. Parecía un dulce angelito con sus mejillas algo rojizas, sus brazos rodeando su pancita y su cabello levemente revuelto. Definitivamente el rizado se encontraba embobado con su pareja.

Se levantó con mucho cuidado de no despertar al ojiazul y en lo que se ponía una camiseta manga larga recordó que mañana cachorrito cumplía 30 semanas dentro de la pancita de Louis. Entonces, decidió ir a ver si la pastelería cerca de allí se encontraba abierta para complementar el pequeño detalle que había comprado.

Luego de ponerse zapatillas, ya en el marco de la puerta dió un último vistazo rápido hacia su pareja y sonrió con satisfacción de verlo allí tan tranquilo.

Antes de salir a la calle se topó a los padres de Louis sentados en el sofá charlando con las noticias de fondo, y aprovechó a comentarles que saldría unos minutos y que dejó al ojiazul durmiendo. Ellos simplemente asintieron sin tomarle mucha importancia. A decir verdad, aún no pasaban del todo al rizado.

Louis despertó una media hora después de que el alfa saliera, debido a que notó la ausencia de su calor. Una pequeña angustia se alojó en su pecho mientras se reincorporaba en la cama.

Rio al notar a cachorrito haciendo presencia con pequeños movimientos.

—¿Vamos a buscar a papá?— preguntó en un susurro hacia su pancita.

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