"Persuadido" [Akagami No Shankusu x Lectora] [4]

10

Capitulo diez.

"👁️👄👁️"

A paso firmé se adentró en la amplia sala mientras era observada por los asustados doctores los cuales parecían estar bastante pálidos.

—¿Se les bajó el azúcar?— inquirio observando a sus alrededores cautelosamente, —Como sea, un doctor que venga conmigo.

Ninguno parecía moverse de su lugar.

Ellas alzó la ceja.

—¿Qué, no va a venir ninguno? Mi abuela se está muriendo.— añadió seriamente.

—¿Usted tiene..quiero decir y-ya sabe..jeje..— balbuceo el más anciano mientras movía sus manos con inquietud, —Dinero para manejar los gastos.

—¿Dinero?— cuestionó secamente, —Valla mierda de doctores se gasta este pueblo.

Con rápidez se apresuró por atrapar al hombre y agarrarle de las ropas.

—Tus manos, estirarlas sobre la mesa.— ordenó.

—¿Pa-Para qué usted quiero qué yo-

—Azlo o te atravieso con esto.— le advirtió apuntandole con una de sus katanas en el cuello.

Él hombre temeroso se fue acercando a la mesa.

—Estira los brazos.

Asustado hizo lo pedido mientras observava a sus colegas de trabajo en busca de que alguien le ayudase.

—Generalmente estás katanas las utilizo para cortar carne asique dudo mucho que queden atascadas en tus huesos.— comentó pensativa mientras se posicionaba lentamente.

—Porfavor...se lo suplico..— Susurró aterrado el hombre mayor mientras que sus manos de manera inevitable empezaron a temblar exageradamente.

—¿Qué está pasando aquí?— resonó una vez grabe y potente a sus espaldas.

La castaña se volteó tranquilamente hacia el dueño de esa voz.

—¿Y tú eres?— inquirio fastidiada.

—La pregunta es, ¿Quién es usted y qué hace en mi hospital?— cuestionó señudo mientras se cruzaba de brazos.

La castaña se dedicó a examinar de pies a cabeza al tipo que se hizo llamar dueño del hospital.

Poseía unos cabellos sutilmente rojizos mientras que sus ojos parecía ser de un rojo aún más intenso. Poseía un traje negro que no lo negaba, le hacía ver más atractivo pero no lo suficiente como para compararle con cierto pirata.

Era un hombre joven para ser el dueño del hospital pero sopuso que se trataba de algún "genio"

—Perfecto, entonces hablaré contigo.— añadió girandose por completo hacía el extraño, —¿Este hospital está a tu cargo?