《-Extrañamente idiota.-》- Spreen Tortillaland

>Introduction<

Ante todo, Spreen siempre ha sido una parte especial de Tortillaland, aunque haga guerras, aunque pelee con muchos de los habitantes, aunque todos lo odien... Todos le han desarrollado una especie de cariño al Oso, aún que pareciera un hijo de puta. Todos le han desarrollado cariño, hasta Reborn, con quien ha estado en guerra. Sin Spreen... Tortillaland se caería ¿Qué? ¿Acaso no es lo que todos pensamos? Varios habitantes han estado enojados con el culpable de la muerte del empresario de éxito, pero no han podido hacer mucho, el profeta ha castigado a varios que le han gritado a Juan.

Varios amigos de Spreen han llorado y otros se han escondido. Pero ninguno ha dejado de odiar a Juan. ¿Es raro no? Jamás se habían imaginado que esto pasaría. Todos estaban demasiado felices, pero cuando se enteraron de ese suceso... jamás se ha nombrado al muerto, lo cual, los hace sentir mal. Nunca se pusieron a pensar que alguno fue capaz de atravesar a Spreen con una vara de mago, más sabiendo que Spreen es una persona con mucha inteligencia y agilidad. Pobre de el, estómago abierto por culpa de una vara. ¿Lo mató simplemente por qué robó el Cetro del profeta? ¿Fue innecesario? ¿Tuvo una razón?

El Pollo feliz cerró al igual que Tortillanews. Las 2 empresas más grandes de Spreen, es triste no ver al Oso pasar corriendo cada semana entregando revistas como anteriormente fue. Tampoco ven a Spreen reparando las cosas que pasaron en la guerra de Reborn y el. Es más, al parecer todos se han reunido para reparar todos esos daños. Spreenfiels está intacto, como si nunca se hubiese destruido. Algunos de sus amigos más cercanos, no han querido ver a Juan, casi ni van a la iglesia, debe ser muy difícil para ellos.

Han pasado algunas semanas desde el conflicto, Juan ni siquiera se preocupó por el pueblo, el profeta lo cambió por completo. Sus amigos, Mayichi, Carola, Betra, Carre y Robleis han hecho protestas en contra del profeta, lo cual afectó a sus vidas, ya que El profeta los obligó a missas diarias, y varios rayos también caían a sus casas. ¿Cómo podía una simple muerte cambiar todo Tortillaland?