𝑺𝒄𝒉𝒍𝒂𝒕𝒕'𝒔 𝑩

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Ya se podían percibir algunos ruidos extraños que pasaban a su alrededor y perturbaban su profundo sueño.

—Quackity...Quackity...— se escuchaba un sonido disperso entre sus nulos sentidos.

—Vamos, despierta ya...—

pudo percibir la sensación de el aliento caliente sobre su cuello y una mano que se aferraba a su cintura, fue entonces que comenzó a reaccionar.

—mhhhh...— respondía el pato despistado mientras trataba de envolver su cuerpo con una de sus grandes alas.

—vamos Flatty Patty debes... LEVANTARTE YA!— decía aquella voz con cierta desesperación.

—Amor, por favor, te he suplicado que no me llames así, no me gusta.— contesto de una vez el pato mientras frotaba su ojo derecho y miraba su reloj. —Que te sucede, ¡SON LAS PUTAS 5:30 DE LA MAÑANA!—

—Debemos alistarnos, HOY, es un día muy importante.— le respondía su marido animado mientras se levantaba de la cama y daba una palmada con sus manos.

—Q-que... yo...— por un momento la mente de Quackity se llenó de terror al pensar en que había olvidado algo muy importante.

Su marido se encamino al baño de la gran habitación tomando una toalla y deteniéndose unos segundos en el marco de la puerta para darle una vista al pato que aún seguía haciendo memoria de que es aquello tan importante, quien le devolvió la mirada con algo de precaución.

—Hoy... es... un... ¿Dia importante?—  pregunto el pequeño con cautela.

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—PERO POR SU PUESTO MI PEQUEÑA FLATTY PATTY.— respondió el carnero mientras giraba sobre sus talones y se aproximaba a el pequeño que estaba sentado en la cama.  —y... sabes que significa eso...?— respondió en un susurro nuevamente mientras tomaba al pequeño de la barbilla.

—N-no...— le respondió el pato a lo bajo mientras un escalofrío corría por su cuerpo debido al suave y a la vez rudo toque de su esposo.

—El día de hoy, flatty, tenemos un contrato que nos va a traer una cantidad ridículamente grande de dinero, podríamos invertirlo para mejorar el negocio, este cliente es una mina de oro pura.—

—Ahh... si?—

—Claro, el viejo Phill por fin a decidido venir junto a su familia para establecerse con nosotros.—

—ya veo... pero... ¿Philza no tenía su propio negocio?—

—Te explicare luego, pero por ahora, arréglate, y quiero que te veas lo más presentable posible, seguro atraerás más clientes, quiero verte lindo okey... así... como me gustas... sexy...— decía el carnero mientras poco a poco bajaba el volumen de su voz y se aproximaba al oído del pato, quien no podía dejar de temblar cada que su esposo se le acercaba de esa manera.

De nuevo dio paso a el baño y dejo solo al pequeño, el pato se levantó y fue a la cocina donde uno de sus sirvientes ya le esperaba.

—Buenos días, señor, en que le puedo servir.—

—Buenos días, emmh... mi esposo bajara en un momento, iremos temprano a la oficina... podría... decirle a Tubbo, cuando despierte claro, y podrían llevarlo a la escuela... por favor.—

—Claro, le llamaremos al chofer del joven Tubbo para que lo lleve, ¿también desea que lo recojamos al salir?—

—Ehhhh, no, yo iré por él, solo, que no se sienta mal...—

Después de darle instrucciones al sirviente y tomar una taza con café subió de nuevo a su habitación para escoger la ropa que usaría analizando a detalle cada prenda que había en ese enorme cuarto con atuendos lujosos y caros en el interior, cuando entro su esposo que ya se estaba arreglando la camisa.

[Beautiful affliction] - (Jschlactiky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora