[Beautiful affliction] - (Jschlactiky)

𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐

El pato iba en su limusina mirando por el vidrio empañado como empezaba a llover, sostenido su teléfono a la altura de su oído escuchando el intermitente de la llamada.

-Ah, hola, Techno...-

-Hola Quackity, ¿que pasa?- contestó el peli rosa al otro lado de la línea.

-Voy en camino por Tubbs...-

-Ay, no te preocupes, ya está durmiendo, por qué no vas a casa, nosotros lo cuidamos, además... Parece que va a llover fuerte.-

Quackity agradeció y continuó con su camino, nuevamente estaría solo en casa...

Podría haber acompañado a wilbur otro rato, pero sentía que no era correcto, ¿Por qué tan de repente se sentía así.

Si había algo surgiendo de su corazón, tenía que detenerlo, y lo más rápido posible, tanto por wilbur y su familia, como por su propia familia y su negocio.

Pero entonces... ¿No estaría evitando una nueva oportunidad para ser feliz?...

Decidió olvidarse de éso por un momento, no volvería a casa solo para sentirse miserable, necesitaba ocuparse de algo.

Fue a el casino, a estás horas estaría cerrado, pero era mejor que nada.

Caminaba por los pasillos vacíos, de noche ese lugar era bastante silencioso y algo aterrador...
Llegó al quinto piso del edificio, se preguntaba si su esposo estaría por ahí, se acercó a la mesa donde siempre trabajaba, notó que era más grande y elegante, las alfombras y la iluminación también eran diferentes.

Bueno parece que la remodelación iba muy bien.

Tomo asiento en su silla y jugo un poco con las fichas que había en ella.

Sintió algo de nostalgia empapando su corazón...
Amaba su trabajo... pero antes...

Antes se sentía diferente...

Se levantó y paso la baraja entre sus manos, sonrió para sus adentros y...

-Welcome ladies and gentlemen... To the grand opening... Of Las nevadas...-

Se sentía bien...

Por qué dejó escapar todo eso?...

Una lágrima bajo por su mejilla, sin opacar su sonrisa, dejo caer su cuerpo en la silla.
¿Por qué? El sabía que no estaba bien, sabía lo que le pasaba... Entonces por qué no le ponía un alto...

Miró su anillo de compromiso...

Seguía amándolo, después de todo, lo amaba...

Era una estupidez, si, pero, conoció a un hombre audaz, valiente y apasionado, sabía que seguía en algún lugar...

Quitó su anillo de compromiso y lo coloco en la mesa, salio del lugar directamente a su oficina, limpiando sus lágrimas, con pesadez se dirigió a su escritorio y abrió el cajón...

Sacó de ahí un arma, la inspeccionó con las manos.

-¿Por que es tan difícil?... ¿Por qué no puedo largarme de una vez?... Mama... Papá... ¿Algún dia voy a merecer que me perdonen?...-

Cerró los ojos mientras mordía su labio inferior, sostuvo el arma junto a su cabeza y la cargó...
Su dedo estaba en el gatillo...

-Chicos... Hize lo que pude...-

Respiró profundo...

-Big Q?-

Se sobresalto por el ruido repentino, inmediatamente guardó el arma en el cajón tratando de actuar lo más tranquilo pocible.

-Philza?, que haces aquí?-

-Vine a ver a Jschlatt...-

-¿El está aquí?-

-¿Tu que haces aquí?... Estás bien?... Tienes los ojos hinchados...-

-Ah! Si, estoy bien, solo, solo algo cansado, ya sabes -

El mexicano fingiendo un bostezo se levantó y salio de su oficina.

-Bueno, ah, yo, ya me voy, así que... Adiós -

-Adios muchacho, con cuidado.- respondió philza visiblemente confundido.

El pato camino a la salida lo más rápido posible, dió un par de golpecitos en su rostro tratando de despavilarse del cansancio.

Cuando llegó a casa estaba tan vacía y solitaria como se sentía su alma.

Sentía ganas de llorar, ganas de arrodillarse y pedir porque uno de los dioses le de una señal.

Se sentía completamente perdido.

Si se iba, tendría que empezar desde cero, tendría que dejar su trabajo y amigos atrás...
Tendría que olvidarse de Tubbo...

No podría hacerle algo así a ese pequeño, y más teniendo en la mente la manera en la que Jschlatt criarìa al pequeño.

No quería dejar que la dulzura de ése pequeño se perdieran entre estafas, vicios y cosas malas.

Pero si se quedaba...

Tuboo tendría una crianza decente...

No quería dejar sólo al niño, se preguntaba que si no fuera por ese detalle tendría el valor y coraje de irse...

Se recostó en uno de los sofás de la sala, sentía la garganta seca y ganas de llorar...

Pero está vez, por mas que se esforzó, no pudo hacerlo.

Recordaba con algo de rencor lo que le dijo su padre, sabía que ese hombre estaría decepcionado de sus decisiones, pero también reconocía que había algo de verdad en sus advertencias.

Y si era feliz, ¿Por qué le daba la razón de esa forma?

Tal vez fue por qué no se presentó el día de su graduación...

O por la vez que le dijo que tenía que seguir el legado familiar y ser un buen abogado.

El pato frunció el seño mientras aflojaba su corbata.

Tal vez fue porque le impidió casarse con el hombre que amaba...

O porque le daba algo de tristeza saber que Tubbo no conocería a sus abuelos...

Será que todo el rencor que le guardaba a su padre le impedía darle la razón de sus advertencias sobre Jschlatt?