𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒆́𝒔...

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Quackity se encontraba en el ascensor esperando llegar al quinto piso, mientras limpiaba sus ojos que ya estaban cristalizados.

—Yo sé que me quiere... y yo lo amo... él también me ama...— hablo para sí mismo convenciéndose de que era feliz.

Miro su reflejo en el espejo de aquel estrecho lugar y dio una leve palmada sobre su mejilla, acomodo su corset, que para este punto ya era muy doloroso y lanzo una sonrisa mientras se abrían las puertas dejándole paso al interior de aquel piso. 

—Welcome ladies and gentlemen to the casino, your home, "Paradise", I hope and you are having a nice time, my name is Alex Quackity...— dijo mientras caminaba por el enorme pasillo llamando la atención de todos y aproximándose a una de las mesas que estaba especialmente apartada para el. —And I look forward to your first bet—

Una de las atracciones que más llamaban la atención de los clientes era una en donde solamente un grupo pequeño de personas podían acercarse a la mesa donde el pato era el encargado de barajar las cartas, entregar las fichas, pedir más tragos, encender un tabaco a los presentes, etc.

Todo con el fin de hacer un rol de acompañante, claro, con la aprobación de Jschlatt pues él se aprovechaba de la imagen de Quackity para atraer hombres que quisieran tener atención por parte del pato, su único trabajo era elogiarlos y hacerlos pasar un buen rato, si alguien se quería propasar de estas reglas seria expulsado de por vida.

—Good handsome job.— dijo al ganador de la primera ronda en un tono coqueto.

Después de un par de juegos más la sala ya tenía un ambiente divertido, el humo de los cigarros ya llenaba la sala, las camareras iban y venían con vasos con tequila, ron, vino, entre otras bebidas más, y los gritos de celebración de los que jugaban junto con el pato, más algunas otras esposas que solo se limitaban a observar, pues sus esposos no les dejaban hacer nada más.

Al terminar las 3 horas que duraba el servicio el pato anuncio al ganador de la última ronda y le entregaba el dinero que gano.

Well, very well, I hope you had a good time, for my part that's all.— dijo tomando una de las fichas de aquel dinero mientras los presentes celebraban, paso la ficha entre sus dedos y la guardo en su bolsillo mientras se alejaba de la mesa ya fastidiado.

Se sentó en la barra del bar, donde el alboroto de los otros se disolvió un poco, pidió un vaso con agua y se recargo en aquella barra algo cansado.

—Parece que se te da natural.— hablo alguien sentado al extremo de la barra.

—Disculpa?— pregunto el pelinegro hacia la persona que lo llamaba.

—Que tienes talento para mantener a todos atentos en ti.—

—Okey... ¿Debería agradecerte?—

—OH claro que deberías precioso, porque te lo estoy diciendo de manera educada, no como los bastardos ebrios de allá, ¿no crees que me merezco un mejor trato?—

—Bien, bien, ya entiendo, mira, es mi trabajo y no deberías ser tan irrespetuoso, no soy ninguna clase de empleado de algún prostíbulo.—

—Porque pides respeto que ni tu propio marido te da...—

Quackity dejo su vaso sobre la barra y se acercó al castaño que le hablaba sin mirarlo a los ojos, sus comentarios ya habían empezado a incomodarle, pero meterse en temas personales sin siquiera conocer nada de el termino de colmar su paciencia.

—Tú no sabes nada de mí, y no voy a permitir que me hables de esa manera.— dijo tomándolo de la gabardina que portaba obligándolo a verlo a los ojos.

[Beautiful affliction] - (Jschlactiky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora