❝ 𝐅 • 𝐑 • 𝐈 • 𝐄 • 𝐍 • 𝐃 • 𝐒 ❞ ▓▓ ᵏᵃⁱ ᵏᵃᵐᵉᵃˡᵒʰᵃ

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c a p í t u l o   t r e s
J E L L Y F I S H    J A M

   Syd se había pasado las últimas semanas meditando y cambiando completamente su forma de ser. Desde hacía años había intentado ser perfecta para Kai. Así que decidió volver a lo suyo. Empezó una serie mientras había pulseras de hilo. Empezó a ir más a menudo a la playa, pasear, surfear.

   Cómo ella quería llamarlo, había romantizado su vida. Y le encantaba. No había chicos. Solo ella.

  
   — Hola, ¿Cómo está mi doctora?

   — Super bien. ¿Y mi recién desintoxicada?

   — Bien también. Pero... — Syd se sentó en la cama de Lahela. — ¿Sabes lo que le pasa a Kai? Está super raro desde la fiesta de Nuked. Sé que se supone que ya no debería preocuparme más por él, pero estaba demasiado raro.

   — Pues... — Lahela lo sabía perfectamente. — Que va. Kai no suele contarme lo que le pasa por la cabeza.

   Syd suspiro y saco su móvil de su bolsillo. — Me voy. Ha sido una vista corta. Pero me necesitan en otro sitio.

   — Tranquila. Me he acostumbrado a que vengas a preguntarme por mi hermano.

   — Eso no volverá a pasar.

   Cuando llegó la noche Steph aviso a Syd de que todos estaban en Ziggy's y ella fue. Allí estaban Zoe, Liv, Kim y la mayoría de sus compañeros de teatro. Por otro lado estaban el grupo de Walter que

   — Hey, Syd. ¿Puedes hablar?

    Se me ha olvidado mencionarlo. En unos días era el baile de la medusa y todos, absolutamente todos tenían pareja.

   — Sí, ¿qué pasa?

   Antes de que Kai hablara se dibujó un corazón de fuego con el nombre de Zoe, una compañera de teatro de Syd.

   — ¡Así se hace! ¿Querías algo, Kai?

   — Sí, solo quería... Saludar y decir hola. Así que... Hola.

   Kai se alejó y Syd se fue con sus amigas a celebrar lo de Zoe.
Un rato después Syd se calló y se hizo un corte en la rodilla.

   — ¿Dónde está mi doctora favorita?

   — Oye, ¿Por qué no me haces de voluntaria personal por una noche?

   — Lo siento mucho, Hela. Tengo algo de lío. Pero puedo quedarme un rato. Si antes me ayudas a desinfectar esto, porfa.

   — Sí, perdón.

   Sentó a Syd en una de las sillas y le hecho un poco de alcohol y le puso una venda que tenía que quitarse antes de dormir para que se cure del todo.