9. Love triangle

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El debate en el club de lectura fue mucho más ameno de lo que había sido antes. Mantuvimos la calma en todo momento, a pesar de seguir teniendo opiniones distintas.

Namjoon no trató de desestimar mis argumentos como antes, es más, en algunas oportunidades hasta coincidía conmigo. Me sorprendió para bien, al parecer este chico sí tenía dos dedos de frente después de todo.

Era un Namjoon renovado, uno mejor. Definitivamente esta versión me gustaba mucho más.

Sentí que podía hablar por horas y horas con él, pero el tiempo se agotó más rápido de lo que esperaba y me sorprendió darme cuenta que no quería que la reunión finalizara.

—Tenemos que seguir la conversación por mensaje —dijo él cuando se acercó a mí para abrigarse nuevamente.

Le sonreí.

—No puedo creer que digas que el pájaro no es relevante —dije—. ¡Era el punto del libro!

—Es que no es el pájaro, es la muerte del pájaro —dijo él—. Hay una diferencia abismal entre ambas cosas, Jims.

—Opino igual —acotó Taehyung—. El punto es la muerte, no el pájaro. La autora solo lo usa para dar un ejemplo de la caída, la pérdida de la grandeza, pero el animal no importa. Podría haber usado cualquier otro.

Fruncí el ceño.

—No es una coincidencia —contradije—. ¡Nada de lo que usa es a la ligera, chicos!

—Yo creo que... —comenzó nuevamente Namjoon, pero se detuvo porque le llegó una notificación al celular—. Ah, tengo que irme a trabajar, pero sigamos todo esto por chat, ¿sí?

Se despidió y nos dejó a solas.

—No puedo creer que esté enamorado de mí —murmuró Taehyung y luego suspiró—. Qué hombre... Sin duda le habría dado una oportunidad si Hoseok no me tuviera tan enganchado, a veces pienso que en realidad me ha hecho un amarre. —Suspiró y miró el camino por el que se había ido Namjoon—. ¿No crees que a los cuarenta también se verá igual de atractivo?

—Claro, Tete, como digas. —Sonreí y tomé mi mochila—. ¿Vamos?

—Aún sigo enojado contigo.

Puse los ojos en blanco y luego pasé un brazo por sus hombros.

—No me arrepiento de nada.

—A veces te odio —soltó—. En fin, ¿a casa?

—A casa.

Comenzamos a caminar hacia la salida, pero me detuve en cuanto vi quién nos estaba esperando en la puerta.

—¿Por qué se demoran tanto en salir? Hace quince minutos que estoy esperando afuera. Tuve que entrar porque ya no sentía las manitos —dijo.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, confundido.

—Te voy a llevar a la cita que te prometí.

—¿Ahora? —pregunté con ojos bien abiertos.

—¿¡CITA!? —exclamó Taehyung. Luego tiró de mi ropa y me acercó a él—. ¿Cómo que cita? ¿Por qué no me dijiste nada?

Yo estaba tan confundido como él. Pensaba que Jungkook se había olvidado de todo esto y yo también había dejado de darle mucha importancia.

—No... Yo... Digo... —No podía decir ni dos palabras seguidas—. ¿Jungkook?

—Es algo del momento, Tete —dijo él—. Ve a casa, te veremos más tarde.

Taehyung asintió con escepticismo y luego se acercó para susurrar en mi oído.

Jimin's dream book ✒️ | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora