Jimin's dream book ✒️ | Kookmin

12. Amnesia pt.2

No podía confiar en mis recuerdos.

Imágenes rápidas de distintos escenarios llenaban mi cabeza: luces estroboscópicas; gente bailando a mi alrededor; alcohol resbalando por las comisuras de la boca; manos sobre mi cuerpo; la curva de un cuello familiar; ojos grandes y brillantes...

El sonido de las cortinas abriéndose y la entrada de la luz en la habitación me hizo recomponerme. Tapé mis ojos con mi antebrazo mientras bostezaba.

—¿Sabes qué hora es? —escuché decir a Jungkook con una pequeña risa.

—¿No muy temprano?

Su peso sobre la cama hizo que destapara mi rostro y lo mirara. Estaba acostado boca abajo, apoyado sobre sus codos y me sonreía.

—Estás hecho un desastre.

Podía visualizar perfectamente lo que estaba mirando, porque si la imagen ya era mala cuando recién despertaba en un día normal, ya podía imaginar cómo era después de un día de fiesta.

Puse una mano en su cara para tapar sus ojos.

—No me mires.

Escudriñé el lugar y fruncí el ceño.

—Esta no es mi habitación.

—Woah, eres la persona más observadora que he conocido.

Al parecer alguien se había levantado de buen humor. Le saqué el dedo del medio y volví a cubrirme con las sábanas. Me sentía cansado y con un leve dolor de cabeza, lo cual era en parte bueno, porque creía que me iba a despertar en una situación mucho peor.

—¿Dónde dormiste tú? —pregunté; al fin y al cabo, le había usurpado la cama.

—En tu cama, claro.

Reprimí una sonrisa. Entonces eso significaba que mis sábanas tenían su olor.

—Jimin.

—Dime.

Jungkook comenzó a jugar nerviosamente con sus manos y luego suspiró. Él también se veía cansado, como si no hubiera dormido mucho en la noche tampoco.

De solo pensar que ni siquiera sabía cómo había hecho para llegar a casa me quise morir de la vergüenza. No sabía qué había hecho anoche, ni quién me había traído, si Jungkook había estado preocupado, cómo había hecho para terminar en su cama...

—Lo lamento.

Él levantó la cabeza y me miró con confusión.

—Lamento si hice algo estúpido anoche —seguí—. No... No pensé en las consecuencias que traería tomar tanto. Así que, si hice algo que te molestara o... no sé, lo que sea que haya hecho, lo siento.

—¿No recuerdas nada?

Negué. Por más que tratara de acomodar mis ideas, nada más que pequeñas imágenes rápidas volvían a mí.

Jungkook asintió para después agarrar una de mis manos y comenzar a acariciar mis nudillos con delicadeza.

—Está bien si no lo recuerdas —murmuró—. Yo puedo hacerlo por los dos.

Acercó sus labios a mi piel y depositó un beso suave en mi muñeca.

«Pero, ¿qué...?».

Jungkook me sonrió una vez más y se levantó de la cama.

—Ve a bañarte, en serio apestas —dijo—. Y procura cambiar las sábanas, porque de otro modo voy a seguir usando tu cama.

Salió de la habitación, pero me dejó acompañado de miles de dudas.