Jimin's dream book ✒️ | Kookmin

13. Matchmaker

Estuve esquivándolo todo el día. Aproveché la excusa de armar la maleta para encerrarme en mi cuarto y prácticamente no salir.

Jungkook tampoco llamó a mi puerta, lo cual me alivió bastante, no sabía si estaba lo suficientemente preparado para afrontarlo otra vez.

Ya hacia el final de la noche, acostado sobre mi cama y con la maleta a un costado de la habitación, me permití liberar mis pensamientos.

Aún podía sentir sus labios acariciando los míos, sus manos encima de mi cuerpo, el sonido de nuestros besos llenando la sala.

—Mierda.

Resoplé con frustración.

Me preguntaba si Jungkook se encontraba en la misma situación que yo, si los pensamientos negativos lo estaban atacando de la misma manera que a mí.

Era estúpido si me ponía a analizarlo. Había estado albergando sentimientos por él por casi cinco años y en el momento en que finalmente las cosas salían a flote para mí, las dudas, los miedos y las inseguridades hacían acto de presencia.

No me hizo falta ser Sherlock Holmes para saber que había abierto mi corazón estando borracho la noche anterior. Seguro había confesado mi amor de la forma más empalagosa y cursi del mundo; era muy probable que también me le hubiera tirado encima, que hubiera intentado quitarle la ropa o algo así.

«Seguramente quise besarlo».

Porque, a ver, seamos sinceros, siempre tenía ganas de besarlo. El alcohol pudo ser una simple excusa para tomar valor e intentarlo.

—Agh, quiero morir —dije, tapándome la cara con vergüenza.

Mi teléfono vibró.

Tete
Por qué quieres morir???? [00:57]

«Pero qué...». Observé la habitación en busca de un Taehyung escondido.

Tete
Estás buscándome, verdad? [01:00]
Jajdjdjdj [01:00]

Yo
Deja de escuchar a través de las paredes, sí sabes lo que es la privacidad, ¿no? [01:02]

Tete
No, no sé [01:03]
El chisme es más fuerte que yo [01:03]
Vas a decirme o tengo que ir hasta tu casa para saber? [01:04]

Suspiré.

Yo
Voy yo para allá [01:06]

—¡Te espero! —gritó a través de la pared y me sobresalté.

Me puse las pantuflas y salí de mi habitación tratando de ser lo menos ruidoso posible.

Estaba todo oscuro y lo único que se filtraba por la ventana era la luz de la luna. El ambiente taciturno invitaba a quedarse desvelado en la noche, por lo que decidí otorgarle la razón por la cual no podía conciliar el sueño.

—¿Mimi?

Ya era la segunda voz que me hacía saltar del susto en la noche. Llevé la mano a mi pecho y traté de calmar mi respiración.

Me acerqué al sillón y vi a Jungkook acostado con un cuaderno sobre el pecho.

—¿Qué haces aquí?

—No puedo dormir, hay algo en la noche que...

—Lo sé, yo tampoco puedo dormir. La noche está linda.

—Sí —dijo, y apoyó sus manos a los costados para poder sentarse.

Yo lo miraba desde arriba, con mis codos apoyados en el respaldo del sillón. Al levantarse, nuestros rostros quedaron considerablemente cerca, pero ninguno se alejó.