Estar de novio con tu mejor amigo traía consecuencias que me hubiera gustado saber de antemano, entre ellas, que no había manera de mentirle sin que él supiera mis verdaderas intenciones.
—¿Comerás? —dijo, extendiendo un poco de comida hacia mí—. Se enfría.
Me incliné hacia él y tomé un bocado, pero me arrepentí en un segundo cuando saboreé aquellos sabores y texturas.
—¿Está rico? —preguntó.
¿Cómo le explicaba sin herir sus sentimientos que era lo más horroroso que había probado jamás?
Los sabores se mezclaban en mi boca y no sabía si estaba comiendo algo agrio, salado, dulce o amargo.
—Delicioso —dije cuando apenas pude pasar la comida por mi garganta.
—¿Sí? —Se inclinó hacia mí con ojos brillantes y me ofreció un poco más—. Come, amor, come.
Tomé los palillos entre mis dedos y le sonreí forzadamente antes de llevar una porción minúscula a mis labios.
—Mmm… —exclamé—. Te pasaste, Kook.
De especias, sal o lo que sea que le hayas puesto a esto…
Jungkook asintió con la cabeza y acunó su mejilla en la palma de su mano para observarme comer.
Acumulaba todo en mis mejillas sin ánimos de tragar. Temí hacer arcadas frente a él, por lo que me levanté de la silla y me excusé para ir al baño.
—Apúrate, no vaya a ser que se enfríe —me dijo.
Cuando cerré la puerta, lo primero que hice fue escupir todo en el inodoro. ¿Qué rayos había utilizado para cocinar? ¡Nunca hacía comida tan fea!
Me enjuagué la boca y tiré del botón. Lo mejor era decir que ya no tenía hambre y listo, no quería herir sus sentimientos diciendo que en realidad estaba horrible.
Di una respiración profunda y volví.
Fue en ese momento en que me percaté de que Jungkook no tenía un plato para él. Es más, no recordaba haberlo visto dar ni siquiera una probada a su propia comida.
—¿Kookie, no tienes hambre? —pregunté, rodeando su cuello con mis brazos y abrazándolo por la espalda.
Él negó con la cabeza.
—No, cociné solo y exclusivamente para ti —dijo—. Me esforcé mucho.
—Oh… ¿Solo para mí?
—Mmhm.
Rayos.
No podía rechazarlo ahora, ¡se había tomado el tiempo de hacer todo solo para mí y yo estaba escupiendo su comida!
Besé su coronilla y volví a mi asiento.
—¿Cómo preparaste esto?
—Con amor.
—Ah… ¿Quieres un poco? —ofrecí, acercando los palillos a su boca.
—No, no, es para ti —rechazó, bloqueando mis avances con la mano.
—Insisto.
—No tengo hambre, en serio.
Bajé los palillos y observé la comida. Estéticamente hablando, no era fea. Sus colores eran estridentes y se veía verdaderamente apetitoso. El problema radicaba solo en el sabor.
Mierda, ¿no podía facilitarme las cosas y decir qué le había puesto sin hacerme sentir culpable?
—¿Esto es… zanahoria?
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Jimin's dream book ✒️ | Kookmin
Fanfic✒️ Jimin creció escuchando y leyendo historias de amor con finales felices. Hoy en día, el amor lo ha decepcionado lo suficiente como para no seguir buscando una relación. Sin embargo, todo cambia cuando su mejor amigo, de quien ha estado enamorado...